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Un futuro incierto, a pesar de los cambios en el Gabinete

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El presidente Fernández quedó debilitado después de ceder ante las presiones del kirchnerismo y un manto de incógnita cubre los próximos pasos que dará el Gobierno, por ejemplo en materia de rumbo económico, tras su estrepitosa derrota en las primarias
El presidente Fernández quedó debilitado después de ceder ante las presiones del kirchnerismo y un manto de incógnita cubre los próximos pasos que dará el Gobierno, por ejemplo en materia de rumbo económico, tras su estrepitosa derrota en las primarias

El peronismo agregó en los últimos días un furibundo capítulo a su historial de atávicas disputas de poder, con la porfía que sostuvieron el jefe de Estado Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Kirchner tras el golpe a la mandíbula que recibió el Frente de Todos en las PASO del fin de semana pasado.

 

La encarnizada disputa entre el número uno del Poder Ejecutivo nacional y su número dos, aunque jefa de la coalición gobernante, mantuvo cautivo durante largas horas al país hasta que finalmente Cristina logró imponerse en la pulseada y avanzar con inmediatas reformas en el Gabinete.

En algún momento de la contienda, cuando Fernández lucía dispuesto a resistir la rebelión del kirchnerismo después de que numerosos funcionarios que responden a Cristina lo presionaran al presentar -mediáticamente- sus renuncias, analistas políticos especulaban con la posibilidad de que la Argentina estuviera asistiendo al surgimiento del "albertismo" en el poder.

Pues bien, aquella presunción terminó convertida en papel mojado a la luz de los acontecimientos y del resultado de la zapatiesta palaciega, que dejó incluso a Fernández más debilitado en comparación con el domingo pasado por la noche, tras conocerse el veredicto de las urnas, y en la que Cristina, en definitiva, se anotó una victoria, más allá de lo pírrica que pueda lucir.

La jefa del Frente de Todos (FdT) y mentora de la exitosa candidatura presidencial de Fernández en 2019 consiguió finalmente entronar a Juan Manzur como jefe de Gabinete, desplazando de ese puesto a Santiago Cafiero, que de todos modos se mantendrá en el Gabinete nacional, de igual manera que el ministro del Interior, Eduardo "Wado" de Pedro.

Acusado de "traición" en la Casa Rosada tras haberse convertido en la punta de lanza de la maniobra política con la que el kirchnerismo buscó forzar al jefe de Estado para que introduzca cambios en su grupo de colaboradores más cercanos tras la hecatombe de las PASO, De Pedro logró asegurar (insólitamente) su continuidad en el Gobierno -incluso durante la semana trascendió que Fernández le había aceptado la renuncia-.

Sí rodó escaleras abajo Juan Pablo Biondi, duramente fustigado por la vicepresidenta en la carta que publicó días atrás en medio de la trifulca con Fernández: el ex vocero presidencial fue tildado de "operador" y ciertamente, dada su estrecha relación con el primer mandatario, cuesta creer que haya actuado como una suerte de "ronin" durante todo este tiempo, si es que en efecto se comportó de la manera que endilga Cristina.

Con la cirugía aplicada en el Gabinete, la coalición de Gobierno busca lógicamente oxigenar la gestión de Fernández, pero luego del ruidoso tropiezo del FdT en las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) e incluso a pesar del cambio de nombres en el Gabinete resulta incierto el futuro inmediato de la alianza oficialista en el poder.

La imagen del presidente, magullada después de los comicios del domingo pasado, quedó todavía más dañada tras la embestida del kirchnerimo, frente a la que debió ceder: cuestionado además por su vicepresidenta, en público y sin eufemismos, su legitimidad es puesta en duda hasta dentro de su propio espacio, como resultó evidente en el audio filtrado de la diputada Fernanda Vallejos, más allá de que luego pidió disculpas.

Tras el primer gran griterío interno luego de las PASO, la jefa del FdT consiguió imponer su voz y su criterio, pero un denso manto de incógnita cubre los pasos venideros que debería dar el Gobierno en materia de rumbo económico, por ejemplo, también cuestionado por Cristina en su carta, y de estrategia electoral con vistas a los comicios legislativos del 14 de noviembre.

 

Un desafío mayúsculo

¿Inyectar dinero en la sociedad será el único acto reflejo que mostrará el oficialismo después de su derrota del pasado 12 de septiembre? ¿O también buscará atemperar su discurso netamente de confrontación -con el que fracasó hasta el momento en el campaña proselitista-, en procura de volver a seducir al llamado "voto blando" como sucedió en 2019? ¿Posee en efecto margen el FdT para reconciliarse con quienes le dieron la espalda en las PASO en las próximas semanas?

