Había generado cierto ruido político, incluso dentro del oficialismo, la posibilidad de que las elecciones en la provincia de Buenos Aires se desdoblaran con respecto a los comicios nacionales.
Finalmente, Cambiemos resolvió unificar las fechas de la votación y sumar al combo a la ciudad de Buenos Aires, en una decisión que si bien supone nuevos desafíos en la Capital Federal en cuanto a la organización de la compulsa electoral, puede entenderse como una necesidad de fortalecer el camino del presidente Mauricio Macri hacia una eventual reelección.
El Gobierno requiere del caudal de votos que puedan aportar en esta región del país dos de las principales figuras ejecutivas con las que cuenta actualmente el macrismo, como lo son el alcalde porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y sobre todo la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal.
Mantener en la provincia los comicios unificados con la votación nacional, de todos modos, podría resultar particularmente riesgoso para las aspiraciones de Vidal de renovar este año su mandato en el caso de que finalmente se presente Cristina Fernández de Kirchner como candidata presidencial.
Que Vidal esté dispuesta a inmolarse en pos del proyecto nacional de Cambiemos no significa lógicamente que no tenga posibilidades de ganar, pero el peligro de caer derrotada en octubre próximo frente a un postulante kirchnerista o peronista que acompañe a Cristina en la fórmula se mantendrá latente hasta entonces.
La vara ha quedado bien alta para la gobernadora, ya que no se trata simplemente de una competencia electoral entre dos o más candidatos a un cargo, sino de la cantidad de votos con los que podrían beneficiarse Axel Kicillof, Martín Insaurralde o bien Verónica Magario -por mencionar a los principales nombres en danza- si Cristina decide jugar este año.
El kirchnerismo atesora precisamente su núcleo duro de seguidores en la provincia de Buenos Aires, en especial en el populoso Conurbano, por lo que un triunfo de Cristina sobre Macri en la contienda presidencial allí, en el principal distrito del país, podría significar también el punto final del mandato de Vidal al frente de la Gobernación. Sería como un efecto cascada.
En este sentido, de acuerdo con la consultora Synopsis, Vidal necesitaría obtener al menos un 40 por ciento de los votos el 27 de octubre para mantener con vida sus esperanzas de reelección, en el caso de que compita Cristina e independientemente de quiénes sean los candidatos de la oposición.
Distintas encuestas muestran que en la actualidad el presidente Macri acumula la imagen negativa más alta de toda su gestión y arrastra consigo a Vidal. Da la sensación de que para el Gobierno es más importante seguir adelante con el plan que acordó con el Fondo Monetario Internacional en pos de reducir el déficit fiscal que combatir seriamente el aumento del costo de vida.
La semana que pasó finalizó la misión que realizaron en la Argentina delegados del FMI antes de autorizar un nuevo desembolso de unos 10.800 millones de dólares, en el marco del acuerdo "stand by" que el próximo Gobierno, de acuerdo con distintos economistas, se verá obligado a renegociar, ya que es poco probable que el país pueda pagarlo en los términos suscriptos originalmente.
Efecto La Pampa
Durante la semana, también, el Banco Central ensayó una serie de retoques a la baja de la tasa de referencia de la política monetaria oficial y el dólar en la "city" porteña se disparó por encima de los 41 pesos por unidad para la venta, por lo que la autoridad monetaria tuvo que aplicar raudamente un freno de mano y dar marcha atrás con sus ensayos.
Se trataba de correcciones que persiguen, como finalidad de máxima, favorecer condiciones que permitan reactivar la actividad productiva en la Argentina, en un año electoral en el que la economía recién comenzaría a mostrar signos vitales alentadores hacia el segundo trimestre o más tarde, según economistas e incluso el jefe de la misión del Fondo que visitó en estos días la Argentina, el italiano Roberto Cardarelli.
En este contexto, comenzaron a alzarse con fuerza en las últimas jornadas voces de especialistas en economía que sostienen que es probable que el Gobierno impulse medidas tendientes a subsidiar el consumo, buscando también reanimar el humor social y del sector comercial antes de la crucial votación de octubre.
