Este lunes, propios y ajenos se escandalizaron luego de que se dieran a conocer una serie de escuchas telefónicas entre Marcelo Tinelli y Julio Grondona, donde se arreglaban partidos y se acomodaban árbitros y horarios.

Lo que nadie ha dicho es que esos audios pertenecen a una vieja causa judicial que tuvo el ex juez Norberto Oyarbide y terminó en la nada.

En realidad, la investigación era sobre la compraventa de jugadores de fútbol a través de una de las principales financieras de ese entonces, Alhec Group.

Según recuerda el portal Expediente Político, la causa fue instruida por Oyarbide, quien en julio de 2013 procesó y embargó a diez personas, entre ellas dos inspectores del Banco Central, por el delito de lavado de dinero.

La maniobra es clara: los clubes extranjeros pagaban más de lo que los clubes argentinos denunciaban como precio de venta y en el camino quedaba dinero fuera del país. Esto se manejaba en cuentas situadas en Panamá, Suiza, Liechtenstein, Holanda, Hong King y Estados Unidos.

“El dinero llegaba al país y luego se blanqueaba a partir de sociedades vinculadas a Alhec, una financiera que también fue noticia por el caso de Daniel Muñoz”, según Expediente Político.

Como sea, el expediente judicial estaba plagado de escuchas. De hecho, algunas fueron transcriptas en el procesamiento inicial. Uno de los teléfonos que estaba intervenido era el de Grondona. De ahí salieron las escuchas con Tinelli, donde hablan de elegir a dedo a los árbitros.

Pasaron casi siete años para se ventilaran en público. Las conversaciones eran desconocidas hasta incluso por algunos de los implicados en el caso.

De acuerdo a “Expediente”, los procesamientos luego fueron anulados por la Sala I de la Cámara Federal. Y la causa terminó en la nada pese a los intentos de la AFIP de Ricardo Echegaray.