Ahora lo tratan con suma suavidad y cuidado, pero en 2012 Alberto Fernández fue duramente cuestionado por los mismos que ahora lo elogian. Uno de ellos Gustavo Sylvestre.
En esos días, el ahora presidente se oponía al proceso por la estatización de YPF que impulsó Cristina desde la Casa Rosada.
Ello hizo que en abril de ese mismo año lo cuestionaran en TVR y en el ciclo televisivo 678 en una seguidilla de informes.
“¡Confirmado! Alberto Fernández es lobbista de Repsol!”, dijeron. Al día siguiente, realizaron otro con el título “Fernández, el lobbista de las corporaciones que habla como si fuera independiente”.
En esos informes, “revelaron” que Fernández trabajaba en esa compañía “desde octubre de 2011 por $ 25 mil mensuales” como asesor “en el área de comunicación estratégica y asuntos públicos”.
No fue todo: un día más tarde, volvieron a la carga con otro “Alberto Fernández sigue intentando oscurecer y cada vez aclara más”.
Lo mismo hizo diario Página/12 en esta nota:
Sorprende ver el giro que dieron todos menos de una década más tarde. Nadie resiste el archivo.