Como consecuencia de la
muerte del joven Matías Bragagnolo, -ocurrida en el Barrio de Palermo Chico-
comenzaron a publicarse encuestas, relevamientos e investigaciones que
establecen que la principal causa de muerte de jóvenes de entre 15 y 24 años es
la violencia, cifra esta que en los últimos diez años viene creciendo y
llega a 900 casos por año (en su mayor parte de
varones) y supera ampliamente el número de suicidios. Asimismo,
cada año la cantidad de adolescentes muertos relacionados con agresiones y
peleas triplica a los muertos en
Malvinas, ya que fallece un adolescente por día.
El estudio sobre “MORTALIDAD POR CAUSAS VIOLENTAS EN ADOSLESCENTES Y JÓVENES
DE 10 A 24 AÑOS”, que ocupa el decenio 1991/2000, llevado a cabo por la Dra.
Serfaty de la Universidad de Buenos Aires, demostró que las muertes por causas
violentas se incrementaron del 38% al 50% entre los jóvenes, estudio que debe alertarnos, pues
vivimos en una sociedad violenta. Las autoridades nacionales y provinciales, y
la comunidad deben actuar para poner freno a esta situación.
Ahora la preocupación existente entre las autoridades
resulta notable y notoria a partir de una muerte en una zona de la Capital
Federal "VIP", paqueta y segura, en la que verdaderamente existen medidas de
seguridad concretas en virtud del
nivel económico de la gente que allí vive. Medidas de seguridad inexistentes
en otras zonas de la Capital y del conurbano bonaerense. Justamente en estas últimas
zonas mencionadas es donde el nivel de violencia entre los adolescentes se
duplicó en diez años, conforme declaraciones del subsecretario bonaerense de
Prevención de las Adicciones, Claudio Mate.
El inicio de las peleas que llevan a la muerte estaría en las grescas y
peleas ocurridas entre jóvenes que concurren a boliches donde se concentran
para entrar o bien en maxikioscos donde el alcohol, las bebidas energizantes y
las drogas son moneda corriente y una moda
a la que no pueden escapar. También ocurren los enfrentamientos en los mismos
boliches y a la salida de los mismos, dado que los jóvenes consumen, ya sea
alcohol, ya sea estupefacientes, hasta altas horas de la madrugada
–como forma de demostrar su pertenencia al grupo, entre otras cosas-
generándose un descontrol total que los incita a enfrentarse, en algunos casos,
hasta la muerte.
A las peleas que ocurren entre los integrantes de diferentes grupos, hay que
sumar la violencia ejercida por los "patovicas", quienes, a la hora del ingreso a
los boliches, deciden o se reservan “el derecho de admisión” por portación
de cara, de origen, de ropa, etc., y cuya forma de comunicarse es la golpiza.
Frente a esta situación los especialistas en el tema, a través de diversas
disciplinas, analizan las razones
que existen de las muertes violentas de los adolescentes. Así, llegaron a
establecer como primera causa el entorno familiar, la crisis existente en la
familia típica y tradicional, no solamente en la Argentina, sino a nivel
mundial. La falta de afecto reemplazando calidad y cantidad por compras que los
satisfacen en todo lo que es lo último del mercado. De esta manera, la
existencia del celular que les compran para estar “comunicados” reemplaza la
presencia paterna, así los chicos pasan toda la noche en la calle, con la
posibilidad de inventar lugares en los que se encuentran o con quiénes están.
Por otra parte, la agresividad que ven en los adultos es otro “modelo” a
seguir.
Algo y en forma urgente debemos hacer para
que en el camino no se queden más adolescentes que recién comienzan a caminar.
Que puedan crecer en un presente con futuro y que puedan vivir ese futuro.
Graciela Catalán Alvarez