Entrevistamos al cirujano plástico Guillermo Blujerman, que nos contó que en su consultorio hacen en promedio (porque varía según las estaciones) por lo menos siete operaciones de mamas por semana. Estas intervenciones salen un poco más de siete mil pesos, y según apreciaciones, la gente está más confiada porque pudo ver como trabajaban a través del programa  “Transformaciones” o en general porque tienen algún conocido que se realizó una intervención similar.
  Una de las motivaciones que teníamos era averiguar si había contraposición entre el placer del tacto y el de la vista o el estético.
   El especialista ensayó una teoría sobre el placer del tacto por parte del hombre y concluyó que no había prácticamente diferencia si el implante estaba bien realizado y con buenos materiales. De hecho varias pacientes le comentaron que sus maridos no se habían dado cuenta. En estos casos se explican las operaciones.
   También varias mujeres les dijeron que tenían más sensibilidad y que al sentirse mejor con su cuerpo disfrutaban más al hacer el amor.
   Como siempre estas raras y divertidas investigaciones nos ayudan a conocer más la realidad y entenderla. El ser humano y sus prácticas son lo que hacen de este mundo lo que es: puede no gustarnos, pero es lo que hay. Este informe muestra que a muchos les importa “el que dirán” (además de argentinos viene extranjeros por la ventaja del 3 a 1) y según el cirujano las operaciones no son un gasto sino una inversión porque “uno invierte en su cuerpo, en verse mejor, en sentirse bien. A veces estas cirugías reemplazan terapias psicológicas mucho más largas y mucho más costosas.” 

A.I.: Señor Guillermo Blujerman, ¿cómo le va?, Alejandro Inafuku le habla. Para empezar: ¿nos contaría cuantas intervenciones quirúrgicas realiza en promedio?

G.B.: Muy buenas tardes. Y, lo que pasa es que en general es muy variable, es estacional, porque cuando se acerca el verano, las chicas empiezan a querer mejorar su cuerpo. Por lo general, en invierno, se hacen más cirugía facial. Pero más o menos estamos en unas siete cirugías de implantes mamarios por semana.

A.I.: Una por día, impresionante.

G.B.: Mínimo una por día. También hay otras cirugías mamarias, que son levantar, después de amamantar, cuando se achican y se caen; hay otras que tienen mamas muy grandes entonces hay que achicarlas; hay gente que tiene un cáncer, entonces hay que reconstruir la mama. Y todo eso suma también, pero  aumento de mama mínimo uno por día.

A.I.: Que interesante enterarse que estas operaciones son como la ropa, que varían según la temporada…

 G.B.: Si, claro, porque existe la estacionalidad en todo, por supuesto está también la gente que vive en Europa y viene a operarse acá, o en Estados Unidos, y eso compensa un poco también, porque cuando es verano allá es invierno acá.

A.I.: ¿Cuánto sale cada operación?

G.B.: La verdad que yo no manejo los precios, los maneja la  parte contable de la clínica. Pero el implante, en sí, cuesta más o menos 800 dólares y la cirugía con todos los  gastos estará más o menos entre 4000 y 5000 pesos.

A.I.: Todo un gasto…

G.B.: Es una inversión, no es un gasto...

A.I.: ¿Por qué?

G:B.: Y, porque uno invierte en su cuerpo, en verse mejor, en sentirse mejor. A veces estas cirugías reemplazan terapias psicológicas mucho más largas y mucho más costosas.

A.I.: Es un punto de vista interesante, pero discutible.  Así que siganos contando como es el procedimiento para operarse las mamas: llega la paciente, deja un cheque por la administración y pasa a la sala de cirugías o primero tiene una charla con psicólogos ? 

G.B.: No, básicamente la mujer que se decide a venir a una consulta ya lo viene masticando desde hace mucho, tiene amigas que se lo hicieron, tiene a la madre, la tía o la abuela que ya se operó. Entonces desde hace mucho viene masticándolo, viene muy digerido todo, el día que viene a nuestra consulta ya visitó nuestra página web, que es de un libro que nosotros tenemos que explica todo el proceso, o se lleva un libro de acá, de la clínica. Y eso hace que sepa qué esperar realmente durante la cirugía, en el preoperatorio, en el post operatorio. Muchas vienen con los análisis prequirúrgicos listos, entonces se facilita mucho. Además el hecho de que nosotros hayamos estado en televisión, en Transformaciones, mostrando cómo es el proceso, la cirugía, etc., hace que tengan más confianza ya en nosotros.

A.I.: A ver, ya que me cuenta sobre ese programa: se dice que tuvieron problemas con algunos participantes. ¿Esto es cierto?

G.B.: No, no. Fuera del caso de la Tota Santillan, no hubo ningún otro drama.

A.I.: ¿Qué problema tuvo la Tota Santillan?

