Miremos un poco más allá de la pandemia o la cuarentena. Sabido es que las dificultades son cuantiosas, con una economía virtualmente quebrada, con una emisión monetaria descontrolada que sólo monetiza el gasto público y con un fisco que quiere cobrarle impuestos a los muertos.
Sí, aún en medio de este absurdo, y con otras tantas políticas inconducentes, el panorama se despeja para la Argentina. El gobierno logró despejar la borrasca de la deuda pública y el corto plazo aparece con el camino liberado.
Algo similar puede ocurrir con la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y que a pesar de las enormes exigencias que va a imponer el organismo, el acuerdo despeja el camino del corto plazo. Entre ambas negociaciones, la Argentina tiene la llave para poner en orden su economía y para volver a los mercados internacionales, justo en momentos en que el mundo ingresa a una era de dinero muy barato.
La Reserva Federal introdujo este viernes un cambio de paradigma que balizará la autopista financiera de los próximos meses. El organismo rector monetario de los Estados Unidos, ha decidido relajar su política de tasas y corrigió su objetivo inflacionario haciéndolo más laxo, en momentos en que la principal economía del planeta enfrenta una profunda contracción de su actividad y que superó el 30% al cabo del segundo trimestre, en comparación con igual lapso de 2019.
El objetivo de la FED es fomentar el empleo, ante la proximidad de un final de la pandemia, una vez que las vacunas contra el COVID-19, hoy en etapa de ensayo, estén liberadas en el mercado. Todo esto implica que la FED mantendrá las tasas de interés muy bajas durante mucho tiempo, lo cual significa un camino más fácil para que las economías en desarrollo puedan acceder al capital y atraer inversiones.
Pero aquí tampoco hay magia. El gobierno de Los Fernández deberá encarar un profundo programa de reformas estructurales para poder poner a la Argentina en condiciones de atraer inversiones. Si el gobierno quiere aprovechar estas condiciones excepcionales, esta vez deberá hacer las cosas de manera amigable a la generación de negocios.