En tiempos de cosecha fina especialistas del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria reforzaron los conceptos sobre el cuidado de la ecología en el sector agropecuario a partir de tres pilares fundamentales. Una de las claves está directamente relacionada a la siembra directa, que sumada a la rotación de cultivos y cuidados en la ganadería lograrán reducir los niveles de contaminación gracias a la mitigación de la emisión de gases.
Las tecnologías avanzan a pasos agigantados. Actualmente se trata de herramientas, insumos y dispositivos que mejoran la producción como los actuales compresores en venta con filtro de CO2 que reducen la cantidad de gases emanados hacia la atmósfera, o tractores que consumen menos combustible y tienen la capacidad de optimizar la eficiencia.
La maximización en los procesos y la mejora en la eficiencia otorgado por estos implementos tecnológicos también permite reducir los niveles contaminantes generados en la industria agraria. Los técnicos del INTA realizaron un informe en búsqueda de mejorar la productividad de manera sustentable. De esta manera, se puede potenciar los rindes, fortalecer la actividad agrícola y mitigar la emisión de gases contaminantes que generan el efecto invernadero.
Para los científicos especialistas es fundamental agregar herramientas como la siembra directa, la rotación de cultivos y la integración de la agricultura sustentable con la ganadería y nuevos procesos que protegen el ambiente. Según los especialistas, en los últimos 65 años la actividad humana generó un aumento del 80% en la emisión de CO2, mientras que la emisión de metano CH4 y Oxido Nitroso aumentaron hasta el 50% en sus concentraciones.
Otro de los factores a tener en cuenta es el de la deforestación. Actualmente se utilizan motosierras de alta tecnología que aumentan la cantidad de árboles talados y no discriminan sobre los efectos directos sobre el calentamiento global. Según el quinto informe de Cambio Climático la mayor fuente de aumento de gases que generan el efecto invernadero deriva de la generación de energía, la combustión de los automóviles y las industrias. Sin embargo, la agricultura y la ganadería no dejan de ser factores importantes a tener en cuenta porque el uso de la tierra aporta un tercio de las emisiones.
Miguel Taboada, director del INTA sede Castelar afirmó que es posible potenciar la producción agrícola y reducir la cantidad de gases a través de la captura del CO2 por aumento de plantas. De esta manera y sin demasiada inversión se pueden reducir significativamente las emisiones totales de este gas perjudicial para la salud del planeta.
Otro aspecto a tener en cuenta es el de agregar prácticas responsables para el manejo de suelos. En este sentido, la rotación de cultivos es esencial al igual que la reducción eólica, la siembra directa, la correcta nutrición de los suelos y utilización de fertilizantes aprobados y homologados. Integrar la agricultura con la ganadería es otra de las cuentas pendientes que tiene el sector.
La tecnología hoy por hoy permite realizar dichas tareas con menores esfuerzos teniendo en cuenta que muchas herramientas ya incluyen los aspectos ecológicos sin necesidad de realizar una actividad agregada. Los insumos y procesos actuales aportan mejoras para el cuidado del planeta y permiten gestionar de una manera más eficiente las actividades agropecuarias.