En diciembre, cuando juraron los diputados elegidos el año pasado, la diputada cordobesa por La Cámpora Gabriela Estévez juró por la “Córdoba rebelde”. Queda lindo en los discursos, pero es una jugada arriesgada.
¿A qué rebeldía cordobesa de estos días adheriría una diputada K? ¿A la de los comerciantes imputados por reclamar que les permitan trabajar y por violar la cuarentena que enamoró a Alberto F? ¿A la de los gremios estatales que no quieren perder contra la inflación cuando se jubilen, como ya impuso en marzo el gobierno K a los jubilados nacionales?
¿Podría adherir la diputada a la protesta de municipales que no quieren trabajar y cobrar menos, como lo decidió su gobierno aliado? ¿O al reclamo de los choferes urbanos contra la discriminación que sufre Córdoba en beneficio del Gran Buenos Aires en el reparto de subsidios que hace el gobierno que la diputada representa?
Siempre retobados, pero por razones distintas
A esta altura, la rebeldía cordobesa ofrece una sola certeza: casi siempre está. Por lo demás, es resbaladiza. Quienes suelen adscribirla a algún tipo de ideología más o menos estable en el tiempo, se estrellan contra la historia. Desde el vamos.
Mayo parece ser el gran mes. En 1810, cuando llegó el coletazo de la Revolución de Mayo, acá se armaron milicias para rechazar el cambio de una metrópolis por otra. Y los revolucionarios porteños tuvieron que fusilar a cinco líderes cordobeses, incluido el virrey Liniers. Córdoba era contrarrevolucionaria, realista, antiporteña.
En mayo de 1969 los sindicatos cordobeses hegemonizados por variantes del peronismo y la izquierda liquidaron a la dictadura de un católico ultramontano y corporativista como Juan Carlos Onganía. Córdoba era antidictatorial, democrática, zurda.
Señas de mayo
En este mayo es difícil ver todavía el sentido general, pero algunas señas de la rebeldía están en el aire.
Hasta se inventó un nuevo método de protesta que da la impresión de tener mucho futuro: el “autazo”. Los médicos, ensalzados hasta el empalagamiento por la propaganda malvinera de la cuarentena, rechazaron de plano ser “héroes” de nada. Y exigieron en cambio ser profesionales respetados por una Justicia que -tal vez demasiado aislada en su paraíso fiscal de sueldos de estratósfera- se puso a imputar médicos como si fueran agentes encubiertos del Covid-19 y no los bomberos más arriesgados de la pandemia.
También reapareció el cordobesismo. El intendente Martín Llaryora ha sido el primer político del país con responsabilidades de gobierno en tirar una piedra en el estanque de Alberto Fernández. Le reclamó por el desquiciado reparto de subsidios nacionales al transporte y no sólo eso: avisó que está juntando a otros intendentes de ciudades de la Región Centro tan discriminadas como Córdoba. La historia se repite.
También la Provincia da la nota. Es el único distrito que -pese a que la pandemia sólo admite la coyuntura- aprovecha para realizar reformas legales en parte estructurales, como la de la inviable Caja de Jubilaciones. La Municipalidad hace algo parecido con los impagables sueldos de sus empleados.
Incluso están naciendo estrellas. El cura de Villa Carlos Paz Mario Bernabey se despachó el domingo contra el populismo, la demagogia y la manipulación y reclamó libertad para reclamar y trabajar. Y alertó contra la transformación de las iglesias en “unidades básicas”. Un profundo mensaje contra el deseo de pobreza, de un cristianismo de mártires de catacumbas que exudan el Vaticano y los curas bergoperonistas que eufemísticamente llamamos villeros.
Para progres y chetos
Es todo muy cordobés. Todo muy contra la corriente. Como los gobernadores demócratas durante el yrigoyenismo. Los gobernadores radicales durante la década infame. Los gobernadores radicales (o los interventores) durante el primer peronismo. Por no hablar del inicio de la Revolución Libertadora que hizo el golpe de Estado contra Juan Perón o de los más recientes gobernadores locales que siempre chocaron con las sucesivas presidencias.
