Ayer nomas, el mendocino Ernesto Sanz reveló que es adepto de una doctrina que últimamente se ha puesto de moda: “La bioneuroemoción (según el libro de Enric Corbera) me ayudó mucho, para resolver un conflicto no resuelto de enfrentarme con mi viejo, que se enteró por los diarios que yo iba a ser legislador provincial. Al momento de hablar con Mauricio, sentí que en frente tenía a mi padre, y debía sanar esa ‘culpa'”, sostuvo en comunicación con Radio Mitre.
La bioneuroemoción es una doctrina cuestionada por los científicos ya que, entre otras cuestiones, afirma que todas las enfermedades están producidas por conflictos emocionales sin resolver y que pueden curarse sin medicina convencional. Incluso patologías como el cáncer.
Los mismos médicos la rechazan al considerarla una pseudociencia. Se basa en “cinco leyes” —de Hamer— que es base de todas sus “teorías”:
1.ª ley o “Ley de hierro”: La más importante de ellas. Según esta ley, las enfermedades graves son consecuencia de un acontecimiento traumático. Esto provocaría un "conflicto biológico" que se podría localizar en el cerebro por medio de una imagen obtenida con un escáner TAC.
2ª ley o “Carácter bifásico de las enfermedades”: Como dicta la primera ley, las enfermedades son consecuencia de un conflicto. Si ese conflicto no está resuelto, el paciente estará en la primera fase, lo que Hamer llama "enfermedad fría" y que se manifestaría con signos de origen simpático. Una vez resuelto el conflicto, se entra en la fase de curación, con predominio de signos del sistema nervioso parasimpático ("enfermedad caliente", según Hamer). En esta segunda fase el “conflicto biológico” se manifiesta en forma de edemas y, ocasionalmente, con la proliferación de células de la glía. Según esto, un tumor sería un signo de que el conflicto está en proceso de curación. Sin embargo, a día de hoy, no existen evidencias ni indicios de que los conflictos personales provoquen enfermedades.
3ª ley o “Sistema ontogenético de las enfermedades”: Las diferentes partes del encéfalo controlan (aunque no explica cómo) la evolución de las enfermedades por su relación con las capas embriológicas que formaron cada órgano. Estas son las siguientes:
Endodermo: hígado y otros órganos de la zona digestiva.
Mesodermo: corazón, los músculos y las células sanguíneas.
Ectodermo: tejidos epiteliales y neuronales (piel, las mucosas intestinales, la médula espinal, el cerebro y los nervios)
Según esta ley, durante la fase activa del conflicto se generan tumoraciones en los órganos correspondientes mientras que en la fase de resolución del conflicto el crecimiento de estos tumores o de la infección o del mal que aqueje al paciente se detendría.
4.ª "ley" o “papel de los patógenos”: Las enfermedades no están causadas por virus o bacterias. Estas no son más que un instrumento del cerebro para ayudar a la curación. Esto está más que refutado en centenares de estudios que vinculan un microorganismo a una enfermedad, como puede ser el caso del sarampión o de la brucelosis.
5.ª"ley" o “Quintaesencia”: Las enfermedades no son más que un programa especial de la naturaleza que surge para resolver un conflicto biológico inesperado y así ayudar a la supervivencia del grupo o del individuo. De este modo, el cáncer no es algo aleatorio, sino una respuesta a “algo” que nos ha ocurrido, aún sin darnos cuenta de ello. De modo que para volver a la “normalidad” tenemos que tomar consciencia de ello para poder revertirlo. Todo esto contradice las diferentes evidencias científicas que existen sobre el cáncer, tanto en los estudios que relacionan ciertas conductas como el tabaquismo o la exposición a radiación con el incremento de la enfermedad como aquellos que señalan el azar como causa principal.