El acuerdo al que habían arribado las cúpulas de las tres bancadas de Juntos por el Cambio para votar por la abstención no fue suficiente para que el interbloque expresara una postura uniforme.
El dilema entre votar en contra, a raíz de las "inconsistencias" en las proyecciones de escenarios macroeconómicas, y pronunciarse por la abstención para dar una mensaje de moderación y diálogo político con el Gobierno, terminó zanjándose a favor de esta última postura.
En la decisión de fondo terminaron pesando más las necesidades de gobernabilidad de los mandatarios provinciales opositores de Jujuy, Corrientes, Mendoza y la Ciudad de Buenos Aires, quienes en definitiva tienen la responsabilidad de sostener niveles de acuerdo político con la Casa Rosada para gestionar sus distritos.
Por supuesto que el proceso de debate dejó heridos y no todos acataron la partitura: de los 108 diputados de Juntos por el Cambio, 89 se abstuvieron, pero otros 13 votaron negativamente.
De esos 13, siete fueron del PRO, seis de la Coalición Cívica y ninguno de la UCR.
Por el PRO votaron en contra Omar De Marchi (Mendoza), Fernando Iglesias y José Luis Patiño (Ciudad de Buenos Aires), Luis Juez (Córdoba), Francisco Sánchez y David Schlereth (Neuquén) y Pablo Torello (Buenos Aires).
Por la Coalición Cívica, se opusieron Mónica Frade (Buenos aires), Leonor Martínez Villada (Córdoba), Paula Olivetto y Mariana Zuvic (Ciudad de Buenos Aires), Mariana Stilman (Buenos Aires) y Alicia Terada (Chaco).
Oliveto fue una de las que durante el debate explicó más claramente las motivaciones del voto duro en contra del Presupuesto oficial.
Señaló, por ejemplo, que es "inadmisible acompañar un presupuesto en el que delega el Congreso sus facultades a un funcionario que no eligió el pueblo sino el presidente de la República".
Se refería a lo consignado en el artículo 93, que obliga a las provincias a solicitar autorización al Ministerio del Interior, en la actualidad encabezado por Eduardo "Wado" de Pedro, para acceder a operaciones de endeudamiento y otorgar garantías y avales. .
También hubo desprendimientos respecto de la postura abstencionista pero en sentido contrario: seis diputados acompañaron el proyecto oficialista, decisión que llamó poderosamente la atención ya que no estaba en los cálculos previos.
En el caso de las correntinas Ingrid Jetter y Sofía Brambilla, y de los jujeños Osmar Monaldi, Gabriel Burgos y Jorge Rizzotti, el voto afirmativo fue por instrucción expresa de sus gobernadores (ambos radicales) Gustavo Valdés (Corrientes) y Gerardo Morales (Jujuy).
El caramelo con el que el Gobierno logró endulzar a estos dos mandatarios opositores fue el artículo 104 que fija la automaticidad del Fondo del Tabaco: se trata de dos provincias que, junto a Misiones, son productoras de tabaco.
A esos cinco diputados radicales que votaron a favor se sumó el riojano Felipe Álvarez, que tiene un monobloque (Acción Federal) dentro de Juntos por el Cambio, y quedó satisfecho con la incorporación en el proyecto (tras gestiones del gobernador Ricardo Quintela con Máximo Kirchner y varios ministros) para incorporar 250 millones de partidas extras para la capital provincial (gobernada por la ex senadora radical Inés Brizuela y Doria) y otros 250 millones para el resto del territorio.
"Aprobamos en Diputados el Presupuesto 2021, herramienta clave para la gobernabilidad. Como riojano, estoy orgulloso de haber logrado el objetivo: más recursos para nuestra gente y autonomía para los intendentes", celebró Álvarez en su cuenta de Twitter al concluir la votación.
Fueron varias las provincias beneficiadas a partir de negociaciones de último momento para mejorar el dictamen. Lo más evidente fue la autorización para crear una zona franca exenta de impuestos nacionales mediante un régimen aduanero especial en las provincias de Misiones, Formosa, Chaco y Corrientes.
Originalmente, la única provincia beneficiada iba a ser Misiones por su competencia directa en términos comerciales y productivos con Paraguay y Brasil, pero la exclusividad generó recelos en las provincias de la zona, que exigieron el mismo tratamiento especial, lo cual fue finalmente otorgado.
Hasta cuando los formoseños van a seguir votando y aguantando la dictadura feudal del impresentable Gildo Insfrán, un mediocre que apenas sabe hablar. Despierten como pueblo y dense cuenta que merecen vivir en libertad. Un presidente federal y constitucional, estaría ya mismo analizando con expertos constitucionalistas la forma legal de intervenir la provincia y sacar al gobernador delincuente, pero claro, gobierna el peronismo que es la religión de los delincuentes.