Parece muy lejano, porque de hecho el caso de las coimas en el Senado remite a hace unos 20 años.
No obstante, siempre es bueno recordarlo porque Rolando Graña se la da de periodista serio e independiente y nada que ver. El director de Tribuna de Periodistas se ha cansado de decir que es el colega que más cobra por parte de la AFI (exSIDE) y, por si eso fuera poco, está este viejo archivo, de cuando censuró el programa TVR.
Fue cuando decidió tratar ese tema, que le costó caro al gobierno de Fernando De la Rúa. El arrepentido Mario Pontaquarto había sido invitado a esa emisión y sus participaciones fueron recortadas, tal cual puede verse en el video al pie.
Quien lo contó muy bien en su momento fue Emanuel Respighi, quien hizo una crónica en diario Página/12 con lujo de detalles. Fue en año 2005:
La causa por las supuestas coimas en el Senado no deja de sorprender a propios y a extraños. Y sus consecuencias no conocen de ámbitos: el domingo, América censuró el ciclo Televisión registrada por llevar como crítico invitado a Mario Pontaquarto, el arrepentido en la causa de las coimas en el Senado. Si bien el programa periodístico-humorístico salió al aire, el envío no se emitió tal como había sido grabado por Pensado Para Televisión (PPT), la productora del ciclo.
De hecho, sin consultar ni poner en aviso a Diego Gvirtz, productor de TVR, América decidió emitir el ciclo editando todas y cada una de las apreciaciones y comentarios que Pontaquarto había realizado.Para Gvirtz, se trató de una decisión unilateral que no pareciera ser otra cosa que una clara y abierta “censura” del canal a TVR. “El tape que le entregué al canal no sólo no fue emitido sino que lo editaron sin mi consentimiento y lo proyectaron como si nada hubiera pasado”, explicó Gvirtz. “No me están dejando opción: si ellos modifican mis programas, no tiene sentido que el ciclo lo haga yo”, concluyó, aclarando que en los próximos días va a decidir si sus programas –además es el productor de Indomables– continúan o no en la pantalla de América.
Quien haya visto esa emisión del ciclo, que se basa en la edición de material de archivo para detectar contradicciones y/o declaraciones polémicas de diversas personalidades de la cultura o la política, habrá notado que no se trataba de un envío más.
Por primera vez en los más de seis años de vida, TVR salió al aire sin el tradicional “crítico invitado” en el piso. Un hecho que no pasó inadvertido, no sólo porque desde el miércoles las promociones del canal anunciaban que Pontaquarto iba a ser el invitado sino, también, porque la edición era un desastre. Al punto tal que nada, ni siquiera lo que decían Gabriel Schultz y José María Listorti, los conductores de TVR, lograba tener sentido.
“El programa que salió al aire el domingo, si bien utilizó nuestro nombre, no es TVR: es uno hecho por algunas manos maliciosas del canal”, le comentó Gvirtz a Página/12. El productor, que aclaró que ninguno de sus dos ciclos en el canal había sufrido censura anteriormente, contó que en la reunión que tuvo ayer por la mañana con las autoridades del canal (Juan Cruz Avila, Daniel Vila y Rolando Graña) le informaron que “la decisión se debió a que Pontaquarto no era un invitado digno para TVR, que era un delincuente porque estaba procesado”. Para oscurecer más aún el panorama, el vocero del canal, Gabriel Hochbaum, dijo que la edición fue producto de una “decisión artística”, porque los dichos de Pontaquarto eran “aburridos”. Más allá de la contradicción, lo raro es que el canal no le haya avisado al productor que el programa iba a ser editado por manos ajenas a PPT.
