Un viejo chiste reza que a José Alperovich le dicen “Aloe vera”, porque cada vez le encuentran “más propiedades”.
En Tucumán nadie se sorprende, porque en los rincones todos hablan de eso: de cómo el exgobernador de Tucumán y actual senador nacional se llenó de dinero luego de su paso por la función pública. Nadie sabe cómo.
“No puede justificar ni el blanco”, dicen ahí mismo. Y es cierto: en 2018, Alperovich declaró bienes por $750.498.161, lo que representa un incremento patrimonial de casi 300 millones de pesos: en rigor, fueron $290.349.828 más que los $460.148.341 que poseía al inicio 2018. En 2017, su patrimonio había crecido $234 millones.
Los números fueron consignados en la última declaración jurada que el propio exgobernador presentó ante la Oficina Anticorrupción (OA).
"En el 2018 a pesar de la severa crisis económica por la que atraviesa nuestro país, he podido sostener los empleos en las empresas y generar oportunidades para muchos tucumanos y tucumanas, siendo esto una satisfacción inmensa para mí", expresó el exgobernador de Tucumán entre 2003 y 2015.
De acuerdo a lo que publica diario La Nación, Alperovich informó a la OA que es dueño de un grupo de empresas que incluye a las firmas Avanco SRL, La Galesa SRL y León Alperovich SACIFI. Sobre Avanco, señaló que "es una constructora que cuenta con 177 empleados y que contrata a casi 200 empresas como proveedoras".
Respecto de La Galesa, indicó que "pertenece al sector agrícola ganadero y cuenta con 19 empleados, y contrata servicios y productos a otras 130 empresas".
En tanto, dijo que la firma León Alperovich "brinda servicios de hotelería e inmobiliarios, contrata a más de 100 proveedores y cuenta con 22 empleados".
Alperovich dijo que su participación en el resultado de las ganancias de esas empresas representó un ingreso de $213.955.348 durante 2018. Detalló que la mayor parte de esos ingresos, un total de $178.000.244 (tras el pago del impuesto a las Ganancias por $97.808.680), provinieron de las ventas realizadas por la firma León Alperovich de Tucumán SA, su concesionaria de automóviles. O sea, algo imposible de comprobar.