¿Por qué Córdoba siempre parece ir contra la corriente? En general, no hay buenas respuestas. Cada uno rescata la Córdoba Rebelde que más le gusta. La que cobijó la mayor densidad guerrillera del país en los ’70, es la de los progres. La que protagonizó con centralidad total la guerra del campo contra la confiscación del kirchnerismo que iba por todo en el 2008, es la de los chetos.
Pero esas predilecciones no explican qué razón lleva a Córdoba a retobarse casi siempre, incluso con signos opuestos. Esta columna carece de una explicación. Pero sí arriesga una humilde hipótesis.
La hipótesis del jamón del sándwich
Córdoba forma parte de una franja central del país, que incluye al interior de la provincia de Buenos Aires y que aquí hemos llamado varias veces “Centralia”.
Centralia es el jamón del sándwich de la Argentina. Lo es cada vez más. Por diversas razones, es la zona productiva del país. Pero por cuestiones demográficas e institucionales -que alimentan una perversidad creciente- su poder económico es inversamente proporcional a su poder político.
Una alianza que pocas veces logra desmontarse entre el inviable Conurbano Bonaerense y las provincias improductivas y clientelares (que llamamos pobres por comodidad) le imponen a Centralia la succión constante de sus recursos. Sobre Centralia se concentra casi toda la presión impositiva efectiva de la Nación. Y sobre ella se vuelca una porción miserable de los presupuestos que ella misma financia.
Con rarísimas y cortas excepciones, el Conurbano define los presidentes y la gobernación de Buenos Aires (cuyo interior de otro modo jugaría para Centralia). Los gobernadores que viven de financiar empleo público con la coparticipación y los favores, controlan el Senado. Entre todos, hacen lo que quieren con Diputados.
Esas son las bases, además, del Partido del Estado, que no tiene afiliados pero a lo largo de las décadas hegemonizó la enseñanza ceterizada, la industria prebendaria, las burocracias estatales, el universo sindical, las universidades y, en general, la cultura dominante del país. Esa es la cultura que azuza y justifica la confiscación perpetua. Porque vive de eso.
Centralia no sabe ni quién es
Encima, Centralia ni siquiera tiene la menor autopercepción de sí misma, lo cual es lógico dado que nunca escribió la historia. Es más: alberga ciudades, sectores económicos y grupos sociales que son una especie de Corea del Centro del país partido.
En este contexto, Centralia está condenada a ser pobre aunque trabaje para no serlo. Todo lo que produzca se irá siempre por las canaletas fiscales y financieras del mate a la hora de la siesta.
No importa quién gobierne la Nación. Ni quién gobierne Córdoba. Siempre habrá conflicto.
Córdoba es el síntoma de ese malestar que el país hegemónico ni siquiera percibe. Sus rebeldías parecen caprichos, consecuencias del carácter, expresión del “pueblo”, intensidades de izquierda, fogosidades de derecha. No lo son. Son reacciones a una estructura política y económica que le viene robando el futuro desde el fondo del pasado.
