No Piratón. Me sorprende que acá siempre postulamos soluciones novedosas antes de entender por qué en China por ejemplo hacen lo que hacen. Los viejos y los que tienen complicaciones son los que más se mueren, pero gran parte de todo el resto de los contagiados,aunque no se mueren, requieren internación unos cuantos días. Eso es insostenible si no se controla en la etapa de propagación. Aca es tan simple como esto. Decirle a los pasajeros que si vienen de una zona de riesgo pueden contagiar aunque no tengan síntomas y que deberían evitar reuniones por unos días es gratis y no lleva más tiempo que indicar dónde están las salidas del avión. Eso no se está haciendo. Por el contrario, hacen un simulacro de control, o una encuesta, y otorgan una virtual autorización para "hacer vida normal". Estamos hablando de que hay algo concreto simple efectivo y gratis para prevenir y hacemos todo lo contrario. No importa si hay tratamiento o si con terapia intensiva no es mortal. Estamos hablando de una comunicación negligente, confusa e irresponsable que puede costar vidas y muchos recursos. Recalculá Piratón, el campo de concentración para viejos es re nazi.

La ciencia permite advertir la velocidad de propagación, los costos de tratamiento, y las consecuencias de no hacer nada. Eso ya lo hicieron otros porque acá nadie se lo ha planteado. El problema es que esto no es ciencia, esto es manejo de una emergencia. Pero el manejo de la emergencia está al alcance de todos y no se está haciendo. Y no se está haciendo porque los responsables de salud pública son especialistas en enfermedades y no en manejo de emergencias de este tipo. Es más, el discurso de Ginés expone claramente la época de su formación como médico. La medicina es una disciplina que existe mucho antes que la ciencia, y cada vez más ha ido incorporando conocimiento científico objetivo y concreto. Pero la medicina todavía coexiste con los principios de los primeros patriarcas, a veces reformulados otras veces reinterpretados. A Ginés le enseñaron en la facultad uno de esos principios: que no hay enfermedades sino enfermos. La lectura actual de ese principio es que el enfermo no es un número ni un conjunto de síntomas, es una persona integral. La atención debe ser personalizada y que el médico debe atender la situación y las características particulares de cada enfermo. Todo muy lindo, pero eso hace olvidar un poco las enfermedades. Antes las enfermedades se sospechaban causadas por el pecado, o la presencia de entidades o espíritus negativos; pero hace un par de siglos “la ciencia” demostró que existían vectores y organismos que producían enfermedades. Eso dio lugar al surgimiento del saneamiento como base de la estrategia de salud pública. Las calles de las ciudades pasaron de ser vaciaderos a cielo abierto de materia fecal, humana y equina, a algo mucho más parecido a lo que son hoy. Es el saneamiento, además del petróleo, lo que permitió la supervivencia de millones de personas en áreas pobladas sin que sean exterminadas por las enfermedades producto de su propia suciedad. Lo interesante es que la aparición del saneamiento dio lugar a un nuevo fenómeno: la aparición de la responsabilidad del Estado sobre amplios aspectos del espacio público que afectan a la salud pública. Sin dudas son el saneamiento y la oferta de energía a precios accesibles las dos causas fundamentales de la existencia de la civilización moderna. Volviendo al presente, esta emergencia no es otra cosa que una demanda puntual y específica de higiene y saneamiento. Por eso brilla tanto por su ausencia la parte de responsabilidad del Estado en ese aspecto. No es casualidad: En lo filosófico y en lo político estos gobiernos populistas atrasan dos siglos por lo menos; porque están enfocados en mostrar la dádiva y eludir cualquier tipo de responsabilidad. No sorprende que su discurso sea el de “concedernos acceso a la salud” o “brindar asistencia a quienes la necesiten”, y esté muy lejos de responsabilizarse por políticas de prevención higiene o saneamiento, ni siquiera de enunciar las que estarían a cargo el usuario.

De acuerdo total con G- NADIE SE VE POR LAS CALLES FUMIGANDO, LIMPIANDO, BARRIENDO Y DESODORIZANDO BOCAS DE TORMENTA, de ahi la proliferacion de mosquitos con el consabido dengue.- Completos alcantarillados que se ven, donde resumen las larvas, haciendo peloltitas de oxigeno mientras se reproducen en un agua pastosa que parece SER crema de arvejas, y los que deberian limpiar se rascan los huevos a las 10 de la mañana y siguen de largo.Prefieren ser picados por los mosquitos que dejan nacer. Regreso a lo mismo de antes, la limpieza que jamas se hizo por años del rio de la plata. es un caldo de cultivo, donde viven cerca muchas familias, montados sobre basurales, donde los niños comen y duermen sobre la misma basura, donde no se ven los resultados de las asignaciones por hijos. Donde solo se incrementa la mugre y el hacinamiento. En fin, la lista es larga y las necesidades muchas. Donde debieran hacerse cargo para sanear la vida de los pobres, lo que menos se hace es la limpieza, la prevencion, . La gente que no trabaja solo es capaz de salir a tocar el tambor, en vez de tocar la escoba y limpiar su parte. Ganariamos un monton y un gran avance, asi sea por algo. PARA TENER ACCESO A LA SALUD HAY QUE HACER PRIMERO ALGO POR UNO MISMO. Gines no le cuadra su cargo. El hombre se lo ve cansado, y agotado. estaria mejor en su casa haciendo crucigramas, leyendo su diario y tomando su mate. Hace falta personal idoneo, capaz de comandar emergencias y saber algo sobre sanidad.

tranquilo gines, ahora seria tu momento de truchar vacunas anitkorona , cuando salgan

En la fecha, los trabajadores del Malbrán que estuvieron en contato con un infectado exigen que les den una licencia de dos semanas. La licencia de dos semanas para los quellegan de afuera ya es un hecho A veces perder un mes pelotudeando por ignorantes y negligentes hdp hace la diferencia.