En principio, alguien en el gobierno, pensó que se podían usar los anuncios de rebajas de impuestos a empresas como un mecanismo de premios y castigos para los gobernadores que no cumplieron el pacto fiscal.
Pero hubo contención. El decreto del gobierno que aparece publicado en el Boletín Oficial que establece la aceleración del cronograma de Mínimo No Imponible para las contribuciones patronales a $17.509 (este año era debería ser de $7004) incluye un artículo que “invita” a la Ciudad de Buenos Aires y las Provincias a reducir la presión fiscal de los sectores beneficiados por la medida.
Son 47 ramas a las que se eleva el mínimo no imponible pleno de la contribución patronal a $ 17.509,20 mensuales por trabajador. La baja regirá desde el 1 de marzo próximo hasta el 31 de diciembre de 2021.
Al principio, algunos dentro del elenco ministerial pensaron en dejar afuera de los beneficios a las provincias cuyos gobernadores incrementaron la presión fiscal. Según un informe del IARAF en 2018 la presión fiscal de las provincias debería haber bajado. Por el pacto fiscal del 2017, los gobernadores se comprometieron a reducir Ingresos Brutos, desde un nivel consolidado del 5%. Pero algunos en vez de reducirlo, aprovecharon la ventana legal, y lo subieron hasta ese techo, para desde allí iniciar una rebaja gradual. La presión fiscal en las provincias el año pasado subió 0,4% del PBI. Conocido ese dato, dicen que en el gabinete nacional hubo muchos a quienes les salió humo por las orejas de la bronca.
Por eso, ahora introdujeron ese artículo. Los gobernadores deberían tomar cuenta.
Como las alícuotas de Ingresos Brutos fijadas por las provincias no son iguales para todas las actividades, el decreto nacional pone en off side a los gobernadores. Ahora seguramente recibirán en reclamo de las entidades empresarias locales beneficiadas, quienes irán a reclamar que hagan su parte.