La firma Awada es conocida, muy conocida. Tiene una relación directa con la primera dama, Juliana Awada y es dirigida por la madre de esta última, Elsa Esther Baker.
Oportunamente, los talleres que trabajan confeccionando prendas para la empresa fueron denunciados por trabajo esclavo.
A su vez, la Fundación La Alameda hizo dos denuncias penales contra la firma en 2006 y 2011, involucrando a Juliana Awada.
En ese contexto, la esposa del presidente Mauricio Macri dijo que las denuncias son falsas y aseguró que ella nunca fue dueña de Awada.
Más allá de las palabras de la primera dama —que suenan poco creíbles—, Tribuna de Periodistas tuvo la posibilidad de acceder a algunos de los testimonios de empleadas y exempleadas de esa firma y pudo comprobar, entre otras cosas, que Awada:
-Deposita los sueldos después del 10, pero en los recibos figura otra fecha.
-En el año 2019 sacó el servicio de limpieza y puso a sus propias empleadas a cargo del mismo, sin pagarles extra alguno.
-A partir del año 2018, paga el sueldo en dos veces, los aguinaldos también.
-En 2018 quiso hacer firmar a sus trabajadoras el contrato nuevamente, cambiando las 7 hs laborales por 8. A las chicas más nuevas se las obligó, diciéndoles que si no lo firmaban serían despedidas. Debido a ello se les quita a las empleadas el IVA de las comisiones y cualquier otro premio extra.
-A las chicas que tienen más de 15 días de vacaciones, no se les deja elegir fecha para tomárselas e incluso se las divide en dos, para que no puedan tomarse todos los días juntos, lo cual es ilegal.
-Cada vez que las chicas llaman por teléfono al sindicato para denunciar alguna irregularidad, después de hacerlo, reciben un llamado de la madre de Juliana.
“Lo que generalmente suele ocurrir es que después de quejarse, la empleada comienza a ser víctima de rotaciones en los locales, para perjudicarla en el trabajo. Siempre a las quejosas se las envía a locales que están lejos del actual. Esto nos hizo entender que no es viable contar con el sindicato, al contrario, nos perjudica. El sindicato está comprado y encajona todas las quejas”, dijo una de las trabajadoras a este portal.
-¿Por qué cobran en dos veces?
-No sabemos, pero es vergonzoso. Lo que yo pienso es que trabaja la plata, le gana intereses. Estamos hablando de locales que venden por mes millones de pesos.
-¿Tiene juicios la empresa?
-Sí. Hay juicios en trámite todavía, a muchas, antes de despedirlas, las cambió de local para cansarlas y conseguir que ellas renunciaran, ya que generalmente las cambiaba a locales lejanos al que estaban, y coincidían en la lejanía de su casa. Sin mencionar lo del cambio del sindicato.
-¿Qué es lo del cambio del sindicato?
-En 2011 se cambió de sindicato, de comercio a textil. El nuevo sindicato nos pagaba refrigerio y viático pero ella no lo pagaba. Y cuando compañeras hacen el reclamo, fueron despedidas.