La decisión del Gobierno de avanzar con una alícuota de 10.5 por ciento de Impuesto al Valor Agregado (IVA) a la leche en un contexto de pandemia y elocuente pérdida del poder adquisitivo ya encendió críticas desde el ámbito de los consumidores.

A su vez, tomó de sorpresa a la misma cadena láctea, que no termina de entender este movimiento oficial para modificar las reglas de comercialización a partir de un proyecto de ampliación del presupuesto nacional remitido recientemente al Congreso.

Sendos actores del rubro consultados por el portal iProfesional explicaron que el insumo básico de la industria láctea comenzó a gozar de una exención total del IVA a partir de las PASO del año pasado, cuando la gestión que encabezaba Mauricio Macri eliminó ese tributo mediante un decreto que estuvo vigente hasta diciembre de 2019.

En ese contexto, se viralizó un tuit del hoy ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, quien el 5 de mayo de 2017 aconsejó al gobierno de Mauricio Macri quitar ese impuesto lácteo.

“Bajó el consumo de leche porque a las familias no les alcanza la plata. Hay que quitar el IVA a la canasta básica para que bajen los precios”, dijo entonces en su cuenta de Twitter. ¿Qué dirá ahora?