Un desafío mayúsculo tiene por delante el Gobierno en el cortísimo plazo, con un presidente que ha perdido credibilidad y unos comicios legislativos -a la vuelta de la esquina- considerados cruciales para el proyecto político con el que fantasea un sector del kirchnerismo de cara a la votación presidencial 2023.

"La gestión de gobierno seguirá desarrollándose del modo que yo estime conveniente", había comentado en redes sociales el jefe de Estado, antes de que Cristina sacudiera los cimientos de la Casa Rosada con su arrolladora carta en la que, deliberadamente, responsabilizó a Fernández por la derrota en las PASO.

Un tropiezo que, por cierto, echa por tierra esa supuesta "máxima" electoralista que reza que el peronismo unido es imbatible, por ejemplo, en la provincia de Buenos Aires: ¿o ahora se endosará culpabilidad a Florencio Randazzo (3,71 por ciento de los votos) o a Guillermo Moreno (0,96%) por haber competido por separado en las PASO?

Pensando en el mediano plazo, si el objetivo del ala dura del FdT es en efecto avanzar en los próximos dos años en el armado de candidaturas presidenciales de dirigentes de La Cámpora con vistas a la votación de 2023, el resultado que obtenga el oficialismo en los comicios de noviembre, en el actual contexto, podría ser determinante, crucial.

También en el corto término el desempeño en las urnas del espacio que lidera Cristina dentro de dos meses podría significar un antes y un después definitivo para el Gobierno, dado que el FdT corre serio riesgo de perder el "quórum propio" en el Senado, allí donde reside el poder real de la vicepresidenta, en términos operativos, dentro de la coalición.

Antes de las PASO, incluso, algunos funcionarios se animaban a hablar de un "proceso de ocho años" de Fernández al frente de la Casa Rosada, lo que pone en evidencia lo despistados que estaban en Balcarce 50 con relación a esos comicios, a partir de las encuestas que manejaban puertas adentro, y la considerable distancia que los alejaba de la realidad.

¿La consecuencia? El triunfo electoral de una agrupación política que terminó redondeando una decepcionante gestión cuando fue Gobierno entre 2015 y 2019, sobre todo en la segunda mitad del mandato de Mauricio Macri, que abandonó la Presidencia con un país más empobrecido con relación a cuatro años antes y una inflación en niveles galopantes.

Ahora, la Casa Rosada tras los cambios en el Gabinete -dejó su cargo también la ministra de Seguridad, Sabina Frederic, después de sus polémicos comentarios sobre lo "aburrida" que era Suiza-, buscará que las aguas se vayan calmado luego de la tormenta de los últimos días y avanzar rápido con los anuncios económicos que se vieron postergados por el alboroto institucional.

Una "rebelión en la granja" en la que, por cierto, jamás se puso en duda por parte del kirchnerismo la continuidad de los
integrantes del "ala judicial" del Gobierno, con el procurador del Tesoro, Carlos Zannini, a la cabeza: lógicamente, Cristina sabe qué fichas mover y cuáles mantener a resguardo, en función de sus propios intereses, en el tablero de ajedrez sobre el que mantuvo su porfiado altercado con Fernández.

 
 

10 comentarios Dejá tu comentario

  1. El futuro es incierto para peronismo ya que su sumisión a su ala más poderosa, EL KIRCHNERISMO léase (Cristina, Máximo, Kicillof, Wado de Pedro, el Cuervo Larroque) no cuenta con dirigentes que en futuro cercano lleven a pensar en un futuro inmediato renacer como el “Ave Fenix”. Aún sin haber votado nunca al peronismo, en el pasado cercano, en cada debacle siempre aparecían dirigentes con cintura política (Intendentes: Balestrini, Villaverde, Alvarez de Olivera, Tavano, Camaño Gobernadores: Bordón, De la Sota, Reutemann, Cafiero, Busti, Puerta) y dirigentes como Bauzá, Corach, Yofré, Camillon, Jorge Domínguez, etc..Hoy copados por esta ala oligarca/populista no tienen destino.

  2. Seguro que van a querer sacar leyes,pues despues de noviembre perderan bancas y no tendran mayoria.No hay que dar quorum.Que saquen las leyes si pueden pero no firmar parte de esa movida.