PUEBLO CON HUEVOS, NO COMO EL RESTO QUE SON WEONES, GRAN DIFERENCIA
Partiendo de una imprecisión en el gentilicio de la diputada Gabriela Estevez, pues NO ES CORDOBESA, sino BONAERENSE "importada" a Córdoba como "burro de Troya" por su pertenencia a La Cámpora y con el cargo de Gerente Regional del ANSES en Junio de 2012, reemplazando a otro militante K, aunque de "La Jauretche", Fresneda ex funcionario de Cristina Fernández. Gabriela Estevez es una usurpadora de la identidad Cordobesa, pues sino fuera por "el aparato politiquero", ¡NO EXISTE!, como no existe CRISTINA como "lider" para la mayoría abrumadora de los CIUDADANOS Córdobeses. El juramento de Estevez, es una jugada para el circo de los medios Porteños, pero un insulto para los Cordobeses, ya que no hay IDENTIFICACION con ella y menos aun con su proyecto político que SI LE HA DADO a ella y a su pareja MUY BUENOS REDITOS. Basta recordar, que además de arribar a Córdoba con un cargo MUY BIEN RENTADO, pudo "ubicar" a su pareja, Diego Atala, como Director de FADEA, tambien con una muy buena remuneración. ¡Y como si fuera poco, hasta tuvieron "la suerte" de acceder a un credito PROCREAR!, Tal como lo criticó un medio de Libres del Sur ; https://libresdelsur.org.ar/noticias/la-doble-moral-de-la-candidata-a-diputada-nacional-gabriela-estevez/ . ¿Cómo no van a ser "rebeldes" los Cordobeses si se les ríen en la cara, estos disfrazados de "luchadores populares" que viven como ricos? En Córdoba no funcionan los esquemas clasistas pues el sentimiento de horizontalidad está presente como una forma de identidad. Los lugares "para chetos", generalmente son para los foraneos ya que la mayoría prefiere lugares normales y sin estridencia. La cultura Cordobesa tiene raigambre tradicional, pero no por ello de sumisión, siendo ello el principal motivo de orgullo, el de percibirse como "aldea" a pesar de que el número poblacional no condice con esa forma social. Tampoco existe una cerrazon hacia los de "afuera", todo lo contrario, el espíritu universitario es la prueba de ello, eso si, que no se pretenda intentar vender buzones o recetas fóraneas, que rápidamente son percibidas como FALSAS, sino que lo diga Cristina Fernández, que hace SIETE AÑOS que no pisa la ciudad de Córdoba, Junio de 2013, en oportunidad de los 400 años de la UNC dirigida entonces por Carolina Scotto, quién fuera elegida diputada Nacional en ese mismo año y renunciara a los 9 meses de haber asumido (agosto de 2014), por desaveniencias con el proyecto de Cristina. (¡Bah, como todo, le prometieron una cosa y luego la usaban como una "levantamanos"!) Se podrá coincidir o no con su ideario, pero en Scotto, parece que pudo mas el imprinting Cordobes que la ambición por cargos, mas cuando con ella el proyecto de Cristina obtuvo mas votos que nunca en la historia de los K en la Provincia; el 15,25%, desde 2013, después de ese "record" no obtuvieron mas del 10% en las elecciones posteriores. ¡Ojo! Córdoba tampoco es "Macrista" como en forma simplificada lo exponen en los medios Porteños, pues si así fuera el PRO sería el partido mas importante de la Pcia, y está en un tercer lugar cómodo. Córdoba es de los CORDOBESES y hasta Schiaretti, lo dice ante cualquier medio que se lo pregunte, tal como aconteció en la noche en que fué reelecto. Sabe bien que la CIUDADANIA CORDOBESA solo va a seguir SU INTERES COLECTIVO que va mas allá de las ideologías que pretendan vender. En Córdoba NO SE LE TIENE MIEDO AL TRABAJO NI AL DESARROLLO, es por ello que a diferencia de otras Provincias no prende, mayoritaiamente, la cultura MENDICANTE que ofrecen los populismos. Es mas Córdoba ha sido auxilio de muchos habitantes de esas Provincias mendicantes que se "dicen pobres", porque no mueven un dedo para cambiar SU REALIDAD, y así se atienden en hospitales publicos Cordobeses a pacientes de esas provincias "pobres". Y muchas de la villas, al igual que en Bs.As. se han construido por esos migrantes. Entre la llanura gringa y los "neros (no negro) Cordobeses" formados en actividades industriales hay una SINTESIS de la que la Universidad ha sido la columna vertebral de una sociedad CON CULTURA PROPIA, que cultiva con bajo perfil pero que contiene un amplio espectros de valores, quizás contradictorios, para quienes no se han criado en esa panoplia de virtudes y defectos. Lo bueno de Córdoba es que para los politicos tanto de "afuera" como de "adentro" es que el electorado siempre es una caja de Pandora y mal le va a ir a quien cree que "tiene todo controlado y seguro". Ojo, tampoco Córdoba es un ejemplo para nadie, solo responde a SU IDENTIDAD, como también lo hacen los Mendocinos y Porteños con su reconocida impronta centralista. Lo que si queda en claro que SI LA CIUDADANIA ARGENTINA fuera mas ACTIVA que sus lideres, entonces ESTOS SE SENTIRIAN AMENAZADOS EN SU "SEGURIDAD", obligandolos a ESTAR GENERANDO NOVEDADES Y RESULTADOS, sino.....¡Pase el que viene, por mas votado que haya sido en algun momento, sino que lo diga Luis Juez! Hay que CREER MAS EN LAS SOCIEDADES EXITOSAS mas que los dirigentes políticos "exitosos", que no es lo mismo. ¡TODO ES PERFECTIBLE Y NINGUN SERVIDOR PUBLICO ES IMPRESCINDIBLE! Si son IMPRESCINDIBLES LOS CORDOBESES PARA SU CORDOBA. La LEALTAD es entre ellos mas que para con los supuestos "lideres politicos", por eso Cristina Fernández, no banca la insumisión de los Cordobeses y parece que a Alberto Fernández le está sucediendo lo mismo. ¡CORDOBA PUEDE PRESCINDIR DE ELLOS Y SEGUIRA SIENDO CORDOBA!
