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Por qué la fórmula Alberto-Cristina es una buena noticia para el gobierno

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Truco fallido
Truco fallido

“La mistificación es un fenómeno frágil”. Laurence Debray

 

Cuando el viernes a la noche escribí mi columna habitual, obviamente no imaginaba que nuestra prestidigitadora egipcia lanzaría a la mañana siguiente el anuncio de su decisión de designar a Alberto “Camaleón” Fernández como candidato a Presidente de la Nación por Unión Ciudadana, reservándose el segundo puesto. Los integrantes del sello del PJ que encabeza José Luis Gioja y se apelotonaron para la foto con ella, agotaron los stocks de hilo quirúrgico para suturarse el… y se sumaron alegremente a la movida.

A mi modo de ver, se trata de una confesa muestra de clarísima debilidad. Todas las recientes encuestas que tanto nos han alegrado o preocupado –dependiendo del lado de la grieta en que nos encontremos- anunciando su triunfo son falsas, a punto tal que ni siquiera Cristina cree en ellas. ¿Alguien puede ser tan ingenuo, después de haberla soportado durante doce años, que renunciaría al más alto cargo si hubiera creído en una ventaja de ocho puntos sobre Mauricio Macri en un ballotage?

Su ego es tal que ni siquiera permitió que fuera su Instituto Patria quien hiciera el anuncio de la fórmula que competiría y, por primera vez en la trayectoria mundial de la democracia, un precandidato a vice designó a quien encabeza la fórmula. La lectura no puede ser más clara: soy yo quien decide.

Es decir, está convencida de que, como están las cosas, perderá otra elección –en 2017, esta genial mujer lo hizo contra dos “cuatro de copas” políticos, Esteban Bullrich y Gladys González- e intenta ahora evitar ser nuevamente la cara oficial de la derrota y ensayar alguna apertura en pos de votos ajenos. Pero su neo y fiel amigo no podrá de arrimarle nada.

Aún cuando tuviera éxito en la misión de atraer a Sergio Massa al redil abandonado, en modo alguno significaría que los escasos votos que éste conserva pudieran trasvasarse al binomio pretendiente; las sociedades ya no son aquéllas sobre las cuales podía usar el dedo elector. Pregúnteselo nada menos que a Luiz Inácio Lula da Silva, que no pudo hacerlo a favor de Fernando Haddad y permitió así el triunfo de Jair Bolsonaro.

Es cierto que Alberto Fernández tiene buenas relaciones con casi todo el espectro económico y político del país y del extranjero, puesto que ha usado todas las camisetas (cavallismo, menemismo, duhaldismo, nestorismo, massismo y, ahora, cristinismo) con buenos modales, pero nadie come vidrio.

No basta para convencer al círculo rojo que se haya desmarcado de la gestión de Cristina a punto de criticarla, hasta hace muy poco, agriamente; nadie cree en su capacidad de influir sobre el temperamento natural de ella. Si la fórmula tuviera éxito, el comando estaría en manos de la viuda y volveríamos al “socialismo del siglo XXI”; los mercados lo saben y los precios de todos los activos argentinos –moneda, bonos, acciones, campos, industrias, inmuebles, etc.- se depreciarían a la velocidad del rayo y todos esos eventuales amigos perderían en consecuencia.

Tampoco olvidan que, como todos los jefes de Gabinete kirchneristas, padeció de una ceguera localizada que le impidió ver el trasiego de bolsos en el despacho presidencial y, en una muestra clara de su nueva conducta enumeró él mismo, en un reciente sincericidio, quiénes son los jueces que deberán cuidar sus espaldas para no ser convertidos inmediatamente en nuevos Alberto Nisman. ¿Se asustarán tanto los nombrados como para paralizar los juicios?

Además, conviene pensar que, a contramano de la historia del kirchnerismo, esto se produce a un mes largo de la fecha de cierre de las candidaturas; entonces, hasta que éstas se oficialicen, no es más que un amague exploratorio y la fórmula podrá cambiar, o invertirse, sin que a nadie asombre.

Ante la declinación de Felipe Solá y Agustín Rossi a sus respectivas postulaciones a la precandidatura y dado que ambos tenían parecida intención de voto que yo en los Estados Unidos, para no ser menos también desisto irrevocablemente de competir contra Donald Trump. En cambio, Daniel Scioli informó que sostendrá la suya, para legitimar una PASO de ese espacio político; no era cosa de dejar solo al binomio inversamente ungido.

