En diciembre del año 2009, el exjuez federal Norberto Oyarbide sobreseyó fraudulentamente al matrimonio Kirchner tras una investigación de cinco meses. Ahora, una estrategia judicial podría haber esa causa que tanto molestaba al matrionio K.

La denuncia contra Néstor y Cristina había sido formulada por Enrique Piragini en julio de 2009, e indicaba que el patrimonio presidencial se había incrementado de 2007 a 2008 en un 158% solo en 2008.

Oyarbide sobreseyó a ambos en un plazo de cinco meses, luego de recibir un informe del Cuerpo de Peritos Contadores de la Corte Suprema, que concluyó que no se cometieron delitos, al justificar el aumento patrimonial.

Esta semana Víctor Manzanares, excontador de ambos, en busca por ser un arrepentido más, aseguró que Oyarbide manipuló una pericia contable clave para sobreseer al matrimonio K.

Manzanares relató cómo el entonces juez le dio instrucciones sobre la forma en la que debía confeccionar el peritaje de la defensa, (los Kirchner). La misma fue luego utilizada por Oyarbide para firmar la declaración de inocencia del exmatrimonio presidencial.

Ante estas declaraciones, la Justicia podría sacar de la manga una estrategia denominada cosa juzgada írrita, que prevé dejar sin efecto una sentencia firme si se verifican ciertas situaciones contrarias al principio de “afianzar la justicia”.

Si bien el art. 5 del Código Procesal Penal establece que “no se pueden reabrir los procedimientos fenecidos, salvo la revisión de las sentencias a favor del condenado”, este no es oponible a situaciones írritas, o sea, los procesos donde se llegó a una sentencia absolutoria en forma irregular.

Ya en noviembre del año pasado, la Unidad de Información Financiera (UIF) reclamó la reapertura de esta causaa tras las afirmaciones de Oyarbide frente al juez Claudio Bonadio en la causa de los cuadernos, ante quien declaró que había sido presionado por el espía Jaime Stiuso y el operador judicial Javier Fernández para llevar "con celeridad" la causa del matrimonio Kirchner, por considerar que sería aplicable la doctrina de la cosa juzgada írrita.

La estrategia de la cosa juzgada írrita se presentó en forma de ensayo en el libro del doctor Federico Morgenstern, actual letrado de la Corte, y en otro de Osvaldo Gozaini, donde habla del cierre anticipado de causas violando el deber de investigar y afirma que "los resultados de los procesos tienen que ser revisados en una acción autónoma de revisión de la cosa juzgada”.

Morgenstern dice que "cuando la exploración judicial no se encaminó a la búsqueda de la verdad, sino a rescatar y sobreseer a quien fue objeto de una hipótesis delictiva plausible, la firmeza del sobreseimiento no tiene que ser inmutable".