La forma en que se estableció la eliminación del IVA para una serie de alimentos de la canasta básica, estimula a los comercios de minoristas a ofrecer los productos que mantienen el impuesto en vigencia debido a que el impuesto en realidad no fue eliminado de los productos, sino que su alícuota fue reducida a cero, señalan tributaristas.
La paradoja se explica por la forma en que se administra el gravamen. Se trata de un impuesto encadenado, que paga solo el último eslabón, es decir, el consumidor. Cada comerciante genera un crédito de IVA cuando repone la mercadería que va a vender o paga un servicio y a su vez, genera débitos de sus clientes cuando vende. La diferencia entre lo que paga y lo que cobra, es lo que finalmente le abona a la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP). Cuando la AFIP redujo la alícuota a cero, eso implicó que el bien sigue alcanzado por el impuesto, aunque no genere débitos y que por lo tanto se pueden compensar con los créditos que generen otros productos de su oferta.
Al respecto, la economista del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), Alejandra Scarano, señaló que “como el IVA es un impuesto en cadena, si solo se desgravan las ventas a los consumidores finales, el supermercado va a empezar a acumular un crédito fiscal”.
Javier Panno, Quality Manager de Auditoría del estudio Aurem, advirtió que “la medida de la AFIP puede generar un problema financiero, pero solo para las empresas que venden mayoritariamente esos productos”. Habría que pensar en un comercio que solo expenda aceite, por ejemplo.
“En el resto, el crédito fiscal generado por las compras de estos productos pueden usarlo para compensar los créditos generados por los otros”, explicó.
Del mismo modo, el tributarista César Litvin considera que es “algo excepcional” que un comercio pueda perder dinero. “En general los que venden los productos con tasa 0 y pagan el iva en la etapa anterior, ese crédito fiscal lo computan contra los débitos fiscales del resto”, coincidió.
Litvin agregó que “solo se produce el efecto financiero si los que venden esos productos beneficiados sean la mayoría de su bienes enajenados. En ese caso tendrá que esperar generar débitos fiscales y es muy difícil que eso pueda darse”.
Mario Volman, de Kaplan, Volman y Asociados, señaló que “si el mix de ventas del minorista es en su gran medida de productos gravados al 0% puede generarse saldo a favor técnico y demorar el cómputo del crédito fiscal, pero en general se trata de agentes económicos con diversidad de ventas de productos”.
Por su lado, Federico De Luca consideró que bajo el esquema que implementó el gobierno “el crédito fiscal generado por los productos que no están alcanzados por la medida se podrá compensar contra los débitos fiscales generados por los productos alcanzados”
De Luca indicó que los supermercados pagan grandes cantidades de IVA y que por lo tanto “no se deberían generar saldos acumulados.” Carlos Lamiral
La medida está bien pero nunca se negociará el consumidor final. En Tucumán suben los precios todos los días y la mayoría de los comerciantes no te dan una factura ni beodo. La mayoría son evasores y si le pedís factura no te venden. La AFIP en Tucumán AUSENTE.