Se especuló que el anuncio pretende preparar el terreno para un indulto. Me parece un disparate adjudicar el “patriótico renunciamiento” que Cristina escenificó el sábado a esta causa: de triunfar, siempre podría confiar en la generalizada cobardía o complicidad de los jueces para obtener la impunidad. Por otra parte, los juicios por los zafarranchos del kirchnerismo aún no han comenzado y el trámite de la etapa oral de cada uno se extenderá, como mínimo, más de dos años. Luego la Cámara Federal de Casación revisará cada fallo y, finalmente, éste irá a la Corte Suprema, que no tiene plazos para expedirse. En resumen, estamos a años de una sentencia definitiva que habilitara, en caso de resultar condenatoria, un perdón presidencial.

Para no abusar más de usted, terminaré recomendando al Gobierno convencerse de que se trata de una buena noticia, y que debe abstenerse de reaccionar con precipitación o realizar cambios en sus propias fórmulas electorales. Cristina Elisabet Fernández está buscando precisamente esto, y sería una inigualable torpeza permitirle que marque el paso del proceso.

 
 

6 comentarios Dejá tu comentario

  1. ¡Qué suerte que tienen vos Avogradro y tus correligionarios PRO!, que la movida de la pingua K sea una "buena noticia" para Uds.". Pero ¡minga!, con esto los termina de reventar. Primero, que ya con las cagadas que sin solución de continuidad se vienen mandando desde mediados del año pasado, quien sabe si no salen cuartos cómodos en la 1era. vuelta, detrás de Espert. Acá lo que cuenta es llegar al balotage, lo que la pingua K con su núcleo duro tiene asegurado, y después. para ella, está la necesidad de atenuar el antikakismo en la sociedad argentina, que es lo que logra al poner a un hombre del establishment(y "agente yanki" según lo denunció D'Elía) y ella "bajarse". Con eso, y con el aumento del antiprosismo en la sociedad, ahora mayor que el antikakismo, Fernández "bigote chico" le gana fácil al Mauri Macri, al que ya ni sos "socios" de Cambiemos lo quieren. Sino fuera porque a los K le conviene tenerlo a él en el balotage y van a hacer todo lo posible para que la bolsa de gatos del antikakismo peronchista no se pongan de acuerdo y no puedan llevar un candidato único(porque si lo lograran le ganarían fácil el balotage a los K), tus compinches del PRO saldrían con suerte 3eros. en la primera vuelta..

  2. Si algo tiene de razón el Dr Avogadro es que con 9% de ventaja ya era presidente, la elección era solo un trámite (sic), no hay ninguna explicación para lo que hizo.

  3. La explicación es que el 9% de ventaja nunca existió Guillerdi, ella tiene un techo, y pierde en segunda vuelta con Mauri, con Lavagna o con cualquiera del Peronismo Federal que los represente, y jamás conseguiría los votos para triunfar en primera vuelta. Y en el hipotético caso que lograra ganar, en el peor de los casos cogobernará con Albertito, que no tiene estructura, ni calle, sólo contactos.

  4. Por eso, todas las encuestas, mitad truchada y mitad la gente responde verdura. Nadie dice que vota a Macri en público, pero la mayoría lo va a hacer en el cuarto oscuro cuando enfrente esté el kirchnerismo. Por eso, kristina tiene que llegar libre a las elecciones.

  5. Guillerdi lo que dice maralerod es la justa, la encuesta esa de la diferencia de 9 puntos entre la pingua K y el Mauri en un balotage, fue una truchada de Duran Barba para que la pingua se presentara. Pero ésta no come vidrios y de ganar y perder elecciones la sabe lunga. Su derrota hace poco más de 1 año en su feudo, la provincia de Buenas Aires, frente a los ignotos y deslucidos Bullrich y la González, no le dejó dudas de que el antikakismo en la sociedad argentina era mayoritario y que JAMÁS le podría ganar un balotage al Mauri. Justamente con esta movida cubre 2 "necesidades": 1. atenuar el antikakismo y con el aumento del antiprosismo que se incrementó grandemente porque al Mauri desde hace 1 año por los menos NO LE SALE UNA BIEN, ahora si gana fáil el balotaje con él. Pero no con el peronismo no K, si éste lograra desplazar al PRO del balotaje lo que a esta altura no parece fácil. Y 2. no tener que gobernar nuevamente, algo que la ponía muy mal por las presiones a que era sometida, ella dice por eso en su libro: "ahora no me duele más el estómago" y se queja(con razón) de lo que le hacían pasar por su condición de mujer sola. Ella sabe, que si llegó a 2015 "con muletas", partiendo de una situación muchísimo mejor que la que dejó y que los PRO han agravado considerablemente, ahora NO PODRÍA GOBERNAR, por eso es que no quiere más Lola, su ÚNICO OBJETIVO, y lo ha dicho expresamente, es QUE NO GANE EL PRO, porque si esto ocurriera ella(y sus hijos) en 2020 van presos, porque los senadores flan le van a sacar los fueros.

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