El presidente designado de la Unión Industrial Argentina (UIA), Daniel Funes de Rioja, tuvo que salir a marcar su autoridad dentro de la institución aún antes de asumir el cargo formalmente, ante lo que se considera un desvío de las normas de convivencia entre los diferentes sectores internos de la institución.
Guillermo Moretti, vicepresidente de Economías Regionales de la UIA rompió uno de los principios fundamentales de la convivencia dentro de la entidad: Que no se involucre el nombre de “la casa” en cuestiones de política partidaria. El dirigente aparece en la proclama kirchnerista ante FMI con su cargo en la institución.
Puede ser que haya sido un error de quienes lo hicieron figurar entre lo más granado del kirchnerismo, que incluyeran el cargo en vez de dejarlo solo a título personal, aunque en ese caso, el apellido Moretti carece de todo el peso del nombre de la UIA. La cuestión es que el industrial santafesino, de inocultables preferencias por las políticas económica desarrolladas entre 2011 y 2015, prestó conformidad a su inclusión.
En una charla que ofreció a miembros del Rotary Club de Buenos Aires, Funes de Rioja fue bastante duro en varios pasajes: Dijo que los empresarios que trabajan en las entidades “no debemos involucrarnos en política partidaria”.
También aclaró que las firma de Moretti en el documento kirchnerista contra el FMI es “a título personal”. Lo que más molestó a los industriales de la UIA que están en la otra vereda del kirchnerismo es que el dirigente haya usado la marca de la entidad. “Eso puede llevar a confusión”, sostuvo Funes de Rioja, quien dijo que “si la UIA tuviera esa posición seguramente yo no pertenecería a esa institución”.
El actual presidente de la COPAL (Alimenticias) incluso explicó que en charlas que mantuvo con el presidente Alberto Fernández, junto con Miguel Acevedo (el presidente saliente de la UIA), Martín Guzmán y Santiago Cafiero, se acordó que “era necesario darle una solución a los bonistas y al FMI”. Y recordó que cuando la misión del Fondo llegó el año pasado a Buenos Aires se hablaron con ellos y se reiteró el apoyo de la entidad a un acuerdo con políticas económicas “razonables”.
Dicho de otro modo, la expresión de Moretti parece extemporánea y fuera de lugar. Tal vez se explique en razón de que la UIA hasta ahora tiene solo acordado dos casilleros de la grilla de autoridades del Comité Ejecutivo que tiene que asumir en junio. Uno es Funes de Rioja, y otro es Miguel Angel Rodríguez, el dueño de Sinteplast, que será el secretario general, de buena llegada con el oficialismo. El resto de los cargos se está negociando. Y el exabrupto del industrial satafesino sea parte de los chispazos que levanta esa discusión.