“Si fuese posible crear un robot capaz de ser funcionario civil, creo que haríamos un gran bien, ya que las Leyes de la Robótica le impedirían dañar a un ser humano, lo incapacitarían para la tiranía, la corrupción, la estupidez y el prejuicio”.
Este pensamiento visionario de Isaac Asimov, uno de los mejores escritores de ciencia ficción del siglo XX y que fuera al mismo tiempo un gran divulgador científico, preparando el camino a la robótica actual, bien podría ser una solución para acabar con la profunda crisis, corrupción, ineficiencia y la evidente infiltración china que domina a las Naciones Unidas hoy en día.
Un tipo de robot sí, pero por favor no de fabricación china, de ser así, acabaría con nuestro mundo occidental, con los derechos humanos que lo caracteriza, y que tanto nos cuesta preservar.
Las Naciones Unidas y su ya tradicional corrupción tienen un largo historial desde su fundación allá por el año 1945, habiendo asumido, muchas veces, un rol contrario al espíritu que marcaba los ideales de la Carta Fundacional.
En sus 75 años ha conocido todo tipo de corrupciones, fraudes, acosos sexuales, violaciones, torturas, pederastía, sobornos, pésima gestión, derroches de dineros inimaginables provenientes de nuestros impuestos. Nada nuevo es lo que estamos viviendo actualmente, ahora con un marcado rasgo de servilismo a la peligrosa causa del imperialismo chino, como se puso en clara evidencia en los últimos meses en la criminal actuación de la OMS, dirigida por el impresentable Dr. Tedros, tema de un análisis anterior en este mismo medio.
Esta tradición de prácticas reprochables arranca ya con el primer secretario general, Trygve Lie, y su colaboración con el Comité de Actividades Antinorteamericanas en la caza de brujas del macartismo. Siguió con su sucesor U Thant y el escándalo de haber dado protección a diplomáticos árabes sospechosos de asesinar a una norteamericana en una orgía de sexo y sangre, a cambio de una importante donación. Continuó con el próximo secretario general, Kurt Waldheim, que pudo ocultar sus años en el ejérito alemán al servicio de Hitler. Esta nefasta tradición de graves irregularidades continuó con Javier Pérez de Cuellar y sus favoritismos y derroche de dinero por altos mandos de las Naciones Unidas.
Su sucesor Kofi Annan toleró los terribles casos de genocidio en Ruanda y Srebrenica, además del caso de corrupción detectado dentro del programa “Petroleo por Alimentos” en el que estuvo involucrado su propio hijo, Kojo. Fue sucedido por Ban Ki – Moon, quien mantuvo un bajo perfil durante la década que estuvo al frente de la organización, sin haber realizado los cambios profundos, que el mundo esperaba.
Es así que llegamos al 1 de enero del año 2017 en el cual el portugués Antonio Guterrez se juramentó como Secretario General de las Naciones Unidas, en una apuesta a un liderazgo finalmente reformista y de mayor perfil al frente del organismo mundial. En más de 3 años de gestión, no sólo no ha cumplido con las expectativas sino que el organismo internacional ha caído a sus peores años de gestión sumido en la corrupción y dominado por la presión y la billetera de la todopoderosa China comunista.
Es momento de aclarar que la elección para ser Secretario General de la ONU no es para nada democrática, y su sistema de votación ha sido criticado por ser muy poco transparente. Es una ironía que este organismo internacional, que debe velar por la paz y la seguridad de los pueblos y que es un foro contra la injusticia en el mundo, no regule finalmente sus propios mecanismos de elección democrática interna. La votación no se realiza en las urnas. Sólo 15 personas, miembros del Consejo de Seguridad, eligen al primer funcionario de una secretaría que tiene más de 50.000 empleados en todo el mundo, y que influirá en el futuro de 193 Estados y más de 7.000 millones de personas.
Antonio Guterrez, a pesar de poseer un carácter extrovertido y dotes de mediador y manejo de idiomas, no sólo no ha cumplido con las metas que se esperaban con su nombramiento, es decir reformar a fondo la ONU, limpiarla de la enorme corrupción y burocracia que la aquejan, sino que bajo su mandato los casos de corrupción han aumentado, y en muchos de ellos el mismo y su familia están involucrados. Además a menudo ha cedido a las presiones de la cúpula del Partido Comunista Chino.
