Joe Biden, el ex vicepresidente demócrata al que Barack Obama ha respaldado para impulsar un cambio social en Estados Unidos, enfrenta por estos días la batalla más difícil de su carrera: convencer a los estadounidenses de que puede derrotar a Donald Trump en las elecciones de noviembre.
Lo cierto es que gran parte del prestigio que tiene Biden, un hombre de 78 años al que se lo suele elogiar por su experiencia y su humildad, lo logró durante los dos mandatos en los que acompañó a Obama cuando fue presidente, entre 2009 y 2017.
Sin embargo, hoy enfrenta un desafío que no había calculado para llegar a la Casa Blanca, como son las acusaciones de acoso sexual formuladas por Tara Reader, ex asistente en su oficina del Senado en 1993, que el precandidato demócrata ha desmentido categóricamente ayer en una entrevista con el canal MSNBC después de semanas de guardar silencio sobre el tema.
Para algunos analistas su caso se asemeja de algún modo a la situación que vivió Trump, quien ganó las elecciones de noviembre de 2016 tras vencer a Hillary Clinton, luego de ser acusado de conducta sexual inapropiada por más de una docena de mujeres.
Estos escándalos del magnate inmobiliario, sin embargo, ayudaron en parte a cambiar ciertas normas de la sociedad estadounidense por las que ahora Biden está siendo juzgado, para responder a los reclamos del movimiento "#MeToo", iniciado en 2017 con el fin de denunciar la agresión y el acoso sexual.
Ahora le llegó el turno a Biden. Pero el líder demócrata parece haber salido airoso de esta acusación de Reader, en momentos en que Trump trata de controlar la pandemia del coronavirus que ya causó más de 65.000 muertos y más de un 1,1 millones de contagiados en Estados Unidos, según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Pese a que aún no fue nominado candidato presidencial por la Convención Nacional Demócrata, que tiene previsto reunirse en agosto, el ex vicepresidente ya fue respaldado por figuras notorias de ese partido como Obama, la ex secretaria de Estado Hillary Clinton, el ex precandidato presidencial Bernie Sanders y la senadora Elizabeth Warren.
En cuanto a su rechazo a la denuncia de Reader, Biden parece haberle hecho caso a sus asesores que le pedían una declaración pública sobre estos hechos que están ensuciando su campaña.
En total fueron ocho las mujeres que presentaron el año pasado denuncias contra el ex vicepresidente de Obama, relatando caricias no deseadas o muestras de afecto inapropiadas.
Sin embargo ninguna de ellas alegó agresión sexual, de acuerdo a informes del diario The New York Times.
"Biden tiene buenas chances de ganarle a Trump: el Partido Demócrata está unido y la situación económica compleja debilita el apoyo al jefe de la Casa Blanca entre los moderados. Además, la errática y dañina forma que ha tenido Trump de manejar la respuesta al coronavirus también ha debilitado su apoyo", dijo a la agencia de noticias Télam el sociólogo chileno Patricio Navia.
Para este profesor de la Universidad de Nueva York y de la Universidad Diego Rivero de Chile, "la polarización política ha hecho que Trump fortalezca todavía más su base más dura. Biden, sumando y restando, tiene una buena chance de ganar. Pero no hay nada garantizado".
Además de Trump, Biden parece tener otro potencial enemigo: el ex republicano Justin Amash, un congresista y abogado que abandonó las filas de ese agrupación en julio pasado, para pensar en la posibilidad de fundar un partido libertario.
Amash, miembro de la Cámara de Representantes por el estado de Michigan desde 2011, se hizo conocido por ser el primer republicano en apoyar el juicio político contra Trump por la posible interferencia de Rusia en las elecciones que ganó el actual mandatario en noviembre de 2016.
Este político está explorando la posibilidad de presentarse como un tercer postulante a la presidencia, lo que podría impactar en las elecciones que se realizarán dentro de poco menos de siete meses.
La mayoría de los analistas dicen que los demócratas no deberían asustarse con respecto a las posibilidades de Amash.
Las primeras encuestas le dan ventaja a Biden, entre ellas una que le otorga 50% a él contra 40% para Trump que fue realizada por el diario USA Today y la Universidad de Suffolk, de Boston, entre el 21 y 25 de abril.
Trump continúa cometiendo errores políticos cuando meses atrás era el favorito para lograr la reelección.
A sus consejos de usar desinfectante o luz ultravioleta, para combatir el coronavirus, que fueron rechazados por varios científicos, sumó esta semana sus recomendaciones a la gobernadora de Michigan, la demócrata Gretchen Whitmer, para que dialogue con un grupo de manifestantes que protestaron armados ante la sede gubernamental por la cuarenta que rige en ese estado norteño.
"Hay una cosa que parece clara: Biden está esperando que Trump se autodestruya", opinó Navia.
Después de Clinton con Lenguiski, ahora le toca a Bi-nla-den tomar un poco de su propia sopa de ideología de género, jajajaa... Eliana Toro... teléfono (de Soros) .... como se diría... un filamento piloso tira más que una yunta de bueyes... jajaja...