Mario Cimadevilla es un hombre fuerte del radicalismo y fue quien tuvo a cargo la Unidad Especial AMIA durante el Gobierno del ex presidente Mauricio Macri, cargo que abandonó por puntuales fricciones con el entonces oficialismo.

Para entender qué pasó, cómo fue su paso por la investigación del atentado a la AMIA y el rol del radicalismo en la actualidad, Christian Sanz decidió entrevistarlo en el programa que conduce los sábados en Radio News de Mendoza.

“¿Cómo es tu relación con el macrismo?”, fue lo primero que se le preguntó, a lo que respondió: “No tengo relación, puedo tener algún amigo personal que milite en el macrismo pero en lo político no tengo relación. Creo que nuestro partido está en las antípodas de lo que es el macrismo”.

Respecto de su paso por la investigación del atentado ocurrido en 1994, comentó que “en la Unidad AMIA se pretendía que nosotros, que estábamos como querellantes en la causa por el encubrimiento, fuéramos hacia la absolución de quienes habían trabajado en la investigación por el atentado y habían encubierto el atentado, ese fue el detonante por el cual yo me fui”.

“De algunas cosas me di cuenta después (de haberme ido). Cuando llegamos a la unidad AMIA observamos dos cosas: una que había iraníes imputados, en ese momento eran 5, que se negaban a comparecer ante los requerimientos de la justicia argentina. Y por otro lado observamos que había una acumulación de papeles de casi medio millón de fojas sin ningún tipo de sistematización, sin nada. Entonces planteamos que era necesario primero una ley que permita que los jueces digan que pasó, la justicia tiene que decir quienes fueron los culpables del atentado. Así promovimos una discusión sobre la posibilidad de juzgamiento en ausencia en algunas causas. El juicio en ausencia todos los bloques del senado lo acompañaron pero el Poder Ejecutivo no lo quiso acompañar”, añadió.

Comentó que “un día entro a tomar un café en Buenos Aires, a un bar, me encuentro con un amigo, empezamos a charlar y me dijo: ‘yo estoy en la Corte Internacional de la justicia de La Haya’ y dice, en mayo de 2015, que había un seminario en la Corte Internacional de Justicia de La Haya donde se iba a tratar cómo se habían investigado atentados como el de la AMIA. Mandamos gente de la unidad y le dijimos a (el entonces ministro de Justicia Germán) Garavano que además de la necesidad de una ley que permita avanzar en el juzgamiento, necesitábamos incorporar tecnología que nos permita avanzar en la investigación. Ninguna de las dos conseguimos”.

Al ser consultado sobre si Garavano decidió por su cuenta avanzar en el sentido de las absoluciones o si había ordenes desde la presidencia, contestó que “Germán Garavano no era un hombre que las decisiones se tomaran en función de lo que él decidía, yo creo que era más un empleado que un ministro. Es decir, ahí había una mesa judicial. Había otros actores de la política que tomaban las decisiones. El propio ex presidente (Mauricio) Macri estuvo involucrado en el pedido de las absoluciones de los fiscales, es decir, cuando me dijeron que tenía que pedir la absolución de los fiscales me dicen que eran amigos del presidente”.

“Yo creo que había que investigar todas las pistas, la “Pista Siria” nunca fue investigada. Yo no sé si fueron los iraníes, los sirios, lo que alentábamos era la investigación de todas las pistas. En este escenario parecía que si vos querías investigar otra pista que no fuera la iraní estabas encubriendo la pista iraní, y no es así, nosotros queríamos que se investigaran todas las pistas”, agregó.

Por último, respecto del rol del partido radical en Juntos por el Cambio, mencionó: “Hay una discusión sobre si el radicalismo sigue en Cambiemos y si sigue en Cambiemos qué rol va a cumplir. El radicalismo ha sido un instrumento del Pro. Hay hombres del radicalismo que han renunciado a defender sus valores por la comodidad de un cargo y el radicalismo tiene que replantearse su protagonismo en la política argentina y lejos de Cambiemos”.