Pensando en esos comicios, y envalentonado con la reciente victoria de Daniel Kroneberger (UCR) en la interna de Cambiemos en La Pampa frente al "Colorado" Carlos Mac Allister (Pro), un sector del radicalismo agitó en estos días los ánimos dentro del oficialismo al reclamar una compulsa similar, pero en el ámbito nacional entre Macri (como candidato presidencial confirmado) y algún postulante con boina blanca.
Asimismo, el vicepresidente de la Unión Cívica Radical (UCR), Federico Storani, propuso a Martín Lousteau, afiliado hace menos de tres meses a ese histórico partido, y consideró que podría ganar.
Mencionó también al titular del Comité Nacional del radicalismo, Alfredo Cornejo, y al gobernador jujeño, Gerardo Morales, como posibles candidatos radicales en una eventual interna del oficialismo.
Referentes del Pro dentro de Cambiemos salieron rápidamente a bajarle el pulgar a esta movida impulsada incluso por el expresidente de la UCR y promotor de la actual alianza gobernante Ernesto Sanz: en la mesa chica de Cambiemos "nunca se ha planteado ningún tipo de discusión interna" con relación a una Paso presidencial, enfatizó el presidente del Consejo Nacional del Pro, Humberto Schiavoni. El debate, de todos modos, posiblemente continúe. Emiliano Rodríguez
Lo cierto es que si convencen para que Cristina no se presente y si lo haga un PJ "razonable", lo mas probable es que Macri pierda. Hay mucho versero que puede "tomar" el discurso de "cambiemos". El mismo Pichetto, tiene posiciones, en terminos de seguridad y migraciones, muy coincidentes con el del actual gobierno. Por otra parte lo mas GRAVITANTE de CAMBIEMOS, fuè el tema de la CORRUPCCION, algo que parece mas como de argumentaciòn en contra de los K que como VERDADERA CONVICCION. De hecho, si realmente fuera importante para la gran mayorìa de los Argentinos, ni someramente podrìa presentarse CFK como candidata y ni siquiera HOY estarìa sentada como Senadora, como tampoco lo estaría desde hacer tiempo Carlos Menem. Los ARGENTINOS SON TOLERANTES A LA CORRUPCCION y esta forma parte DE LA CULTURA ARGENTINA. Si asì no fuera, habría habido reacciones multitudinarias como lo fuè en Brasil en tiempos del mundial de fútbol. En Corea del Sur por "acuerdos" de una asesora de la Presidenta con el presidente de Samsung. En Rumania , por escandalosas leyes que encubrían a los funcionarios corruptos. En fin cuando hay una sociedad MAS O MENOS SANA, ¡HAY REACCIONES ESPONTANEAS Y MULTITUDINARIAS! ¡Hay RESPONSABILIDAD SOCIAL Y CONCIENCIA DEL DEBER SER! En Argentina, ocurre lo contrario, los PICAROS, son bien vistos y hasta envidiados.¡Sino veanlo a Boudú y a Cristobal Lòpez!
Piratín, "los argentinos somos una manga de ladrones del primero al último"(finado viejo Batlle dixit) y "entre bomberos no nos vamos a pisar la manguera". Este muchacho Rodríguez le erra feo el vizcachazo. El recule del amago de desdoblar la elecciones en Buenos Aires, fue porque la pingua K amagó a su vez con bajarse ella a la provincia(lo hizo trascender desde su sector), y si lo hacía(todavía podría hacerlo) eso sí hubiera sido demoledor para los PRO. La gran esperanza de estos y LA ÚNICA QUE TIENEN(creo), es que la pingua K se presente a presidenta, porque en un balotage ésta pierde seguro con el Mauri, porque la sociedad argentina es mayoritariamente antiK. Ya perdió en 2017 en la provincia(su principal feudo) frente a los deslucidos y casi desconocidos Bullrich y la González, porque el peronismo no K no la votó o la votó en contra. Pero si ella se bajara a la provincia en octubre y apoyara al peronista que ganara las PASO, a la Heidi Vidal le gana fácil. La pingua K no come vidrios y sabe que si gana el Mauri en 2020 ella va en cana porque los senadores flan le van a sacar los fueron, así que ni loca se va a presentar a presidente.