El Gobierno firmó el reconocimiento
de la destrucción del caladero hablando del colapso pesquero, ostentando otra
vez la impunidad corrupta que le
brinda el hecho de tener una Justicia adicta y dependiente. La explotación
pesquera sigue, desde la pasada década, una política de destrucción por la
entrega ilegal de nuestros recursos pesqueros a manos extranjeras y
testaferros nativos. Esta realidad profundiza el modelo de "Glasnost" menemista y
sus consecuencias se multiplican en más pobreza y exclusión de los más pobres.
El
eslabón de la cadena más frágil de la industria pesquera es el "filetero" y
sobre él recae inmediatamente el impacto de la falta de materia prima.
Mar
del Plata tiene miles de trabajadores de "filet" como las demás provincias marítimas
que están reaccionando ante la falta de pescado que se traduce en la falta de
alimento a sus hijos y familia. Por ello, el "super" intendente Daniel
Katz
pide más pescado para la ciudad… y el Gobierno entrega. De la misma manera, cada municipio y
cada provincia piden más pescado y el Gobierno acepta dando
soluciones políticas a un tema
puramente
biológico, del cual hace
"caja" a expensas del patrimonio pesquero
que, privatizado y sobreexplotado, está actualmente en colapso.
Saber qué se va a hacer con miles de desocupados hambreados parece no ser un tema
importante, pues sólo importa el “voto inmediato”, después nadie paga pues en Argentina
(repito) no existe la Justicia
independiente. Eso lo sabemos aquí y es conocido en el extranjero.
Sólo importan los votos, no los ciudadanos, aunque nos digan lo contrario. El periodismo,
a su vez, ayuda con su silencio cómplice y la Justicia amanuense tapona denuncias que, de haber sido tratadas en tiempo y forma,
hubieran cambiado la realidad pesquera argentina.
El
Gobierno reconoce, tal cual lo denuncio en el documento que adjunto (ver al
pie), que hay un
sinnumero de actos ilegales que se permiten desde su seno aunque haya emergencia pesquera
nacional. Los responsables, en vez de tomar medidas urgentes de protección como
indica el sentido común y la carta
magna
(Arts 41 y 43) -enviando tal como
Si
retomamos la inteligencia anterior colegiremos que el Gobierno no hizo difusión
alguna de este tan Grave estado de los recursos y nivel de ilegalidades ¿Por qué?
Nuevamente
se demuestra que el tema ambiental no interesa y lo que sí interesa es lo mediático.
Mientras
Gualeguachú se levanta en defensa de su futuro, Mar del Plata y todos sus
estamentos calla realidades
como las del tamaño del pescado que día a día se
descarga y la duración de cada viaje.
El
grito del caladero
La
palabra "recursos" se repite 41 vez siendo el elemento básico de la ley. Para que
quede claro y no haya confusiones acerca de quién y para qué estos “recursos
son importantes”, la normativa Federal utiliza:
21
vez la palabra EMPRESA
8
veces la palabra EXPLOTACIÓN
4
veces la palabra INDUSTRIAL contra 1 de ARTESANAL.
2
veces la palabra RACIONAL
Las palabras: "comunidad", "pescador",
"social", "biodiversidad" o "alimento" no figuran
ni siquiera una vez dentro del texto.
De
la misma forma que nació la
Asamblea de
Gualeguachú
va nacer
El señor Presidente
sabe muy bien de qué
se trata
Argentina,
desde la “privatización” de Felipe
Solá del
mar
argentino
-junto a Carlos
Menem- cobija una flota de buques españoles
que estaban sin caladero en el mundo, “solucionándoles” el
impacto de desocupación de España y quebranto económico de sus empresas
y permitiéndoles
así ingresar su flota inactiva,
la cual se ha apoderado
del caladero mientras mantenían la
comercialización garantizada en su país.
El aumento de las exportaciones pesqueras a la fecha oculta las operaciones
realizadas al interior de sus propias empresas en Europa, siendo estas simples transferencias
de recursos
de un país a otro. Los barcos que ingresaron no eran
realmente “ventas” sino
inversiones de capital puestas en maquinaria en las empresas teóricamente
“mixtas”. Los envíos de pescado sin el carácter de importaciones no eran “compras”
sino un medio de girar a la "madre patria" el beneficio del saqueo de los recursos
pesqueros. Como el Estado argentino mira para otro lado, las empresas presentaban sobrefacturaciones de exportaciones para
cobrar pre-financiaciones y reintegros con la absoluta complicidad de
funcionarios locales argentinos.
Si
la ciudadanía observa los integrantes del status quo pesquero nacional, podrá
ver que son los mismos que durante el menemismo nos sumieron en la emergencia
pesquera nacional para el recurso "merluza". El sillón de la cartera pesquera pasó a manos del Sr. Gerardo Nieto,
quien desde el menemismo representaba a
Santa Cruz en el Consejo Federal Pesquero y es responsable -junto a sus pares
desde la pasada década- de ser partícipe en la destrucción del caladero argentino, como ellos mismos lo afirman.
Es lícito preguntarse cómo puede el Gobierno seguir repartiendo pescado que no existe,
permitiendo
que la flota congeladora nos vacíe el mar. ¿No son acaso los mismos
que antes nos vendieron, llevándonos
a la emergencia pesquera que hoy nos dirije al colapso?
Los
empresarios del sector no hablan ni
hablarán, pues el Gobierno los amordaza bajándoles el cupo de captura que
ellos manejan como si fueran Dios. Mientras, el mar argentino agoniza
y todo empeora. Hoy en Argentina cada dos horas muere un niño de hambre según
Juan Carr, titular de Red Solidaria.
Cuando llegue el colapso, con la desocupación, serán muchos
mas. Evidentemente, sólo un milagro nos puede salvar de que esto suceda mientras al
frente de la administración pesquera nacional continúen los
mismos "cajeros" políticos.
Informes
científicos de INIDEP demuestran que, mientras la flota congeladora pescó al sur
del grado 48, el stock de merluza se recuperaba. Hoy su estado es alarmante, aunque
el Gobierno “dibuje” los informes pertinentes.
No se puede tapar el sol
con las manos por mucho tiempo.
Roberto Maturana