Aprovechando las visitas a distintas provincias del norte del país que realizara recientemente, el presidente busca instalar gradualmente otras cuestiones en la agenda pública, aunque sin abandonar aún la de la pandemia, que sigue teniendo un lugar privilegiado.
Consciente del hastío y del descontento de ciertos sectores de la ciudadanía por el prolongado aislamiento y de la incertidumbre económica que provoca esta pandemia de coronavirus, Fernández comienza de a poco a hablar de la nueva normalidad. Este intento del presidente por abrir su agenda se manifiesta en las distintas declaraciones que hizo durante su minigira por el norte: "Ya estamos trabajando en la post pandemia para ver cómo ponemos en marcha la economía. Tengo la esperanza de que cuando todo esto pase, la economía se recupere rápidamente", expresó en Formosa. Y agregó: "Cuando me hablan de cómo salir de la pandemia, primero pienso con qué velocidad logro hacer un país más justo". Durante su visita a Misiones, insistió en que "es una buena oportunidad después de que esta pandemia pase para replantearnos seriamente el país, redefinirlo", debido a que el actual modelo "entró en una tremenda crisis que dejó al descubierto sus peores debilidades".
Ya de regreso, durante la última semana deslizó los lineamientos de las reformas estructurales que el gobierno nacional piensa impulsar, que ejemplifican esa idea de “país más justo” que tiene el presidente como norte.
Entre ellas, se encuentra la nueva reforma tributaria: "Cuando uno mira la recaudación impositiva y se da cuenta de que la mayor parte son impuestos al consumo que paga por igual el más pobre y el más rico, uno dice ¡qué injusticia!". Y fue más allá al criticar también el impuesto a las ganancias aplicado a los trabajadores: "Cuando yo veo la parte del impuesto a las Ganancias que aportan los que cobran un sueldo, digo 'esto está mal'. Claramente está mal y hay que corregirlo. Ya no me importa quién es el culpable. Eso hay que corregirlo y rediseñar un nuevo país".
Retoma otras reformas que había planteado tanto durante su campaña como en el discurso de apertura de sesiones ordinarias del Congreso, el primero de marzo. La primera es la concerniente al Poder Judicial: "Revisar el tema judicial es revisar el funcionamiento de la Corte Suprema, sobre si tienen que ser más o menos integrantes. Yo pienso que no debe aumentarse el número de jueces de la Corte, pero me gustaría escuchar a expertos", ratificó. El proyecto de ley de reforma judicial impulsado por el gobierno nacional contempla además la designación de 34 nuevos jueces federales para recortarle el poder de los 12 actuales de Comodoro Py y se espera que llegue al Congreso durante esta semana.
La segunda apunta a al sistema de inteligencia nacional y su órgano rector, la Agencia Federal de Inteligencia (AFI): la revisión de la ley nacional de Inteligencia N° 25.520, y su modificatoria, la Ley N° 27.126, sancionada en 2015 durante la gestión de Cambiemos, luego de la muerte del fiscal federal de la Nación, Alberto Nisman. El objetivo que se busca es el de "realizar una revisión integral de las bases jurídicas, orgánicas y funcionales del Sistema de Inteligencia Nacional" y de construir una "nueva estructura de inteligencia, compatible con el Estado democrático de derecho y los derechos humanos". Para tal fin será convocada una Comisión que estará integrada por representantes de la Administración Pública, del Poder Legislativo y de la sociedad civil (que cuenta con representantes de Iniciativa Ciudadana para el Control del Sistema de Inteligencia (ICCSI)), que "deberá elevar un proyecto de ley de reforma y actualización integral del Sistema de Inteligencia Nacional en el plazo de 120 días corridos".
Por último, reaparece la idea de rediscutir la coparticipación federal actual de 3,5% que recibe la Ciudad. o el mecanismo que establece cómo se distribuyen entre las provincias, incluída la CABA, los impuestos que recauda la Nación: "Tenemos que discutir un nuevo modelo de coparticipación, porque éste claramente no está funcionando"…. Hay que "revisar todo y terminar con la discrecionalidad del poder central", propuso recientemente en sus visitas a los gobernadores el presidente Alberto Fernández. ¿Se tensionará la creciente relación de cooperación entre el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta y el gobierno nacional por este tema en particular? Recordemos que previo al inicio de la pandemia de coronavirus la situación entre Ciudad y Nación no era la más cordial y el presidente amenazaba con rebajar por decreto al menos un punto el porcentaje
Nos encontramos entonces ante el inicio de nueva fase, la de “descovidización” del discurso presidencial donde entran en escena otros temas, algunos muy cuestionados por los sectores más duros que critican al gobierno nacional, que no hacen más que subrayar que el 80% del país ya ha flexibilizado actividades industriales y comerciales y se adentra en la nueva normalidad, con la excepción del AMBA, donde la prioridad sigue siendo, obviamente, el Covid-19. Esta agenda más amplia, sin embargo, sigue curiosamente sin incluir un programa económico integral que apunte a combatir la inflación, recuperar la confianza y sentar las bases de un crecimiento robusto y sostenido. Es muy probable que la realidad obligue al presidente Fernández y a su equipo a ajustar sus prioridades, sobre todo cuando comiencen las negociaciones con el FMI, luego de finamente llegar, tal vez en las próximas semanas, a un acuerdo con los bonistas.