A una semana de ocurrir los hechos en Villa Gesell, donde fue asesinado Fernando Báez Sosa de 19 años de edad en la madrugada -del sábado 18 de enero próximo pasado-, después de recibir una brutal golpiza en la puerta de una disco de dicha localidad por un grupo de 10 jóvenes rugbiers de Zarate, Provincia de Buenos Aires, la conmoción del hecho continúa y sigue provocando consternación ante la situación de violencia desmedida.

De esta forma se viene informando, comunicando constantemente por todos los medios como ocurrieron los hechos lamentables, el accionar violento de estos rugbiers en grupo dentro y fuera del local y la escalada de violencia , inexplicable, sin sentido contra Fernando y sus amigos, que finalmente mediante golpes y patadas provocaron múltiples traumastismos, pérdida de conocimiento y su muerte.

Si bien, y tras una intensa búsqueda, el sábado al mediodía los diez jóvenes involucrados, todos mayores de edad fueron detenidos por la policía bonaerense, comenzó la investigación a cargo del Fiscal Walter Mércuri de la Unidad Fiscal Descentralizada N°8 a cargo de General Madariaga.

Sin embargo, el desconcierto y preocupación está latente en cada momento, toda vez que se siguen suscitando nuevos hechos de violencia de similares características y han transcendido públicamente.

A partir de allí y como consecuencia de este lamentable hecho, comenzaron a surgir informes y estadísticas que se hicieron públicas durante el transcurso de la semana pasada, como por ejemplo el informe de Estadísticas Vitales del Ministerio de Salud de la Nación, que determina que “604 varones de entre 15 y 29 años murieron en el país a causa de agresiones físicas en 2018”

Más del 40% tenía entre 20 y 24 años y según los especialistas, los datos expresan una de las consecuencias del “mandato de masculinidad”

De las 1.641 personas fallecidas por agresiones ese año, en las que se incluyen todas las edades y sexos, un poco menos del 83%, que corresponde a 1.361 muertes, fueron de varones. La mayor cantidad de decesos se concentró en las franjas etarias que corresponden a la adolescencia y a la juventud, entre 15 y 29 años, con 694 muertes.

Este estudio emitido por el ministerio mencionado, corresponde a Estadísticas Vitales de 2018, y fue publicada a fines de 2019 por la Dirección de Estadística e Información de Salud (DEIS).

Cabe informar que la Dirección de Estadísticas e Información de Salud (DEIS) es el nivel nacional de Sistema de Estadísticas de Salud, tiene por objetivo intervenir en la implementación y desarrollo de los programas nacionales y locales de estadísticas de salud y difundir el resultado de los mismo y es la representante del Sistema Estadístico Nacional en el Ministerio de Salud.

Frente al citado estudio la socióloga Ana Miranda (Licenciada en Sociología y Magister en Políticas de la UBA, Investigadora Independiente de CONICET) a cargo del Programa de Investigaciones de Juventud de Flacso Argentina expreso a medios colegas que " Lo primero que cuestionamos es que haya un carácter inevitable en esta realidad, los jóvenes no son violentos por naturaleza, la juventud es una construcción social” y afirmo que esta violencia se encuentra presente en toda la sociedad, existe una construcción social de lo que es la masculinidad, un mandato que emerge en casos como los de Villa Gesell”.

Asimismo, la Secretaría de Salud de la Nación en conjunto con Unicef Argentina, dieron a conocer un informe en julio de 2019 sobre el análisis del fallecimiento de los adolescentes en Argentina, sobre la base de datos de la DEIS del año 2017 en el cual se comunicaba que “en las defunciones por violencia, existe una marcada sobremortalidad masculina por cada mujer adolescente fallecida, murieron cerca de tres varones”

Se recalcó también en dicho informe que “la relación se verifica tanto en el caso de las lesiones no intencionales como de los suicidios, incluso en las defunciones de intencionalidad determinada pero no es en el caso de las agresiones cuando la tendencia se incrementa sustancialmente cinco varones fallecidos por cada mujer”

"Si bien la mortalidad en la adolescencia no es un evento frecuente y apenas representa el 1% del total de muertes que se producen anualmente en el país, adquiere una gran relevancia el hecho de que más de la mitad (57%) de las defunciones de adolescentes resultan evitables, ya que son secundarias a causas externas".