G.B.: Y bueno, que quiso sacarse lo que se había puesto. Se arrepintió de la cirugía, nada más. Eso ya se explicó durante el programa.

A.I.: ¿Uds. fueron los que se la hicieron?

G.B.: No, nosotros no hacemos cirugía variátrica, no hacemos la banda gástrica. Lo hicieron cirujanos generales.

A.I.: Volvamos sobre su especialidad. ¿Qué tan peligroso es para una persona, hacerse un implante de mamas?

G.B.: Hoy en día es menos riesgoso que andar por las calles de Buenos Aires. Cualquier cirugía estética hechas en personas sanas, con un pre-quirúrgico bien estudiado, que no tenga ningún problema infeccioso, ninguna reacción alérgica, o un problema cardiovascular o diabetes, realmente es una cirugía bastante tranquila. Por supuesto, en toda cirugía pueden existir a veces procesos inflamatorios, un hematoma o una ceroma, pero la tasa de complicaciones es bastante baja. Sobre todo cuando uno trabaja con anestesia local, en forma ambulatoria y en un ambiente quirúrgico adecuado solamente para cirugía plástica.

A.I.: ¿Cómo es el tacto de un seno que ha sido operado? Queremos saber si no hay un enfrentamiento entre lo estético, visual, y el sentido del tacto. Puede que se vea mejor pero para el que lo toca no genere una sensación peor o por lo menos distinta.

G.B: Es absolutamente normal. Igual está estudiado, sobre todo porque nosotros colocamos el implante detrás del músculo pectoral, entonces son implantes profundos que no influyen en la sensibilidad. Hay estudios en miles de pacientes, en los cuales se les preguntó si eran más sensibles antes o después, durante las relaciones sexuales, y se demostró que después de los implantes tenían mejor sensibilidad, más ganas de hacer el amor, más erotismo, porque se sentían mejor consigo mismas y con su cuerpo, con más confianza con su cuerpo, entonces ahí se podían brindar de una forma más abierta con su pareja.

A.I.: Y ahora le pregunto a Ud. como hombre, ya que está en constante manipulación de esto: ¿cuándo toca un seno que ha sido implantado, le da la misma satisfacción que cuándo lo hace con uno que no?

G.B.: Yo estoy casado hace muchos años así que no puedo responder esa pregunta. Además, todos los días estoy tocando la mama de una paciente, de una persona, pero no es lo mismo que tocar la mama en un ambiente...en un telo, en un cine, en el sofá de la casa o en la cama, que estar en un consultorio de forma profesional, con guantes muchas veces. Entonces lo importante es lo que siente la paciente. El hombre, la mayoría de los hombres, no saben que las mujeres se implantaron. Muchas pacientes me dijeron "Doctor, va a entrar mi marido, no sabe que me implanté, no sabe que tengo siliconas".

A.I.: Entonces, en base a los diferentes testimonios que Ud. tiene podría tratar de ensayar alguna conclusión sobre  ¿por qué el hombre disfruta tanto de tocar un seno?

G.B.: Eso viene de la lactancia, está metido en la memoria de  uno de cuando mamaba de la madre, y está muy estudiado, muy freudiano eso de querer tocar un seno.

A.I.: ¿Cree que una persona disfruta más o menos del seno implantado, en base a los testimonios que tenga?

G.B.: Igual, igual que todos los demás, porque es más turgente...

A.I.: Pero, ¿no es más duro el seno implantado?

G.B.: No, si no hay ningún problema o si no está encapsulado. Hay senos que son cápsulas pétreas horribles, hay hipercorrecciones que uno se da cuenta que son artificiales, eso realmente es feo de sentirlo, de palparlo. Pero el que quiere un resultado natural, para usarlos de entrecasa y no para exhibirlos, es perfecto.

A.I.: Muy bien. Y la última, ya es más ética... supongamos que vaya una persona que realmente tiene muy pocos senos, y quiere tener los senos de Pamela David, por ejemplo, ¿Ud. se lo hace o no se lo hace? O sea, le piden algo que escapa a lo natural.

G.B.: Depende mucho de la forma del torax, de la anatomía, si la paciente realmente quedaría armónica con el cuerpo. Por lo general lo que se va haciendo es un aumento progresivo. Se trata de no poner mucho de golpe, porque sería agresivo para el organismo, para la columna. No es que de un día para el otro quiero los senos de Pamela David y se pone eso. Por lo general es más progresivo.

A.I.: Ah… tiene que hacerlo en cuotas.

G.B.: Se van estirando los tejidos, porque sino aparecerían rechazos. Pero igualmente, el consumidor es la paciente, y si está dentro de lo lógico se lo hace.

A.I.: Muchísimas gracias señor. Estamos comunicándonos próximamente, cuando tengamos alguna otra duda de su especialidad.

G.B.: Bárbaro Alejandro, gracias a vos.