Matías Garfunkel no necesita presentación, es un empresario de los medios que ha sabido acumular millones y que se ha encontrado en la mira de la justicia por puntuales irregularidades que lo llevaron a tener problemas legales.
Dos claros ejemplos de ello son: un embargo de 35 millones de pesos que homologó la Cámara de Casación Penal a principios del 2018 por la exportación ilegal de obras de arte y un procesamiento dictado por el juez Gustavo Meirovich a principios del corriente 2019, quien le trabó un embargo por 150 millones de pesos por la evasión de Impuesto a las Ganancias en una transferencia de 20 millones de dólares que supuestamente le habría “donado” su madre Mónica Madanes en el año 2010 y, pocos meses después, le pagó 12,5 millones de dólares a Sergio Szpolski por la mitad de su grupo de medios K.
Por estos y otros temas judiciales, el empresario se encuentra viviendo en Miami y, en la causa por presunto contrabando de obras de arte, en octubre de 2016, fue procesado sin prisión.
Tal parece que Garfunkel sigue haciendo de las suyas y ahora estaría a punto de cometer un fraude con la venta de una mansión ubicada en el coqueto barrio de Belgrano, a la atura 1535 de la calle 11 de septiembre, en contra de otro empresario, Eduardo Cohen Watkins, un hombre muy cercano al presidente Mauricio Macri.
Según le comentaron fuentes a Tribuna de Periodistas, hace pocos días Cohen Watkins abonó la suma de 500 mil dólares en concepto de adelanto con el propósito de comenzar a escriturar la vivienda que habían comprado Garfunkel con su reciente separada ex esposa, Victoria Vanucci, en la exsede del Banco Mercantil, cuya tasación se eleva a 6 millones de dólares.
El problema es que dicha mansión, que se encuentra en venta desde hace ya dos años, pertenece a la firma Garfunkel S.A. que en noviembre del 2018 cambió su composición societaria: su actual presidente es Guillermo Eduardo Bracuto Fare, titular del Consejo Directivo de la Federación Argentina de Pato y, la directora suplente, es la propia madre del empresario.
A razón de la retahíla de embargos que le fueron aplicados a Garfunkel, la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) dio de baja el CUIT de dicha sociedad, por tanto, quedaría imposibilitada la venta de la mansión y sobre todo si se tiene en cuenta que el cambio de autoridades nunca le fue informado a Cohen Watkins, así como tampoco la inhabilitación aplicada por el organismo recaudador.
Según cuentan los conocedores, la vivienda en pugna es un petit hotel del siglo 20 repleto de obras de arte, manuscritos originales de Napoleón, Jorge Luis Borges, Richard Nixon y Winston Churchill, también se puede encontrar allí una mesa de mármol italiano que perteneció a Gianni Versace y data del siglo 15.
Mas allá de lo aquí mencionado, dicha residencia conserva ciertos objetos de lujo como relojes, autos, motos y armas antiguas; escritos del ex presidente Perón, esculturas y una bóveda que permanece en su interior que tuvo uso mientras funcionaba la sucursal del Banco Mercantil.
¿Quién es Eduardo Cohen Watkins?
Su madre es Lily Safra, viuda del banquero Judío libanes Edmond Safra, el cuarto y último esposo. El primero fue el fabricante de medias Mario Cohen, quien fuera el padre de Eduardo.
Cohen Watkins está casado con Cindy Teperman, cuyo nombre apareció en la lista de capitales fugados a través de la filial suiza del banco HSBC. El presidente de la sucursal argentina, Gabriel Martino, se excusó de presentar la documentación que había sido requerida por el Banco Central (BCRA) aduciendo que se habían perdido en el incendio de Iron Mountain en febrero del año 2014.
El amigo del presidente posee un local en el Hotel Alvear de nombre Arita, en el cual se comercializan joyas y antigüedades y, además, tiene el 10 por ciento del paquete accionario de del Grupo Kuarzo Entertainment, que adquirió Endemol.
Estimado Nicolás: no creo que una persona multimillonaria ponga U$S 500.000 sin asesorarse ANTES. Y ningun inmueble se "comienzan" a escriturar. Se escritura o no. Saludos cordiales.
Así son los kirchneristas, ladrones, es lo mismo si son políticos o privados, si son kirchneristas cuidá la billetera porque te la punguean.