Ayer nomás, el Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) aprobó el Dictamen Técnico no vinculante sobre la operación de venta de la distribuidora eléctrica Edenor, lo que en la práctica permitirá a las partes concretar la operación acordada a fines de diciembre pasado.
Así lo resolvió la interventora del ENRE, Soledad Manin, a través de la Resolución 207 referida a la operación de compra de acciones Clase A de la empresa Edenor SA aprobada en febrero por los accionistas de Pampa Energía en favor de la Empresa de Energía del Cono Sur, que lideran los “empresarios” Daniel Vila, Mauricio Filiberti y José Luis Manzano.
Fuentes empresarias explicaron a Diario Mendoza Today que "con la aprobación del ENRE se cumplen las condiciones precedentes necesarias para cerrar la transacción, es decir se puede hacer efectivo el pago, proceder a la renuncia y el nombramiento de directores para que los nuevos dueños tomen el control de la compañía".
Entretanto algunos festejaban por la movida, que según los kirchneristas pondía a Edenor en manos de “empresarios argentinos”, muchos se mostraban desconfiados, preguntándose qué se esconde detrás de todo lo actuado.
La respuesta es bien simple: un “curro” a medida de Vila, Manzano y Filiberti, pergeñado por el gobierno de Alberto y Cristina y coronado por Sergio Massa, amigo de los beneficiados.
Quien lo contó con lujo de detalles allá lejos y hace tiempo fue Carlos Pagni, cuando aún todo esto parecía bien lejano. Fue el 31 de diciembre de 2020. La trama detrás de la trama:
La última y más estridente manifestación del nuevo orden con el que sueña Alberto Fernández, es la compra del 51% de Edenor por parte del exministro del Interior José Luis Manzano, el empresario mediático Daniel Vila, y el proveedor de cloro de Aysa, Mauricio Filiberti. Versiones más que creíbles suman también a Aidar Bestene, gestor de negocios cercano al actual gobernador interino de Chubut Ricardo Sastre. El vendedor es Marcelo Mindlin, un protagonista ineludible del negocio energético.
La transacción plantea dos incógnitas elementales. La primera: ¿por qué Mindlin se desprende de una compañía cuya acción cotiza a 4,13 dólares, cuando llegó a valer 60 a fines de 2017? Mindlin es, antes que nada, un financista. Alguien que hace un credo de comprar barato y vender caro. No al revés. La segunda pregunta: ¿por qué podría ser negocio para Manzano algo que no lo es para Mindlin?
La explicación más a mano no merece ser tomada en serio. En el mercado se afirma que alguien cercanísimo a Mindlin, que habría comprado bonos de Edenor a precio vil, se beneficiaría mucho con el cambio de titularidad de la compañía. Esos bonos tienen una cláusula que prevé que, en ese caso, deben ser pagados al 100% de su valor. En Edenor hacen lo que corresponde. Desmienten la teoría.
Habría que considerar una segunda hipótesis. Se basa en que los compradores son personas muy conectadas al poder. Manzano tiene un trato esporádico con el Presidente. Pero, igual que Vila, frecuenta a Eduardo "Wado" De Pedro, su lejano sucesor en Interior y curioso, como él, por los negocios. Filiberti está muy ligado al sindicalista José Luis Lingeri, "Mr. Cloro". Más aún: quienes conocen bien su empresa afirman que su principal activo es el vínculo con Lingeri, gremialista de AySA. Este nexo motiva afiebradas fantasías. Por ejemplo, que Lingeri está detrás de Filiberti en la compra de Edenor. Cuesta creer que un sindicalista tenga el patrimonio necesario. Pero una voz con acento anglosajón aclara: "No lo menosprecie. A Cloro le han ido muy bien las cosas. Ya en los '90 contaba con un trust en Merrill Lynch de Ginebra. Era poca plata. 8 millones de dólares. Se llamaba Butterfly. Siempre fue romántico". Difícil de verificar. Merrill Lynch no existe más.
Los hilos de esta trama se unen en un nudo: Sergio Massa. Fiel a sí mismo, está de los dos lados del mostrador. Es cercano a Mindlin e íntimo de Manzano, Vila y Filiberti, que suministra cloro a la empresa que encabeza su esposa, Malena Galmarini. El círculo es tan activo que, según fuentes cercanas a Manzano, la transferencia de Edenor se habría terminado de convenir el sábado 12 en una comida, celebrada en zona norte, de la que participaron el vendedor, los compradores y Massa.