Aunque la decisión de “censurar” a TVR sorprendió a la industria televisiva, si se hila fino la determinación de América puede no serlo tanto. Aunque TVR e Indomables son, quizá, dos de los productos más reconocidos de la emisora, en el último tiempo los programas fueron víctimas de varios cambios de días y horarios en su emisión, que terminaron por debilitar su audiencia. De hecho, el envío cuestionado marcaba el debut de TVR los días domingo (a las 21) y, desde ayer, Indomables dejó su tradicional horario de las 21 por el de las 20.15. Además, si bien las promociones del canal anunciando a Pontaquarto como invitado estaban en pantalla desde hacía varios días, Gvirtz recién recibió una hora antes de la grabación del ciclo (el sábado a la tarde) un llamado del canal, comunicándole que no veían con buenos ojos la participación del ex secretario parlamentario. “Fue todo muy raro: no podía cambiar de invitado minutos antes de comenzar la grabación”, se defendió Gvirtz.
El conflicto con PPT de parte del canal se da justo en el momento en que el empresario Francisco de Narváez se sumó a Carlos Avila, Daniel Vila y el ex ministro José Luis Manzano como accionista del multimedios América.”Espero que el cambio de autoridades no tenga nada que ver con lo que pasó. Nunca tuve problemas con ningún invitado ni con el programa. Hasta ahora me respetaban, pero evidentemente algo cambió. Por eso, si decido que TVR se vaya del canal, también lo hará Indomables. No tiene lógica levantar uno por censurado y seguir con otro. Si estamos incómodos para trabajar con uno, también lo estamos para hacer el otro”, detalló Gvirtz. Por su parte, Pontaquarto contó ayer en una conferencia de prensa que fue “altamente censurado”, y que denunció por discriminación “ante el Inadi a las autoridades del canal, porque allí se editó”. El arrepentido anticipó que, además, estudia iniciar una querella penal contra el canal debido al posible “daño moral” que le pudo ocasionar estar tres horas en una grabación que después no se emitió.
Se han escrito cientos de páginas sobre el tema y el lugar común en todas ellas es que no aparece el nombre de uno de los principales intermediarios. Recuerdo una edición de la revista 23 donde lo presentaban como la mano izquierda de Chacho Alvarez. Alberto Flamarique fue el que dijo que los compraban con la Banelco, y uno de los que movieron el paquete. Pero antes de las elecciones, en revista 23, lo presentaban "en sociedad" y mostraban una nota suya de puño y letra donde decía "voy hacer ministro". Lo cierto es que desde el 83 los sobres en el Congreso corrían como el café. También es cierto que el PJ se autodenunció y sacrificó figuras nada más que para hacer daño de puro golpistas que son. El resultado conocido pero no reconocido es que el golpe llegó en medio de disturbios y victimización. Otro papelón y van.
Como es costumbre usaron a Pontaquarto como señuelo y distracción porque ni le cabía el mote de arrepentido al haber sido su rol el de simple chofer. Los involucrados fueron De la Rúa, Santibañez, Genoud, Flamarique. El que declaró sobre el chiste de la Banelco fue el inefable Hugo Moyano. Nunca se dijo pero Chacho quedó pegado, entre otras cosas que se sospechaban pero no se dijeron, porque Flamarique era de los suyos. Luego la "justicia" dictaminó que no pasó nada.