Se entienden por “muertes externas” accidentes o eventos no intencionales, suicidios o lesiones autoinfligidas, las agresiones o lesiones intencionales y las defunciones por intervención legal”.

Por otra parte, se informó también que a raíz de la violencia con la que Fernando fue asesinado en Villa Gesell, los legisladores Daniel Liovetzky, de la provincia de Buenos Aires y del legislador porteño Leandro Santoro y por iniciativa de Valeria Carreras (abogada del Estudio de Fernando Burlando y madre y de un jugador de rugby ) trabajan en un proyecto de ley -“Ley Fernando”- para aplicar la “ mano prohibida” a rugbiers y a otro deportistas, como ya sucede con los boxeadores

A tal efecto el diputado Lipovetzky, expreso en su cuenta de Twitter, que “es un proyecto de ley que estamos trabajando para que en la Provincia de Buenos Aires, se aplique el concepto de “mano prohibida, implementado ya en el boxeo, otros deportes, como por ejemplo, el rugby”.

Ahora en el Código Penal Argentino, no existe una definición explicita, no existe una definición explicíta de “mano prohibida”, dicho concepto está inscripto en la idea de “fuerza desproporcionada” para judocas y boxeadores.

La mano prohibida es un concepto o termino que es utilizado en el ámbito deportivo, particularmente en el boxeo y en las artes marciales y este proyecto no busca realizar una modificación

El proyecto que transcendió y se dio a conocer públicamente y en medios virtuales establece que la normativa sancione “al jugador de rugby mayor de 16 años, corresponden a la categoría M16 en adelante (están todos registrados en la UAR y la URBA) con suspensión de fechas a jugar y ante la tercer ocasión en que recurre a la violencia, se proceda a la quita de puntos al club”.

Concretamente se busca sancionar al jugador de rugby mayor de 16 años que protagonice una agresión, lesión, pelea, episodio de violencia, amedrentamiento o intimidación a terceros, de la categoría M16 en adelante, todos registrados en la UAR y la URB, con suspensión de fechas a jugar y ante la tercer ocasión en que recurre a la violencia, se procede a la quita de puntos al club

Que durante la fecha que quede sin jugar para su club el joven deberá asistir a una charla o taller referida a la temática de género, respeto de la diversidad, violencia de género o violencia en general.

Tal proyecto conforme - los dichos del legislador Leandro Santoro expresados a diferentes medios periodísticos- “está en plena etapa de discusión y espera que sea aún más enriquecida en el ámbito de la Comisión de Deportes de la Legislatura Porteña y que no descartan la posibilidad de ampliar la norma para que incluya a otros deportes, en particular a los que se basen en la adquisición de fortaleza física”.

Remarco que: “La idea sería que si sos un deportista federado, lo sos dentro de la cancha y también afuera. Y los clubes y las federaciones también son responsables por lo que hacés”-

A todo ello se suma también las afirmaciones realizadas por el exministro de Salud de Buenos Aires, Claudio Mate Rothgerber quien preciso “que el 85% de los actos de violencia están relacionados con el consumo de alcohol. Las noches de fiestas y alcohol son moneda corriente entre los jóvenes, que la Argentina está pasando por un momento de crispación en la sociedad que lleva a que haya altos niveles de violencia”

Quién también expreso su opinión a la prensa ( medios radiales) fue la ex ministra de Seguridad Nacional, Patricia Bullrich, que volvió a referirse al uso de las pistolas Taser y en este caso tomo como ejemplo el crimen de Fernado Baez Sosa en Villa Gesell dijo: “que con la taser al rugbier fortachón , violento y animal lo dejas sin recurso”. Que “si las fuerzas de seguridad cuentan con ese elemento e pueden parar las situaciones similares en la vía pública. Muchas veces minimizamos las cosas y cuando pasan estas cosas no agarramos la cabeza”

Bullrich insiste que con el beneficio del uso de dicha arma remarcando que “Las personas (en situaciones como las de Villa Gesell) tienen miedo porque están fuera de sí. Cómo parás a esos pibes. Con una Taser en dos segundos lo controlás y lo bajaste”.