Guterrez dejó a un lado la física y la ingeniería eléctrica para dedicarse a la política en su Portugal natal. Lideró el Partido Socialista y fue nombrado primer ministro en 1995, cargo en el que no logró reducir la pobreza y los niveles de desigualdad. A finales del 2001 dejó precipitadamente el gobierno, después que su partido y él personalmente fueron afectados por graves casos de corrupción, lo que llevó a unas elecciones anticipadas. El mayor escándalo fue el caso “fase oculta” por el cual 36 prominentes personas fueron acusadas de tráfico de influencias, muchos de ellos de su más íntimo entorno, como lo fue Armando Vara, uno de sus más cercanos ministros.
Luego de este fracaso político y de su reputación por el suelo, aceptó el cargo de presidente de la Internacional Socialista. De allí, con la ayuda especial de Bill y Hillary Clinton y Barack Obama, irrumpió en la ONU como Alto Comisionado para los Refugiados – Acnur -, aprovechando el cargo para promoverse en la esfera internacional, como trampolín para el más alto cargo de las Naciones Unidas, que ocupa actualmente. Funcionarios de la organización internacional que no toleran su nombramiento se refieren a él como “el falso socialista que hace turismo en los pasillos de la ONU en Nueva York”.
Pero lo peor de su gestión es la corrupción que está minando este organismo mundial y de la cual él y su familia son parte activa, tratándose de un caso de flagrante conflicto de intereses. Sistemáticamente torpedea cualquier tipo de investigación en la cual está involucrado, persiguiendo incluso a periodistas independientes que intentan interrogarlo acerca de casos de corrupción. En este marco se encuentra su participación en la Fundación Gulbekian Partex Oil and Gas y la relación de ésta con el China Fund Committee Energy, investigada por acusaciones de soborno a funcionarios de la ONU. Antonio Guterrez recibió dinero como miembro de la directiva de Gulbenkian. Su esposa Catarina Vaz Pinto también ha recibido dinero de esta organización por servicios prestados, lo mismo que su hija Mariana, que actualmente promueve los intereses de esta oscura organización, y su nuera que se atreve a alabar públicamente sus vínculos con la misma. Todo un escándalo que pone en evidencia la hipocresía del actual mandamás de la ONU.
Lo que es aún más grave y criminal es que Guterrez ha permitido que la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos – OACDH – facilite ilegalmente listas de defensores chinos de los derechos humanos a los funcionarios del régimen comunista de Pekin, poniendo así sus vidas en riesgo y saboteando su loable misión. Tanto las Naciones Unidas como la Oficina del Alto Comisionado se niegan a responder a las preguntas sobre este escándalo al periodismo independiente, así lo señaló Emma Reilly especialista en derechos humanos a fines del año 2019 en una misiva dirigida a miembros del Congreso de los Estados Unidos.
Más aún, la hipocresía de Antonio Guterrez se pone también en evidencia justamente al tolerar y apoyar el nombramiento de China en el panel del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, lo que trajo acarreadas fuertes críticas internacionales. Por ejemplo UN Watch, un grupo de defensa independiente de los derechos humanos con sede en Ginebra, denunció el nombramiento como “absurdo e inmoral“. “Permitir que el régimen opresivo e inhumano de China elija a los investigadores mundiales sobre libertad de expresión, detenciones arbitrarias y desapariciones forzadas es como convertir a un pirómano en el jefe de bomberos de la ciudad”. Estas fueron las palabras de Hillel Neuer, director ejecutivo de la prestigiosa UN Watch en un comunicado de prensa del 2 de abril de este año. La ex embajadora norteamericana ante las Naciones Unidas, Nikki Halley enfrentándose a Antonio Guterrez , criticándolo por su actitud hipócrita e indolente, denunció que este Consejo de la ONU es un organismo protector de abusadores de los derechos humanos y un pozo negro de prejuicios políticos.