Los clasicos caga tintas a sueldo del mejor postor,estos no pueden genera una noticia ni mordiendo ellos a un perro
G, te comiste el bolazo de las "coimas en el Senado". Fue un operativo rumor(exitoso) de los peronchos para debilitar de entrada al gobierno del aburrido de la Rúa y bajarles sus ínfulas anti-corrupción. Y fue instalado por el viejo Cafiero, al que le había dado manija para que lo hiciera, el pérfido Corach. Esto se inicia por junio de 2000. La Ley Laboral, que había sido lo que había prometido en la campaña la Alianza se había aprobado en marzo, luego de hacerlo fácilmente en diputados donde ésta tenía mayoría y con mucha más discusión en el Senado porque ahí no la tenía. Pero nadie había puesto objeciones porque en realidad TODOS(excepto el negro Moyano porque le disputaba la CGT a los gordos, estaban de acuerdo con que se aprobaba), incluido Menem, Duhalde(que junto con el otro senador de la provincia votó la aprobación, al igual que el viejo Cafiero, luego denunciante. Resultaba tan absurdo el tema que nadie en el Senado le daba pelota al viejo Cafiero, que por eso arregló con el agente de la CIA M. Solá(lo que prueba que la Embajada yanki estuvo detrás de ese "operativo") que publicó en uno de sus "editoriales" de La Nación en junio de 2000: "que había rumores de favores para aprobar la Ley Laboral", con eso el viejo Cafiero planteó una cuestión de privilegio para que el tema se discutiera, pero sus colegas tampoco le dieron pelota. Así fue que confeccionó UN ANÓNIMO(un infame libelo) que el miserable de Chacho Alvarez ¡leyó ante los periodistas! y el tema se difundió. Por una denuncia de oficio el juez Liporaci abre una causa y cita a declarar a los senadores mencionados en el anónimo, a Pontaquarto, al viejo Cafiero y a M. Soláy algunos otros testigos del senado. El "denunciante" Cafiero alegó "que sabía de los sobornos pero que no tenía pruebas", M. Sola, su apoyo mediático, dijo que lo que a él le había llegado "eran rumores de sobornos". Liporace la iba a archivar a la causa porque fuera el anónimo no había pruebas de que esos sobornos hubieran existido, pero el godor Larrata le sacó que había comprado una casa en u$s 1,5 millones de dólares, y Liporace arrugó e imputó a los senadores y a Pontacuarto y Santibañes. La causa siguió su curso, pruebas de soborno no aparecieron y en 2001 fue archivada. Cuando llegaron los K, Albertito F(nuestro actual presi), Anibal Ibarra y el hijo del profesor Bravo(amigo de Pontacuarto) le pagaron a éste para que se arrepintiera y armaron una nueva historieta refritando el anónimo del viejo Cafiero, sacaron a algunos senadores y pusieron otros, y Pontacuarto ya no cobraba u$s 200 mil como los otros senadores según el anónimo, sino que hacía de valet parking de Genoud(jefe de la bancada radical) ¡GRATIS!. Y se inició una nueva cauda a fines de 2003, que tuvo varios instructores, pero las pruebas de los sobornos no aparecían por ningún lado, aparte de los dichos de Pontaquarto desmentidos por todos los demás que declararon Hasta que allá por el 2008 se la dan a Rafecas, que da por cierto el relato trucho de Pontaquarto, cuyo punto más controvertido era la supuesta reunión donde de la Rúa dio la orden de pagar y de "que hablaran con Santibañes", a la sazón, jefe de la SIDE. Finalmente lo procesó a de la Rúa por el incomprobable relato que le armaron a Pontaquarto y elevó la causa a oral. El que se desarrolló durante 2013 y contó con la participación de unos 300 testigos y peritos. El fallo del TOF3 fue lapidario para Pontaquarto y los que lo habían teledirigido: no sólo no había una sola prueba de la existencia de esos sobornos, SINO QUE QUEDÓ TAXATIVAMENTE probado que NO EXISTIERON Y QUE A PONTAQUARTO SE LE PAGÓ PARA QUE SE "ARREPINTIERA" FALSAMENTE. Los "medios" felpudos que habían instalado en la gilada, proclive siempre a pensar lo peor de sus politicastros, la existencia de esos sobornos, se han hecho los dolobus y han ignorado ese fallo luego, confirmado por la Casación, la solicitud del TOF3 de analizar la conducta de Rafecas y Pontaquarto quedó en la nada. A principios de 2014, cuando se conoció el fallo, le refregué en la jeta por mail a Albertito F(entonces en el llano luego de pelearse con los K), porque él y sus socios habían armado ese mamarracho. Me reputió y me bloqueó. Conozco el caso al dedillo, así que si tenés alguna duda al respecto, creo que te la puedo evacuar.
No es un caso José, es el contexto. En el Congreso había coimas para todo, antes durante y después. El mayor invento en todo esto es que fue un caso aislado. De los 90 salieron todos accionistas de petroleras y mineras, eso es nada más una muestra.