Sorprendió a todos, según indican las fuentes, que la gestión de los medios públicos haya modificado los protocolos de manejo de las situaciones críticas a nivel sanitario en contradicción con el discurso del propio gobierno y con los esfuerzos de los gremios para defender condiciones de trabajo que garanticen la salud de los trabajadores.
Al parecer, luego de cambios en la gestión del personal y fuertes tensiones entre la gestión y el servicio médico de los medios públicos, la gestión adoptó un nuevo protocolo de manejo de los casos positivos de COVID entre los trabajadores.
La sorpresa fue mayúscula cuando todos los trabajadores recibieron una notificación en la que se les comunicó la reducción de la cantidad de días de aislamiento preventivo cuando se ha mantenido contacto estrecho. Al parecer la reducción del aislamiento no es la única sorpresa, el nuevo protocolo adoptado fue el del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y se adjunto el mismo en las notificaciones al personal sin salvaguardar cuestiones de imagen: el documento con la marca ciudad y el típico color amarillo del Larretismo porteño causó rumores entre los trabajadores.
En el marco del nuevo protocolo han aumentado los casos de COVID en los medios públicos y los trabajadores reclaman una política de mayor cuidado y respeto por las condiciones de aislamiento preventivo que aún es necesario mantener en tiempos de una amenazante segunda ola de casos.
Es que hace tiempo que predominan las versiones de que la gestión de los medios públicos es parte de un acuerdo del secretario de medios Francisco Meritello con el macrismo y con ex funcionarios importantes del gobierno del PRO que aún continúan trabajando en los medios públicos.
Fuentes que piden reserva para cuidar su trabajo indican que la gestión en los medios públicos es errática, poco clara y que no garantiza la estabilidad de los acuerdos para la pretendida reconstrucción de los medios que declaman en sus discursos. Como dicen ellos: “La reconstrucción es con los trabajadores adentro”.
Se oyó decir a algunos trabajadores que el fuerte vínculo de la gestión de Lufrano y muchos de sus funcionarios con antiguos funcionarios macristas convierte a los medios púbicos en un espacio anodino y sin identidad en el marco de un nuevo gobierno.
Solamente en Argentina puede un personaje mediocre como Lufrano estar al frente de RTA.