La orden del presidente Alberto Fernández fue bien clara. Su interlocutora, la ministra de Seguridad nacional, Sabina Frederic, asintió con la cabeza y se puso en marcha. Lo interpretó como un respaldo político en un contexto de absoluta tensión. El protagonismo del ministro bonaerense Sergio Berni y el incidente con el secretario de Seguridad, Eduardo Villalba, durante la resolución del Caso “M” caldeó lo ánimos del funcionario provincial con el gobierno nacional.
No parece haber más margen para un nuevo capítulo de un show recurrente. “No vamos a permitir ni un desplante más”, aseguró una alta fuente oficial.
Fernández le pidió a la ministra que vuelva a recuperar el enlace con los intendentes del conurbano bonaerense. Considera que son ellos los que verdaderamente conocen las falencias de cada territorio.
A las 48 horas de la orden presidencial, la ministra Frederic gestionó las primeras reuniones. En el primer encuentro estuvieron los intendentes Juan Zabaleta de Hurlingham, Leonardo Nardini de Malvinas Argentinas y Gustavo Menéndez de Merlo. Más tarde, esa misma jornada, Frederic mantuvo una cumbre con Fernando Espinoza, intendente de La Matanza.
A las pocas horas, los vecinos de ese distrito marcharon en reclamo de justicia por el crimen de la psicóloga social María Rosa Daglio, la mujer asesinada hace una semana por el motochorro Alejandro Miguel Ochoa de 55 años en medio de un robo en Ramos Mejía. Ochoa debía estar en prisión, pero fue uno de los tantos beneficiados con dejar la cárcel bajo la excusa de la pandemia. El 29 de abril de 2020 recibió la prisión domiciliaria firmada por el juez Marcelo Riquert, integrante de la Sala I de la Cámara de Apelaciones de Mar del Plata. La promesa del delincuente era la de fijar domicilio en una casa de Castelar junto a su madre, su hermano discapacitado y su hijo. También prometió que cada 15 días pasaría por un juzgado a notificarse, pero nunca lo hizo.
En la Casa Rosada tomaron nota del rechazo social que generó este caso en particular y vieron con preocupación la creciente ola de violencia en los hechos de inseguridad. Es por eso que volvió a sobrevolar la idea de diseñar un nuevo Operativo Centinela para trasladar efectivos de las fuerzas federales a las zonas más calientes.
En el encuentro de Frederic con los intendentes se buscó retomar el armado de un nuevo mapa de delito, una idea recurrente que nunca conduce a nada. También se abordó el despliegue territorial de las fuerzas. Esto da en el corazón de un reclamo histórico que Berni se encargó de mediatizar en varias oportunidades. El ministro bonaerense pretende tener control directo y absoluto sobre la distribución en su territorio de los efectivos federales. En la Rosada no están dispuestos a perder una sola batalla más contra el ministro bonaerense preferido de Cristina Kirchner.
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