A fines de 2018 se conoció la noticia que el hoy candidato a Diputado por el Frente de Todos Sergio Massa cobró un salario por más de 2 años de una universidad pública como docente, pero nunca fue a dictar clases.
Fue denunciado ante la Oficina Anticorrupción por la ONG Ciudadanos Libres por la Calidad Institucional, dirigida por José Magioncalda.
En su momento, se dieron a conocer los vínculos que unían a Massa con la Universidad del Noroeste en Junín, provincia de Buenos Aires, donde cobró un sueldo por clases que no dictó.
Desde la casa de estudios manejada por referentes massistas reconocieron el vínculo laboral pero el tigrense sólo visitó Junín en dos ocasiones y por temas políticos. Aclararon que fue “docente adjunto interino”.
Sin ir físicamente ¿qué tipo de prestación realizaba? No sólo no fue aclarado, sino que fue negado por su familia, es el caso de la suegra de Sergio Massa, la referente del Frente Renovador Marcela Durrieu que sostuvo que la información “no era verdad”.
Sin embargo, en los registros oficiales de ANSES / AFIP Massa registra cobros de su paso por la cámara de diputados durante 2017 y también percibía mes a mes ingresos de alrededor de $ 12.000 de la Universidad del Noroeste (UNNOBA).
Un informe oficial revela que la Sindicatura General de la Nación (organismo de control) planteó que no era posible acreditar la efectiva prestación de servicios por parte del denunciado Massa por la falta de controles de la universidad, situación que además se refuerza por la falta de documentación respaldatoria. La Oficina Anticorrupción pidió a la SIGEN que siga investigando.
¿Por qué el entorno del líder del Frente Renovador negó los hechos? ¿Qué dirán ahora con auditorías del propio Estado que ponen en evidencia irregularidades graves y nadie puede aportar pruebas que desmientan la denuncia original? Preguntas sin respuestas. Sebastian Turtora