El contrato de infraestructura más importante del país, el de la Hidrovía, por donde salen casi todas las exportaciones, se venció el viernes pasado, luego de 24 años de vigencia. Ese día, a último momento, ese contrato, se prorrogó por 90 días. Hubo tiempo de sobra para decidir qué hacer. Pero el gobierno no pudo decidir.

Todavía hoy están pujando los kirchneristas más extremos que quieren estatizar y el resto del país que no quiere hundir el Paraná bajo otro elefante estatal inoperante y lleno e ñoquis.

Ahora, el miércoles que viene, se vence una ley clave para la agroindustria argentina. La ley de biocombustibles, clave para las economías de Córdoba, Santa Fe, Tucumán y de todo el país. De nuevo, imposible tomar una decisión. Los kirchneristas patagónicos quieren terminar ese régimen para beneficiar a las petroleras.

Los gobiernos provinciales y la agroindustria le demandan a Alberto Fernández que siga la ley. De nuevo, la solución es prorrogar la ley por 90 días.

La de la Hidrovía, la de los biocombustibles, no son, obviamente, las únicas bifurcaciones ante las que el Gobierno está congelado, impotente, incapaz de tomar una decisión.

La puja por las tarifas y su sainete de renuncias frustradas y que terminó con Cristina Fernández imponiendo su autoridad por encima de la del ministro de Economía, Martín Guzmán, y del propio presidente, es apenas una muestra. El kirchnerismo, por ejemplo, quiere imponerle a Guzmán que vuelva a repartir el IFE, lo que terminaría de liquidar los planes de austeridad del ministro.

Los senadores K le pidieron que no le pague al FMI, lo que terminaría de liquidar los planes de normalización internacional del ministro. Alberto Fernández no define ninguna de estas cosas.

Se pueden agregar más ejemplos. Todos señalan a lo mismo. El gobierno no es que tiene diferencias con la oposición. El propio gobierno está partido en dos. Sus dos facciones ya no coinciden en casi nada. Y ha quedado congelado. Por 90 días. Sin definir un rumbo.

¿Qué es lo que va a suceder en 90 días? A menos que las posterguen, en 90 días van a ser las Paso. El gobierno ha decidido congelarse hasta entonces, aunque nadie sabe si en ese momento, aunque tenga los resultados en la mano, vamos a tener más en claro que ahora para dónde disparar.