Alberto Fernández, precandidato a presidente de la Nación por Frente de Todos, salió a captar el voto de los consumidores de drogas afirmando que: “La guerra contra las drogas ha fracasado” y “la marihuana es menos nociva que el tabaco”. Dos afirmaciones erradas para quien pretende dirigir los destinos de la Patria.
El Dr. José Velandia neurólogo colombiano nos informa que el consumo de marihuana necrosa el sistema neuronal con daños irreversibles, sobre todo en niños y adolescentes cuyo crecimiento cerebral está en desarrollo, mostrando desde los estudios científicos que ha desarrollado los daños claros y concretos que produce el consumo de cannabis.
Alberto Fernández confunde claramente los avances del aceite de cannabis que tiene solo cannabidiol (elemento no nocivo), con los daños que imprime en el cerebro humano el tetrahidrocannabinol presente en los porros y el “11 hidroxi” que aparece en la marihuana cocinada.
Debería tener claro que una cosa es dar un medicamento controlado por el galeno a una persona que padece esclerosis refractaria y otra muy diferente es un joven de 17 años arruinándose la vida con un porro en la mano. Es como liberalizar la morfina que solo son aplicadas a enfermos terminales para que quede en manos de un pibe.
El psiquiatra Eduardo Kalina de Argentina es muy claro al respecto, ya que nos informa que el uso de cannabis desarrolla paranoia, psicosis y esquizofrenia, cosa que el tabaco no hace. Eso demuestra porque una sustancia está prohibida y la otra es legal.
No es real que la marihuana sea menos dañina que el tabaco. Todos los espacios de rehabilitación claramente nos hablan de los profundos daños que produce el consumo de marihuana, debido a que es una droga altamente adictiva y la más difícil de dejar por la enorme producción de dopamina que genera a nivel cerebral. De hecho las recaídas en personas en recuperación, generalmente se producen con cannabis.
No es bueno para la sociedad argentina que un precandidato a Presidente se refiera a estos temas sin un respaldo científico real y concreto ignorando de plano los daños de esta sustancia, que hunden en el más profundo dolor a cientos de miles de familias de todo el país.
En cuanto al enfoque jurídico que puede orientar la opinión de Alberto Fernández, es cierto que no suma la detención de un consumidor de marihuana, aunque a nadie van a buscar a su casa por fumar un porro, pero sí por hacer ostentación pública y sostener conductas desordenadas producidas por el consumo como lo marca la ley 23.737.
En cuanto a la lucha contra el narcotráfico, Patricia Bullrich hizo más en un año de trabajo, que todo lo desarrollado por Aníbal Fernández en los 12 años que se adueñó de las fuerzas de seguridad. Con Bullrich hasta contamos con el procesamiento de Soto Dávila Juez del Federal 1 de Corrientes, a quien se le adjudica la jefatura del grupo de delincuentes que trasportaban 15 mil kilos semanales de marihuana.
Sugerimos desde la Asociación Antidrogas de la República Argentina tener en cuenta los resultados de los estudios realizados por destacadas personalidades de la comunidad médica y científica internacional, las que evidencian en forma irrefutable los daños irreparables sufridos por los consumidores de ésta sustancia y lo afirmado por personalidades reconocidas mundialmente como Nora Volkow del National Institute on Drug Abuse (NIDA) o Mina Sheinfeld de Forjando Liderazgos de Brasil.