El embarazo en la adolescencia genera costos anuales en Argentina de 31.626 millones de pesos, reveló un informe presentado por el Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa) sobre el impacto económico de las maternidades tempranas.
El ministro de Salud, Ginés González García, asistió al acto de la presentación del informe y dijo que "estos datos van a servir para ver y cambiar el impacto del embarazo adolescente y trabajar desde el Ministerio para que ocurra menos, sobre todo, donde más ocurre".
"Este es un insumo para que las chicas tengan la posibilidad de decidir sobre sus cuerpos y sus vidas", resaltó a su turno Mariana Isasi, oficial de Enlace de Unfpa Argentina, al presentar el documentos junto a la titular de la dirección de Salud Sexual y Reproductiva, Valeria Islas.
"Si se lograran prevenir los embarazos adolescentes en el país se ganaría en su conjunto, cada año, alrededor de 800 millones de dólares que podrían mejorar la competitividad del país y favorecer un desarrollo sostenido e inclusión social", destacó Federico Tobar, asesor regional en Insumos de Salud Reproductiva del organismo de Naciones Unidas.
Asimismo, el especialista reseñó que con esos recursos "se podrían construir, en cada municipio del país, un hogar de protección integral para víctimas de violencia de género; brindar 850 mil becas a estudiantes universitarios y garantizar en forma integral los costos de formar a casi 3.000 profesionales universitarios".
"Los gastos que se dejarían de realizar en atención médica de la gestación, parto y puerperio en embarazos no intencionales de madres adolescentes serían suficientes para garantizar métodos anticonceptivos para todas las mujeres y hombres del país que lo requieran", afirmó Tobar.
Los gastos de salud relacionados con la atención de embarazo, parto y puerperio adolescente por año relevados por el análisis de ONU fueron de 90.667 pesos por cada una de las 874.715 madres tempranas que hubo en Argentina entre 2017 y 2018.
El análisis también aportó que anualmente las madres menores de 18 años "tienen una perdida social estimada en 21.512 millones de pesos, ya que sus oportunidades laborales disminuyen y son menores comparadas a las mujeres madres adultas".
"Ellas permanecen más en el hogar dedicadas a tareas domésticas y a cuidados y resultan afectadas por la inactividad laboral un 25% más que las madres mayores de 19 años", explicó Julia Frenkel, una de las autoras del informe.
Además incorporó el costo para el Estado por la falta de recaudación de impuestos, que se estimó en 2.517.372.468 pesos.
"Con prevención de estos embarazos, el sector público sanitario se ahorraría cada año 5.318 millones de pesos, dato que surge de considerar que 7 de cada 10 embarazadas madres de entre 15 y 19 años no son intencionales, entonces el Estado podría ahorrar al menos 70% de sus gastos en atención", indicó el análisis.
En relación a la educación, las mujeres que fueron madres adolescentes "tienen menor probabilidad de terminar el secundario; sólo el 3% alcanzó un nivel terciario y únicamente el 1% logró un título universitario".
El estudio fue elaborado en el marco del proyecto de cooperación de Unfpa con el Plan Nacional de Prevención del Embarazo No Intencional en la Adolescencia (ENIA) que dirige Silvina Ramos en Argentina, y se utilizó la Metodología para Estimar el Impacto Económico del Embarazo y la Maternidad (Milena).
La metodología se basa en comparar las trayectorias de las mujeres que fueron madres con 19 años o menos, con quienes lo fueron después de los 20 años.