Decir que la economía está complicada es una verdad de Perogrullo, decir que el próximo año lo estará, también lo es, pero los datos que se conocen dan a entender que por el momento no se avizora un horizonte de certidumbre y mejora.
Por caso, la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), en un informe publicado el pasado domingo, sostiene que “se puede estimar que este año cerraron 90.700 locales, 41.200 pymes y quedaron afectados 185.300 trabajadores”.
Además indicó un dato con el objetivo de visualizar la problemática y es que hay en promedio 9 locales comerciales cerrados por cuadra en todo el país.
Ello resulta ser grave y sobre todo si se tiene en cuenta que por día se generan en promedio alrededor de 10.833 nuevos pobres, un número realmente alto, ya que por año ello redundaría en 4 millones de personas cayendo en la misma situación.
Sin embargo, parece que lo peor aún no llegó, de hecho, el próximo año el Estado nacional deberá afrontar el pago de sus compromisos por un total de 4 billones de pesos, el mayor problema es que las reservas liquidas del Banco Central no existen y, peor aún, hay quienes indican que se encuentran en estado negativo.
¿Cómo hará el Gobierno para conseguir ese dinero? ¿Pedir plata prestada? Nadie en su sano juicio le prestaría un solo peso a la Argentina. Entonces ¿Propondrán más impuestos o aumento de los existentes?
No sería recomendable, la carga impositiva en Argentina es una de las más altas del mundo, de hecho, para graficarlo, el vicepresidente de la CAME, Fabián Tarrio, mencionó esta mañana en diálogo con Radio News que “la carga impositiva se lleva el 60% de lo que gana el empleado”.
Por último queda emitir, pero ello generaría inflación y, la semana pasada, Morgan Stanley aseguró que la inflación comprimida es del 147% y se encuentra “pisada” por las maniobras estadísticas oficiales, el dólar que se mantiene a 80 pesos a cualquier costo y el congelamiento de las tarifas.
Además, gran parte de las deudas que tiene Argentina es en dólares, y ya se sabe, no se produce esa divisa en el país.
Por otro lado, es dable destacar que el sobrante de pesos que tiene la Argentina y las reservas prácticamente inexistentes del Banco Central alertan a las autoridades del Fondo Monetario Internacional.
Por tanto, la economía para el año que viene se encuentra en una encrucijada sin salida. El área económica del Gobierno deberá sortear un laberinto del cual será casi imposible salir.
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