A medida que el mundo sufre la mortal pandemia del coronavirus chino que se extendió como un incendio forestal desde Wuhan, se pone más y más en evidencia que las garras del imperialismo chino van dominando la sede central de las Naciones Unidas en Nueva York , como así también todas sus importantes agencias distribuidas por el mundo. Si nos detenemos a ver las nóminas de los directores y altos funcionarios de estas agencias, encontremos que están ocupadas muchas veces por personal chino que obedece ciegamente a las directivas del PCChino.
El discurso y los rasgos autoritarios de la China de Xi Jinping, que gota a gota van calando dentro de las Naciones Unidas, son afortunadamente cada vez más denunciados también en ámbitos académicos, como por ejemplo en el Mercator Institute of China Studies, con sede en Berlín, que alerta sobre el avance autoritario de China en organismos internacionales. La fundación National Endowment for Democracy de Washington D.C. advierte sobre la masiva influencia política china a nivel global. En un informe al respecto acuña el término “poder incisivo” para referirse a las connotaciones altamente nocivas que tiene la sistemática influencia política exterior de Pekín.
Lamentablemente la gran prensa del mundo libre, principalmente la gran prensa norteamericana, ignora sistemáticamente este crucial tema que es el dominio chino dentro de las Naciones Unidas, evitando la más mínima crítica a su Secretario General. Extraño, muy extraño y peligroso. Una cosa es la necesidad de que exista un foro internacional para debatir abiertamente y democráticamente lo que es más indicado en el contexto internacional para buscar la paz y la prosperidad por medio de canales adecuados. Pero se plantea la pregunta si para ello se necesitan a 50.000 funcionarios con sueldos y prestaciones astronómicas, enmarcados, muchos de ellos, en un pantano de corrupción y a menudo al servicio del imperialismo comunista chino.
¿Debe este organismo posicionarse ideológicamente y extender esta ideología por el mundo aprovechando su posición privilegiada? ¿Dónde está la ONU que se creó tras la Segunda Guerra Mundial para los altos propósitos de paz y convivencia que necesitaba y que sigue necesitando el mundo? Reformas profundas es lo que se requiere a corto plazo, y ojalá estos tiempos tan difíciles que estamos atravesando a nivel mundial, sean el momento oportuno para finalmente encararlo, antes que sea demasiado tarde.
La onu habra nacido para controlar paises y no específicamente para ayudarlos.Gobiernos han sido sacados por guerras o golpes de estado,lideres y dirigentes asesinados y otros hacen lo que quieren y ellos nunca dicen mucho mas que una nota que hace las veces de proclama.Me acuerdo de los años 70 que eramos paises del tercer mundo,quienes eran del segundo?Los del primero fueron en esa epoca gran bretania,eeuu,alemania,francia,los de segunda serian Japón,españa,holanda,suecia,Dinamarca,y los de terecera los demas?O sea nosotros,pero ahora cambiaron y nos pusieron emergentes,Que es peor del tercer mundo que parece una posición horizontal o emergente que parece que estamos escalando de un pozo?Y la onu creo paises que no existian solo lo hizo claro por dinero.Nunca puede sancionar definitivamente a un pais,pues los ganadores de la segunda guerra tienen poder de veto!!!
El director gral. de la OMS Tedros Adhanom Ghebreyesus es un marxista de mierda como Jaime Durán Barba, esperaban otra cosa de semejante basura.
Venías bien Friedl Zapata, pero cuando dijiste "mundo libre"...me hizo acordar a la Selecciones del Reader's Digest, a Reagan , a Johnny Rambo (Rambo II en adelante) y ya para mí fue suficiente...poco inteligente, don Friedl Zapata.
la onu y la oms esta lleno de comunistas corruptos
Concuerdo totalmente con lo referido por José Antonio Friedl Zapata en su artículo Manipulación, corrupción e ineficiencia en la ONU en torno al coronavirus y es claro que Kofi Annan es manipulado por los chinos y esconde la verdad. Por cierto he leido Tania la Guerrillera y El Gran Engaño y por ende sigo sus artículos constantemente y admiro totalmente al autor José Antonio Friedl Zapata..