Algunos siguen insistiendo en creer barbaridades imposibles respecto de la muerte del ex fiscal Alberto Nisman, un complot imposible teniendo en cuenta datos objetivos, entre ellos, los peritajes que concluyeron que en su muerte no hubo participación de terceras personas.
No es culpa de ellos, sino de grandes medios interesados que no han hecho otra cosa más que operar para vender una verdad incongruente.
Pero quien lo dice es un simple periodista en ciernes, con unos pocos años en la investigación y por ende, y esto dicho por algunas personas realmente, poco confiable.
Del otro lado, en cambio, hay un periodista con décadas de trabajo investigativo, uno de los más grandes de la Argentina y, para no faltar a la verdad, ciertamente, uno de los más inteligentes: Jorge Lanata, quien contundentemente asegura que a Nisman lo mataron.
El caso del ex fiscal federal es muy interesante, no por su muerte en sí, sino por el contexto en el que sucedió. Un hombre encargado de investigar una de las tramas más truculentas que ha vivido la historia argentina y de denunciar a la entonces presidenta, Cristina Fernández, por encubrimiento a los iraníes que, en este caso, vendrían a ser los autores del atentado a la AMIA.
Por ello, para entender el marco en el que muere Nisman es necesario hacer hincapié en algunas cuestiones que hacen a ese atentado – estrechamente conexo con la voladura de la Embajada de Israel en el 92 y con la muerte de Carlos Menem Jr. en el 95-.
En primer lugar, cabe destacar que no existe prueba alguna contra iraní alguno en toda la causa AMIA, esa fue la discusión que en dos oportunidades tuvieron Christian Sanz –director de este portal- y Fernando Paolella con el propio fiscal, en el marco de la investigación que culminó con la publicación de su libro "AMIA: la gran mentira oficial".
Entonces, si no habían iraníes involucrados en el caso AMIA, ¿Por qué Cristina buscaría encubrirlos? El memorándum con Irán fue acaso lo único bueno que impulsó la hoy vicepresidenta, nada más, aunque no es poco.
Lo que se buscaba con ello era que un país ajeno al atentado y por ende sin intereses en el mismo, realice una investigación independiente para dar con los responsables del hecho.
Pero se insiste ¿Por qué se encubriría a gente que no lo necesita? En ese sentido, de por sí, no tenía sentido alguno la denuncia de Nisman contra Cristina, no había fundamentos, dicho por los mejores juristas del país consultados por La Nación, medio al que no se lo puede tildar de kirchnerista.
Es decir, ¿Cuál hubiese sido la motivación de matar a un fiscal por una denuncia que no tenía sentido ni argumento?
Como se dice arriba, el problema es que del otro lado hay un periodista de larga trayectoria y realmente reputado que sostiene lo contrario que quien escribe estas líneas.
Pero…
Algo cambió en Lanata, no puede asegurarse que tiene que ver con intereses personales, pero por alguna razón comenzó a operar en el caso AMIA y Nisman.
Por caso, el periodista hizo la primera investigación independiente sobre el atentado a la Asociación Mutual Israelita Argentina, de hecho escribió un libro que fue publicado a prinjcipios del 95' llamado “Cortinas de Humo”.
Allí sostenía que los verdaderos autores eran los Sirios. Lanata lo sabe, pero insiste en que a Nisman lo mataron por querer hacer una denuncia sin sustento.
Inmediatamente después de la muerte del ex fiscal dice que Nisman se pasó diez años investigando el atentado y que iba a presentar el resultado.
“Yo no sé cuanta gente habrá leído el informe del fiscal (Nisman), pero yo terminé de leerlo hace unos días. Son 801 paginas. También son 800 páginas de nada”, supo decir hace unos años el propio Lanata.
Es decir, el conductor de Periodismo Para Todos sabe que Irán no fue autor del atentado a la AMIA, sabe que Nisman fracasó en los diez años que estuvo al frente de la Unidad AMIA, sabe que no había motivos, en esta causa, para señalar a la ex presidenta, e insiste que a Nisman lo mataron.
Lo fustigó, criticó la no investigación de lo que debería haber investigado, fue hasta el fondo en un tema que bien conoce y hoy se desmiente, dice lo contrario de lo que decía… Borra con el codo lo que escribió con la mano.
Lanata sabe la verdad pero prefiere operar, vaya uno a saber por qué.
Nadie resiste el archivo.
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