Entre otras cosas Bullrich considero “que los empleados de seguridad de los boliches también deberían contar con herramientas para repeler situaciones de peleas”. “Los patovicas deberían tener algún tipo de instrumento para controlar situaciones de extrema violencia. Las taser son una buena herramienta para esos casos”, -aclarando que “su uso sería ideal para los policías”.

No obstante ello, es importante recordar que la actual ministra de Seguridad SabinaFrederic, derogó una serie de medidas que había tomado Bullrich, en relación al uso de armas por parte de las fuerzas federales.

Por lo tanto, el Ministerio de Seguridad dispuso en la Resolución 1231 de dicho ministerio y publicada en el Boletín Oficial del mes de diciembre pasado -derogar los protocolos para el uso de armas de fuego y de las Taser y revovó el Servicio Cívico Voluntario y el programa de Ofensores en Trenes – medidas que habían sido impulsadas por Patricia Bullrich.

Por todo ello y a partir de lo ocurrido con Fernando, la pregunta recurrente y coincidente que todos nos hacemos , es con relación a lo que pasa con nuestra sociedad, con nuestros jóvenes y adolescentes, con la violencia, el descontrol, con los festejos y la forma de comunicarse y disfrutar en un boliche o festejo de la índole que sea (en vacaciones o durante los fines de semana), a través de la violencia con desvalorizaciones, agresiones verbales y físicas, ataques en patotas, en manada, con el uso de la fuerza salvaje, el dominio de la masculinidad dominante, en golpes, patadas en conjunto, y donde el valor y respeto por la vida es cero.

Son todos interrogantes que preocupan, que nos ocupan, que nos alertan profundamente porque la violencia en los jóvenes ( mujeres y hombres) de la índole que sea, (física, verbal, psicológica, económica, ciberbullying,etc ) no debe existir y por supuesto debe prevenirse de manera contundente y constante.

De esta forma las explicaciones y debates que se realizan actualmente y opiniones al respecto en cualquiera de los medios periodísticos.

Y en los cuales opinan especialistas en la materia, que son los que explican y reflexionan sobre este hecho concreto y los nuevos episodios violentos que siguen ocurriendo a diario y que superan día a día, no son argumento o consuelo ,-en este caso- para los padres de Fernando, que la vida les cambio de golpe y sin sentido alguno.

La realidad es otra, y ya nada ni nadie podrá volver las cosas atrás, porque la muerte de su hijo de manera violenta, incomprensible y asesinado a patadas y golpes por un grupo de inadaptados, que solo pretenden demostrar quién es el más fuerte, es desvastadora, desgarradora, con un dolor que deja marcas profundas, porque perder a un hijo no tiene nombre.

Finalmente es necesario tener en cuenta como dice Adela Sáenz Cavia – Especialista en Educación Emocional y delegada de la Rieeb.com Red Internacional de Educación Emocional y Bienestaren una nota de opinión al diario La Nación: “Que algo que nos muestra el crimen de Villa Gesell además de la angustia , la tristeza y la desvastación, es la imperiosa necesidad de enseñar a nuestros chicos a gestionar su enorme universo emocional”

Solo resta recordar las palabras de la mamá de Fernando – Graciela Sosa que dijo: “Quiero justicia por mi hijo. Que paguen esos criminales. Indefenso lo atacaron. No queremos ningún Fernando más, que no maten a ningún otro chico. Justicia por mi hijo”

Por ello, es necesario honrar la vida.