  3. Creo que el autor de la nota no se ha percatado de que la yarará también se desprestigió con sus movidas, expuso su miseria, su violencia, su falta de empatía con los ciudadanos. SE MOSTRÓ, SE SACÓ LA MÁSCARA. Mostró que todo lo que le importa es el poder. Hecho que para los más "machos" puede ser algo así como : ¡qué morocha! para el resto de la gente es qué delincuente extorsionadora que no repara en daños al país con tal de proteger su proyecto personal. Ha sido un golpe real al presidente, sin lugar a dudas, pero al autor parece que ese "detalle" no va a restarle credibilidad a la vice, o al menos el detalle ni lo menciona. Y solo eso se jugaba para ella, el poder de la dinastía. Verla en los videos toda seducción cuando habla con Putín, y como perra cuando habla con nuestros funcionarios/jueces me resulta nauseabundo.

  4. Yo soy de la opinión que el oficialismo va a revertir los resultados. Van a desparramar plata, si hace falta hasta la van a tirar de aviones, jajajaj para darle a la gente una sensación de éxito económico. No pueden permitirse perder la Pcia de Buenos Aires, y mucha gente que voto con el bolsillo, y que tampoco entiende que mañana la inflación que genere esa impresión de papelitos de colores, se va a llevar todo lo quer le den, porque es pan para hoy y hambre para mañana. Posiblemente el resultado electoral motive a muchos a votar para unos y otros. Inclusive rm las otras provincias. Si a eso le sumamos que la oposición no sabe interpelar a esa gente que durante toda su vida y sus padres y abuelos fueron peronistas. Tampoco la oposición sabe proponerle a la gente una activa participación en un progreso más que posible. En definitiva, creo que este resultado lo van a revertir. No todo lo que el oficialismo desearía, pero yo me jugaría que los resultados del oficialismo van a mejorar. El país con esta jugada también se va a ir a la mismísima m. Pero ese es otro tema. Para estos delincuentes la lucha por el poder es más importante que nadaaaaaaa. Y si al día siguiente tienen que ajustarle a los que los votaron, van a llorar como Mirta Tundis y van a votar el ajuste.

  5. Argentina es la tierra de la incertidumbre, nunca se supo que iba a pasar al día siguiente, menos se sabrá de lo que pueda pasar en noviembre. La historia demuestra que a la hora de votar todo es posible, hasta lo más irracional, como la reelección del máximo traidor, responsable de la destrucción de la industria nacional y de todo lo que hacía de Argentina un país, menem, la vuelta de la sicópata multiprocesada al gobierno, que un idiota como de la Rúa llegue a presidente…., este pueblo es capaz de lo más absurdo. Desde la elección de 1989 (inclusive), después de conocer los sorprendentes resultados de cada comicios, me preguntaba ¿cómo pudo pasar esto? otra vez votando a los inútiles de siempre, 4 años más de lo mismo. Le pregunto a quienes le dieron el voto a alguien en las últimas PASO: ¿Qué mérito hicieron estos candidatos para ganarse un voto? Así mantenemos esta clase política, colmada de ineptos y corruptos que lo único que les importa es gozar de los beneficios del poder, la impunidad, un buen sueldo, una jubilación de privilegio y los curritos de las coimas, nada el país al que dejan que lo saqueen, del pueblo se acuerdan cuando llegan las elecciones y no siempre. En Argentina e visto el voto castigo, el voto pasional, el voto cautivo, el voto comprado, el voto engañado, el voto “me conviene”, el voto “me importa un joraca”…., cualquier clase de voto menos el “voto racional”. Tenemos la suerte de vivir en un territorio fértil, lleno de riquezas naturales, que nos ha permitido seguir adelante a pesar de los errores cometidos, pero el constante abuso de nuestros errores nos está haciendo caer en picada y si no paramos, ya no quedará tierra fértil ni riquezas naturales que nos salven, porque quien sabe a manos de qué o quién terminaran, si alguien cree que exagero, investiguen quien se está llevando (y como) nuestros recursos mineros, ya sabemos que pasa con la pesca, la cosa “ya está pasando”, y todo es obra de una mala dirigencia política y sobre todo, de un pueblo que no se involucra como debe, que no se responsabiliza como la democracia exige. Nuestra querida Argentina, está sufriendo el deterioro lógico causado por el deterioro de su enferma sociedad, que ha ido descendiendo de nivel en los últimos 40 años, dado el fracaso del sistema educativo y la mala transmisión de valores a las siguientes generaciones, un futuro prospero con esta sociedad es pura fantasía, aún con los mejores gobernantes. Alguien sabiamente dijo por ahí que “los buenos cambios deben darse primero en la sociedad, después automáticamente aparecen los buenos gobernantes”.

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