Rosario Lufrano no necesita presentación, es la presidenta de Radio y Televisión Argentina y la cara visible de la TV Pública.
Desde Tribuna de Periodistas se ha hablado in extenso sobre sus desaguisados en el canal estatal. Porque ha hecho mucho daño en poco tiempo. Lo atestiguan sus trabajadores.
De hecho, ahora mismo Lufrano intenta “planchar” la programación de la TV Pública como un paso previo a la reducción de presupuesto.
“Tiene órdenes de hacer desaparecer el canal de la pantalla para que la negociación con los trabajadores sea más fácil”, reconoció una fuente de la secretaría de Medios de la Nación ante la consulta de este cronista.
Y añadió: “Se la pasa metiendo miedo a los sindicatos amenazando con que el canal se va a cerrar si siguen reclamando por los derechos de los trabajadores”.
El hecho que dejó expuesta la situación fue la abrupta salida de Guillermo Calabrese del programa Cocineros Argentinos tras 10 años al mando de ese emblemático programa culinario.
Si bien el propio chef intentó bajar la espuma a la cuestión, al asegurar que su relación era puntualmente “con una productora”, allí aparece la “mano indirecta” de la titular de la TV Pública.
“La realidad es que los problemas económicos de la productora de Cocineros Argentinos han sido directa consecuencia de la quita de apoyo económico de Lufrano”, puntualizó el informante antes referido. De hecho, el propio Calabrese expresó en su cuenta de Twitter: “Me hubiera gustado seguir”.
Como sea, ante el reclamo de los trabajadores, Lufrano salió a “despegarse” de la situación para que no la acusen.
Sin embargo, en los pasillos todo se habla... y se sabe. “El canal está incendiado de enojo”, graficó la fuente.
Más claro… echarle aceite hirviendo.