Media docena de correos electrónicos invadieron mi casilla de correo esta semana, quejándose por una nota titulada “Argentina es Palestina: ¿Control de la población para la apropiación de los recursos?”.

Allí aparecen varias afirmaciones que no carecen de prejuicio, la mayoría de las cuales ya fueron refutadas hace tiempo.

Por ejemplo, según destaca uno de los lectores que me escibió, “se habla de los grupos LGBT intentando destruir los valores de tradición y familia. A eso le sumas un Rockefeller y un Rotschild sionistas. Faltó poco para decir que los paisanos son los dueños del mundo y sandeces por el estilo, más control de natalidad y etcéteras varios”.

Por lo que he visto, no toda la nota es irracional, solo en algunas partes, breves. Pero no deja de ser desinformación en estado puro. 

Sin mencionar que el artículo viola varios apartados del Manual de Estilo de TDP, principalmente uno: el punto 2.1 de la sección “Tópicos Periodísticos”, donde se advierte que “el periodista nunca debe olvidar que trabaja para el lector, destinatario final de la información, porque ello le señala la responsabilidad que asume de ser depositario del derecho que tiene todo ciudadano a ser informado veraz y oportunamente”.

Preguntado sobre este punto el editor General del sitio, Carlos Forte, me respondió: “Esa nota está en la sección ‘Opinión’ de Tribuna, va por cuenta de quien la escribe”.

La contestación no me satisface en absoluto, desde ya, porque el lector no está pendiente de las “secciones” del portal, sino de lo que se publica al fin y al cabo.

Por eso, pido que, a partir de ahora, se cuide todo lo que se publica aquí, porque se corre riesgo de perder la credibilidad que se construyó con tanto cuidado desde 2003 a la fecha.

Sin más, les recuerdo a quienes quieran dejar sus inquietudes que pueden escribirme a ombudsman@periodicotribuna.com.ar.