La Señora Silvia Giusti es la
presidenta de la Comisión de Agricultura, Ganadería y Pesca del Senado de la
Nación. Sobre el inicio de este año, hizo públicas alentadoras perspectivas
para el año 2007, augurando el “crecimiento del sector” y el cuidado del
“recurso”, afirmando en ese sentido que “desde nuestra actividad
legislativa existe la firme decisión de avanzar en políticas de
transparencia”.
Evidentemente, la Sra. Giusti vive una
realidad pesquera muy lejana a la verdadera realidad del sector, como la mayoría
de los funcionarios responsables del área.
¿Desconoce acaso la Sra. Giusti los
informes de la Auditoría General de la Nación, la Universidad de Buenos Aires,
la Sindicatura General de la Nación y la Procuración del Tesoro?
El subsecretario de Pesca, Sr. Gerardo
Nieto, informó las perspectivas 2007 como un importante desafío, consolidando
la metodología y planificación anual para el uso de los recursos pesqueros, y
una mayor ampliación de mercados para estos.
Quienes leen esto y no saben de qué va
la cosa, creen que estamos como con Carlos Menem, en el primer mundo, pues si bien
mercados sobran, faltan peces. Recurrentemente los funcionarios informan al país
y al Presidente sobre realidades inexistentes. Si no conocen la crisis, menos aún
pueden opinar qué hacer con ella.
“No hay crisis”
Cuando se conoció el ultimo informe
científico del Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero
(INIDEP), el cual salió a la luz “muy bien
maquillado”, tomaron todos real conocimiento del estado del “recurso
merluza” por la irresponsabilidad de este Gobierno de liberar a la flota
congeladora a operar en todo el mar argentino.
La realidad y la corrupción superan a
la ficción: cuando teníamos índices de mejoras en los stoks de merluza, se
abrió el caladero a la flota de buques extranjeros -ilegales y depredadores- y
su consecuencia fue llevarnos al colapso en el recurso, como en el año 1999
cuando se promulgo la Ley de Emergencia Pesquera para la merluza “común” o
“hubsi”.
Esto produjo que, quienes nos llevaron
al colapso, lo pudieran volver a repetir impunemente, estando los resultados a
la vista.
La biomasa real del “recurso
merluza” es muy grave, siendo de conocimiento pleno de las autoridades
pesqueras nacionales, que a la fecha nada hacen al respecto. Por lo pronto, ya se tendría que haber desplazado a la flota
depredadora del sur del grado 48, como lo dicta la vigente Ley 25.109.
Está claro que, quienes nos llevaron al
actual estado de colapso, nada van a hacer por revertirlo. Este marasmo salió de
lo virtual para ir a la realidad: la incertidumbre ya se plasma en los muelles
pesqueros del país.
Antes, un buque tardaba poco menos de
dos semanas para regresar completo desde Mar del Plata cargando unos 3000
cajones. Hoy, se demoran unas 78 hs más, principalmente por la falta de
merluza. Esta situación se vive desde comienzos de año.
Recorriendo Mar del Plata y su entorno
fabril, se puede ver cómo se filetean carpas y sábalos traídos desde Santa Fe
porque no hay otra especie para “procesar” (1). Esto indica invariablemente
que los informes científicos de capturas han sufrido una insólita transformación:
pasaron de “biológicos” a “políticos”, luego de un importante “make
up”.
Sería interesante investigar por
qué el grupo histórico
de "evaluación de merluza" renunció, teniendo en cuenta la cantidad de publicaciones
internacionales que tienen en su haber, signo de reconocimiento a sus años de estudio.
El INIDEP cuenta con un nuevo
director, el Lic. Enrique Mizrahi, otro patagónico vinculado al ambiente empresarial desde larga
data, quien no pudo aún colocar a nadie a la cabeza del “proyecto merluza”
¿El motivo? Según secretos a voces, en el año 2008 -a más tardar- este
recurso colapsará y
nadie quiere hacerse cargo de esta “papa caliente”.
Mar del Plata es una olla de presión y
en Rawson se estima que el impacto de la falta de materia prima tendrá
inmediatos resultados en desocupación de personal de plantas.
El intendente de Mar del Plata, Daniel
Katz, al inicio de año -rápido de reflejos- salió a pedir “más pescado”
para la ciudad, al igual que en su momento cada gobernador ha pedido más
pescado al Gobierno.
Esto transforma al mar argentino en una
“caja a pedido político” de recursos, sin mirar su equilibrio ambiental ni
el de la biodiversidad circundante.
El intendente Katz solía decir:
“todos saben lo que significa el pescado para Mar del Plata, es razonable pues
pedir trabajo para todo el año”.
Revisando este tipo de dichos y quiénes
los pronuncian, veremos pristinamente que faltan los reales actores de este reclamo. Ellos
son los sindicalistas que dejan “correr” a los políticos mientras callan
por los “compromisos adquiridos” con los armadores.
Repasando la realidad es muy importante
ver que todos piden pero ninguno dice lo que debe decir: que los congeladores y factorías extranjeros nos vacían el mar.
Todos piden más pescado (que no
alcanza) para proveer a depredadores e ilegales.
Los delincuentes que representan al
Gobierno en los intereses pesqueros nacionales, al igual que gremialistas,
intendentes, gobernadores y demás funcionarios verseros, piden más pescado
para colaborar con los delincuentes que los alimentan.