La intimidad con el poder hace pensar que Manzano, Vila y Filiberti podrían beneficiarse con el escandaloso artículo 87 que Massa introdujo en el presupuesto nacional. Se trata de una medida que el Poder Ejecutivo había vetado en una ampliación presupuestaria del mes de julio. Es un caso que desnuda cómo las distorsiones de la política económica habilitan arbitrariedades que dan lugar a negocios fuera de serie.
Como es sabido, desde hace 20 años las tarifas están más o menos congeladas. El aumento de costos castiga a las distribuidoras con un impresionante atraso en los precios. Por eso esas compañías deciden no pagar la electricidad a Cammesa, la empresa mixta que administra el mercado eléctrico. Massa dispuso, en ese artículo 87, que Cristina Kirchner convalidó y Fernández no vetó, que esa deuda con Cammesa pueda ser licuada casi por completo. A las distribuidoras se les reconocería un crédito por el 66% de lo que deben y el resto podría ser saldado en 60 cuotas, con seis meses de gracia y una tasa subsidiada al 60%. Por si faltaba discrecionalidad, Massa dispuso que esos pasivos ya no serán negociados con Cammesa sino con la Secretaría de Energía. Su titular, el exdiputado Darío Martínez, haría un plan para cada compañía, según parámetros tan objetivos como el promedio socioeconómico de sus usuarios, o la obtención de un impacto más armónico en las distintas zonas de cobertura.
El contubernio no parece ser un accidente. Sería un objetivo. Manzano y Vila son titulares de la distribuidora cuyana Edemsa, que acumula una deuda con Cammesa de 120 millones de dólares. La deuda de Edenor es de 225 millones de dólares. Un detalle que pasa, quizás, inadvertido: el cambio de manos de la principal distribuidora del país va de un grupo de deudores a otro grupo de deudores. Aun cuando tengan todas las excusas para no pagar a Cammesa. La dimensión de estos pasivos será determinada por el secretario Martínez, a quien los compradores pueden llegar con facilidad a través de Massa, pero también de Aníbal Fernández y hasta de los Dromi, Roberto y Nicolás, padre e hijo, siempre adosados a Manzano.
Para los especialistas energéticos, ninguna de esas ventajas justifica la compra de Edenor. Sobre todo porque ya se sabe que no habrá una actualización de la tarifa. Cristina Kirchner decidió, y se lo comunicó a Martín Guzmán, que sólo se autorizará un único aumento del 9% en marzo. Esta premisa inspira otra conjetura. La idea de que Manzano, Vila y Filiberti se estarían haciendo cargo de Edenor a cuenta de su estatización. Hace meses que desde el Instituto Patria trasciende la fantasía de una nacionalización de servicios públicos. La Cámpora indagó, a través de su encuestadora, Analogías, cómo caería esa decisión en la opinión pública. Hubo una escaramuza con Edesur, que volvió en las últimas horas con el fantasma de una intervención. Si el plan fuera este, es razonable que Mindlin no quiera ser un objetivo. El avance del Estado haría inevitable que inicie una larga saga judicial. Y quedaría también expuesto a que le arrebaten otra empresa, de la que no quiere desprenderse: Transener. Pampa Holding, el fondo de Mindlin, controla el 50% de esa transportista eléctrica. El otro 50% es estatal, a través de Ieasa.
Queda pendiente un tramo problemático de la transacción: debe realizarse una oferta para que los demás socios de Edenor tengan derecho a comprar lo que se le ofreció al trio de emprendedores. Entre esos accionistas está, con un 27,8%, la Anses. ¿Convalidará Fernanda Raverta, la aguerrida titular de esa agencia, que los abuelos se desprendan de ese patrimonio al precio vil al que venderá Mindlin? Es un lindo test para la estadofilia de La Cámpora.
¿Acaso a Raverta le importan los jubilados? La nacionalización de los servicios públicos nos acercaría más al eje cuba nicaragua venezuela.
La única pregunta que cabe es ¿Cuanto le quedá al clan Kirchner? ¿O se creen que tanto mamá Cristina como el retoño Maximo se van a quedar viendo como pasa semejante negocio?
LA UNIKA MANERA DE ROBAR QUE APRENDIERON ESTOS LADRONES ES NACIONALIZAR Y DAR COSAS A LOS AMIGOS. IGUAL NOS AVISAN COMO SON CUANDO CACAREAN LAS MARIAS O LAS FORRITA DE LA MORCITA PLACIDI. SERAN ETERNAMENTE CHORROS ESTOS CANCERES Y SIDA DEL PAIS.
Delincuentes de alto vuelo.Con razón los Periodistas del Canal América aplauden como focas al amiguete MASSA.