Cae la tarde del jueves 31 de agosto, día de San Ramón Nonato, y lentamente nutridas columnas de gente se dirigen a Plaza de Mayo. Unas cuadras más allá, a la vera del Obelisco, otra movilización que sin duda será menos concurrida ya ha empezado con fisuras evidentes. Mientras que Juan Carlos Blumberg pone a tono su discurso de espaldas a la Casa Rosada, a la sombra del más grande símbolo fálico porteño Adolfo Pérez Esquivel decide romper la contramarcha porque considera que no tiene nada que ver con los postulados esgrimidos por el obeso funcionario y ex piquetero virtual Luis D’Elía. Ni la presencia de Kunkel hace paliar este papelón, como tampoco las palabras del dirigente de la FTV oriundo de Isidro Casanova. Frente aquel que vocifera que “los únicos violentos están en la otra Plaza”, ella mismo se ve colmada por personas invadidas por la tristeza más inmensa portando carteles con la foto de sus hijos muertos por la desidia oficial en materia de seguridad urbana.

    Una raya de sangre y dolor divide a ambas movilizaciones, y sin duda también en las dos se cuela una gran dosis de resentimiento y resquemor. Mientras que en la del ocupante de la Comisaría 24 de La Boca califican a los movilizados por el ingeniero textil padre del asesinado Axel como hijos del Proceso genocida, en la de éste muchos miran con temor y desprecio a quienes consideran unos lúmpenes a sueldo del oficialismo.

    Blumberg sin duda no es el mismo que subió al estrado en las escalinatas del Congreso Nacional aquel 10 de abril de 2004, pues en esta cuarta marcha ya está más curtido con el fervor de sus seguidores y ha descubierto los beneficios de la palabra prudente. Por eso, cuando al nombrar a Kirchner arrecian los abucheos los para en seco aludiendo que “siempre es nuestra obligación respetar al Presidente, porque si a él le va bien nos va bien a todos”. Las diferentes cámaras de los noticieros al aire muestran a una Plaza colmada por una multitud espontánea. El ingeniero da debida cuenta de ello y señala que “esto demuestra que nuestro pueblo no se resigna a aceptar la inseguridad, la impunidad y la corrupción de todos los días. Los derechos humanos no son de derecha o de izquierda, sino de todos los que vivimos en nuestra Patria. Tenemos que pedirles a los políticos que no digan una cosa en público y hagan otra cosa en privado. La seguridad es trabajo, educación, alimentación, salud, vivienda digna y fundamentalmente la protección del ciudadano. El delito no es un problema de derecha o de izquierda, sino de todos los argentinos. Porque la única verdad es la realidad. Gracias por estar acá, los quiero mucho. Axel te amo”.

    Luego de enunciar esto, se dirige a la sede del ejecutivo a entregar un petitorio y allí sólo es recibido por el secretario de un ministro.

    Si bien es cierto que Blumberg suele rodearse de conspicuos personajes de derecha, también lo es que todos los que fueron a escucharlo lo hicieron por iniciativa propio movilizados por el dolor y el hartazgo y no por el chori, el tinto o los punteros. Y esto es precisamente lo que hace temblar al oficialismo, un dirigente en ciernes surgido del llanto que mueve a su alrededor un ingente reclamo que no cesa.  

    Al día siguiente, recién despuntado septiembre, al menos en teoría hacían su debut los créditos hipotecarios anunciados recientemente. Telenoche reveló cómo una joven pareja conformada por un taxista y una psicóloga social concurría al Banco Nación con el fin de conseguir lo prometido por el gobierno. La cámara reveló su decepción al comprobar que se retiraban con las manos vacías, hastiados de un nuevo cuento chino de un régimen que sigue curando de palabra.


Lo que viene

    El kirchnerismo no tiene tregua a la hora de los papelones y escándalos. Y es que, a lo sucedido en el acto referido, se sumó en las últimas horas la denuncia surgida a través de la película "Fuerza Aérea S.A." de Enrique Piñeyro, donde se muestran escenas reales referidas a las fallas en el manejo de la seguridad aérea. El impacto fue tal, que el Gobierno debió anunciar que desmilitarizará el control de la aviación civil, históricamente a cargo de la Aeronáutica.

    Lo paradójico es que se le dará más poder al ya poderoso -valga la redundancia- Ricardo Jaime, el cuestionado secretario de Transportes de la Nación, quien recibirá por decreto de Kirchner el traspaso del "Comando de Regiones Aéreas" (CRA). Es evidente que Kirchner sigue en la política de acumular poder en pocos hombres. Ahora ¿Está bien que lo haga con funcionarios tan cuestionados? ¿Nadie le marca esos errores al primer mandatario?

    Es evidente que la escalada creciente de poder K no va a culminar en el corto plazo, más aún cuando quedan por resolver algunas cuestiones candentes. Cada nuevo tema a resolver, muestra la intolerancia del Presidente quien vuelve a demostrar que no piensa tolerar nada que no provenga de su propia planificación personal.

    Lo cierto es que hasta sus hombres le tienen miedo a Kirchner y la oposición no existe ni moderadamente en el escenario de estos días, lo cual permite al Presidente moverse a sus anchas no sólo a nivel político, sino en lo que refiere a sus negocios y los de sus amigotes. La mejor demostración del éxito de la estrategia kirchnerista es que nadie enfoca su mirada sobre los "hombres del Presidente".

    No se habla de Southern Winds ya. Ni de los fondos de Santa Cruz. Menos aún de los fallecidos mineros de Río Turbio y -valga la redundancia- la responsabilidad del irresponsable Sergio Tasselli. Todo se barre bajo la alfombra.

    Todos los movimientos del oficialismo están guiados por el factor "reeleccionista". Todo es visto desde esa óptica. Así, el problema "Lavagna" se reduce a un posible contrincante en las elecciones del año que viene. Blumberg también. Y así todo se traduce en un "nosotros" y "ellos" realmente estúpido.

    Mientras tanto, la economía se sostiene por el dólar elevado, los subsidios y la coyuntura macroeconómica. Por caso, la ministra de Economía, Felisa Miceli, aseguró ayer que el Banco Central seguirá comprando dólares para "aumentar las reservas" y además, "proteger la producción". Todo sea por lograr que el dólar no baje y se pueda sostener el artificial modelo "Techint".

     Esta es la realidad de un modelo que se sostiene con alfileres y que los principales especialistas aseguran que, con suerte, se sostendrá sólo hasta el primer semestre del año 2007. De ahí viene uno de los motivos por lo cual se adelantarán las próximas elecciones presidenciales.

    El gobierno niega que esto sea así, pero ¿Cuántas cosas se dijeron y resultaron ser falsas? Desde las supuestas inversiones chinas hasta la política de tarifas públicas, el oficialismo no deja de ser un real muestrario de lo que comúnmente se conoce como "grito del tero".

    Se podrán decir muchas cosas de Néstor Kirchner y su séquito, a favor o en contra, pero es obvio que de "progresismo" no tiene nada de nada.

Christian Sanz y Fernando Paolella