Como podemos apreciar en el comentario de Piratón, NO TENEMOS SENTIDO DE PERTENENCIA, por eso nos dominan "facilongo"; un ejemplo: si uno se encuentra en Europa por la calle a un argentino y exclama, ahh un argentino, nos responderá invariable,no Cordobés, no, soy Correntino, soy Mendocino, nunca ARGENTINO; cuando los de los países vecinos siempre anteponen su NACIONALIDAD, un Paraguayo ES PARAGUAYO, no de Encarnación San José; un uruguayo ES URUGUAYO, no de Canelos, Maldonado; esa es la diferencia, NO TUVIMOS, NO TENEMOS Y DUDO QUE TENGAMOS SENTIDO DE PERTENENCIA A UNA NACIÓN, POR ESO NOS INVADEN Y NOS CONQUISTAN SIN TIRAR UN TIRO.
Sargento Martín Toro: Ud. tiene toda la razón es por ello que cada sociedad Provinciana (y municipal), genera sus "propias" defensas (acorde al lenguaje de los tiempos que vivimos), ya que sobran los ejemplos en que la "UNIDAD NACIONAL", solo ha servido para facilitar la vigencia del pensamiento único y el control social. Cuando se invoca a la "Argentinidad", por experiencia sabemos que nos están por "estafar" otra vez. ¡Piensa mal y acertarás! Esto que parece pesimista y hasta prejuicioso se fundamenta DEL ESTADO EN QUE EL PAIS SE ENCUENTRA y no con Macri y/o Cristina sino desde hace DECADAS, que son las que venimos en barranca abajo. Ud. como yo, hemos tenido la suerte de haber vivido tiempos en los que quizás la institucionalidad Argentina no era respetada acorde a los términos Constitucionales, pero sabe que LA SOCIEDAD DE CIUDADANOS compartía otros principios y valores en los que expresiones como CONFIANZA, HONESTIDAD, DIGNIDAD y RESPETO no eran vocablos "muertos". Después de tantas estafas SISTEMICAS de parte de quienes DEBIAN ASEGURAR EL BIENESTAR DEL PUEBLO ¿Cómo no se va reaccionar para preservar el principio de conservación para SOBREVIVIR? ¿O acaso no vemos a sociedades que siguen eligiendo a quienes son sus amos y zanganos? ¿Qué Argentinidad se puede tener para con los Formoseños que tienen a un gobernador que para reelegirse USA FONDOS DEL ESTADO NACIONAL para regalarselos a ciudadanos extranjeros, (a los que les regala la doble ciudadanía siempre y cuando voten por el), y que NO SALGAN A LAS CALLES A RECLAMAR POR SEMEJANTE TRAICION A LA PATRIA?
Muy bien Piratón, coincido en un todo con usted; así se debate, con argumentos de ambos lados, sin agravios. Hacen bien los cordobeses, ojala en la provincia de ..de...de...ahh Buenos.....¿Aires? hubiese esa unión y provincianismo para poder rebelarse e intentar despegar de la chatura y la miseria en que nos hundido. Saludos cordiales y a seguir batallando aunque sea detrás de un teclado, ya que difícilmente el cuerpo nos de para una patriada como antaño.