Tal afirmación se da en el marco
del "trabajo" de buques congeladores ilegales y depredadores, que no traen
mano de obra a tierra y sólo exportan materia prima a Europa para su elaboración y
obtención de valor agregado.
Todos piden, pero nada dicen sobre el
hecho de que la flota congeladora de todo el país debe elaborar la captura en
puertos nacionales, para que no se siga exportando la materia prima. De esta
manera se generaría la
mano de obra necesaria para gantizar trabajo durante el año a los sectores más
pobres.
Tal vez el Sr. Presidente Kirchner, que aboga
por una “genuina revolución productiva” no sepa esto, tal vez sí. Habrá
que ver si no existen compromisos con España que nos aten a este destino.
Más allá de la ironía, la realidad nos muestra que
estas
empresas triangulan ventas, se exportan a sí mismas y vacían el mar a destajo.
De eso nadie habla.
Los sindicalistas obviamente negocian el
silencio de denunciar colapso pues ellos tienen para comer varias generaciones,
pero los fileteros, camaristas, envasadoras y peones, no.
A su vez, los pequeños armadores ven muy cerca el
destino de hacer hojas de afeitar con sus buques.
Aún, al día de la fecha, ningún
"pope" gremial o
político habló de sacar del caladero a los buques ilegales o de iniciar el
"mani
pulite" en la Dirección de Pesca y Fiscalización y echar a patadas a los
menemistas hoy “apingüinados”. En este país, habiendo dinero para comprar
voluntades, no hay memoria ni justicia.
Las personas que manejan el poder
pesquero nacional jamás van a decir la verdad y al Sr Presidente le va a “saltar” la realidad en su rostro
cuando la crisis sea más
grave de lo que él cree.
Muestras sobran, plasmadas en actas del
Consejo Federal Pesquero y resoluciones del mismo que jamás se aplicaron. Lo que el Dr Kirchner no sabía, ya lo
sabe.
En el año 2000, el Consejo Federal Pesquero y la entonces Secretaría
de Agricultura, Ganadería, Pesca y Acuicultura de la Nación, por medio de un
concurso de precios, contrataron a la Facultad de Derecho para revisar todos los
permisos de pesca preexistentes a la ley N° 24.922, y los que se hubiesen
otorgado con posterioridad a la vigencia de esta ley y elaborar un informe
individual de cada uno de ellos con excepción de los de Rada o Ría. Debido a
la relevancia del tema, la Auditoría tomó estado público en diversas
ocasiones.
Si lo dicho no alcanza, invito a ver la página
de la AGN (2), así sabremos qué esperar de los mismos funcionarios
traidores de antaño que a la fecha hacen caja como ayer, con la misma impunidad.
Arrojando a la basura informes como el aquí mencionado que expresan desde el 2002 medidas que
jamás se tomaron para beneficiar a la República Argentina.
Conclusión
Los excesos que se producen en la
explotación del recurso pesquero, vulneran los objetivos establecidos en el
Art. 1 de la Ley
Federal de Pesca como también en el art. 41 de la Constitución Nacional. La violación sistemática de
lo establecido en dicha ley y de lo dispuesto en nuestra Carta Magna, ocasiona
importantes perjuicios en las disponibilidades del recurso existente. Todo ello
repercute negativamente en la actividad económica pesquera y en los sectores
sociales Vinculados a ella en nuestro país, así como también en la preservación
y conservación del medioambiente.
A fin de cuantificar el daño sobre el
recurso, la Dirección Nacional de Pesca y Acuicultura debería encarar la
realización de estudios y evaluaciones económicas sobre el impacto de la
depredación y, simultáneamente, implementar políticas de prevención y
mitigación.
Fuentes reservadas me informan que
pasada Semana Santa los popes políticos marplatenses van a ir por más pescado.
También se sabe ya cómo va hacer el Gobierno para otorgarlo “y que no se
note”. La argucia será la de siempre: correr el área de veda por resolución
(una monstruosidad biológica imposible e inaceptable), manejando una veda
móvil. Así depredan a su antojo y usted Dr. Kirchner sigue sonriendo sin saber la
verdad.
Finalmente adjunto fotocopia simple del
permiso provisorio de pesca del Sanarawa II. Por favor pida que le expliquen en
qué artículo de la Ley Federal de Pesca 24.922 se acepta que los buques pesquen con
permisos provisorios y por cuántos miles de dólares... perdón, de razones se permite este
inapelable acto de corrupción.
Señor Presidente, respetuosamente le
reitero mi pedido de medidas urgentes. Sigo a disposición para ratificar en un
todo lo aquí expresado y ampliar mis dichos, recordándole que aquí hay otra
elección que hacer, pues los recursos no tienen mas tiempo y el hambre tampoco.
Es hora de elegir ¿pueblo o recursos?
Viva la Patria, señor Presidente.
Roberto Maturana
Oficial de Marina Mercante-Investigador
(1) “Y… la gente tiene que trabajar”, suelel decir el caradura de Omar Tutoni, presidente de CAPEMAR una cámara que nuclea cooperativas de trabajo, a la hora de justificar esta situación.
(2) http://www.uba.ar/extension/trabajos/derecho_auditoria.htm
*Para mas datos del colapso ver: www.pescaypuertos.com.ar