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Cuando Alberto Fernández más necesitaba su apoyo, el papa Francisco le pasó factura por el aborto

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En los medios eclesiásticos nadie duda de que las duras críticas del arzobispo de La Plata al Presidente tenían la luz verde de Francisco
En los medios eclesiásticos nadie duda de que las duras críticas del arzobispo de La Plata al Presidente tenían la luz verde de Francisco

Hace tiempo que el papa Francisco viene guardando distancia de la realidad política de la Argentina. El hecho de que sus compatriotas transiten un año electoral es la principal razón de su actitud. No quiere aparecer mezclado -ni que se lo mezcle- con las campañas partidarias. En rigor, es un criterio asumido por la diplomacia vaticana que procuran observar todos los pontífices. Eso no quiere decir que no pueda haber una excepción y haya al menos indirectamente una intervención papal.

 

Es lo que acaba de ocurrir tras las PASO cuando el arzobispo de La Plata, Víctor Manuel Fernández, criticó duramente al presidente Alberto Fernández por haber promovido en plena pandemia y en medio de un deterioro social mayúsculo la legalización del aborto -entre otras cosas- en vez de ocuparse de las necesidades de los pobres y de la clase media. En los medios eclesiásticos nadie cree que “Tucho” -tal es su apodo- lanzó el cuestionamiento sin la luz verde de Francisco.

En un artículo que envió al diario La Nación, Fernández -el obispo más cercano a Jorge Bergoglio- atribuye en buena medida la derrota del oficialismo en las internas abiertas a, precisamente, que el gobierno no respondió a las urgencias de la gente. “Lo hemos visto (al presidente) muy entretenido con el aborto, la marihuana y hasta la eutanasia, mientras los pobres y la clase media tenían otras hondas angustias que no obtenían respuesta”, afirma.

La oportunidad del tratamiento del proyecto de legalización de la interrupción voluntaria del embarazo fue la principal objeción de la Iglesia. El gobierno decía que era una promesa de campaña de Alberto Fernández, pero los obispos replicaban que en el medio había irrumpido la pandemia, que golpeaba con más intensidad a los países económica y socialmente más vulnerables, agravado en el caso argentino por una larga cuarentena.

Más aún: la Iglesia a través de instituciones como Cáritas o la labor de los curas villeros -que visitaron al comienzo de la pandemia al presidente y dieron su apoyo a la campaña sanitaria oficial- contribuyeron a paliar las necesidades alimentarias de la gente en medio de la cuarentena. Mientras que el Papa -a pedido de Alberto Fernández- trataba que el FMI fuera más comprensivo con la Argentina en la renegociación de la deuda.

La calificación de “hipócritas” que le espetó el presidente a quienes se oponían al proyecto y la infundada versión que deslizó el gobierno de que Francisco quería que se lo votara de una buena vez y se diera vuelta la página también cayeron como una bomba en medios eclesiásticos locales y en Roma. En fin, el hecho de que la iniciativa legal se haya aprobado en torno a la Navidad les resultó a los clérigos de muy mal gusto.

Pero Alberto Fernandez pareció no comprender hasta dónde se había deteriorado el vínculo con la Iglesia y el propio Papa. De hecho, en el marco de una gira que iba a efectuar en mayo por Europa para pedir apoyo ante la renegociación de la deuda, le solicitó una audiencia al Papa, pese a que El Vaticano trató de desalentarlo por ser este un año electoral. El resultado fue un breve y frío encuentro con el pontífice.

Lo cierto es que hoy, en medio de la pelea con Cristina Kirchner, bien le habría venido al presidente un apoyo del Papa del tipo “hay que ayudar a Cristina”. Claro que ella -también en este aspecto- mostró una mayor capacidad política. Tras la elección de Jorge Bergoglio como pontífice dejó de lado su resquemor y buscó su apoyo. Aunque cometió el error de hacer un uso político abusivo del vinculo.

Más allá del pase de factura por la ley del aborto que constituye el artículo (escrito antes de que estallara el conflicto de Alberto Fernández con la vicepresidenta), monseñor Fernández deja en claro que lo importante es la situación de la gente. Por eso, le dice al presidente que todavía está a tiempo de revisar su agenda de prioridades “para evitar una debacle que termine dañando aún más a nuestro pueblo”.

Y concluye, profético: “Nuestro pueblo es generoso y capaz de dar otra oportunidad a los que saben volver tras sus pasos y retomar el rumbo. ”¿Quiénes no le perdonarían al Presidente el mal paso de la fiestita de Olivos si lo hubieran sentido más cerca de sus reales problemas?”.

 

5 comentarios Dejá tu comentario

  1. Hemos llegado a un punto donde desgraciadamente el éxito del presidente y por añadidura la mejoría del bienestar general se ha convertido para todos nosotros en algo muy difícil de digerir. Tragarnos el sapo que implica el prostituirse. Permitir a una banda de forajidos quedarse con millones, salirse con la suya, impunes de de todas las hijaputeces que perpetraron, miles de muertes por el affaire de las vacunas, vendernos a cambio de un mejor porvenir sería de una bajeza sin igual. Uno suele decir : "el éxito del presidente es el éxito de todos", bárbaro pero la pregunta que deberíamos plantearnos es si es vida entregar nuestros principios, nuestro honor, por algo material. No es que no quiera un mejor país, el punto es que no estoy dispuesto a entregárselo a una mafia como moneda de cambio. Hoy lamentablemente es preferible otro 2001, que vuele todo por los aires, y que empecemos desde cero diseñando la verdadera solución y cortarla con este país de privilegiados. No sé .... por lo menos para mí, es mucho esperar otros dos años y pico de mi vida para colmo viendo como esto para el 2023 va a ser todavía mucho mas difícil de enmendar que hoy día. Es muy lindo hablar de los mandatos, de su finalización, para mí es mas lindo hablar de otras cosas, por ejemplo como hacemos de una vez por todas para sacarnos de encima a estos mafiosos. De modo alguno estamos vivendo en democracia después de todo, nosotros, el verdadero pueblo, no tenemos ni voz ni voto para eliminar los privilegios que han obtenido. A la realidad me remito.

  2. Papa Francisco,personaje con pasado juvenil en nuestro pais.Se comieron años lo de papa revolucionario,hombre de dialogo.Mentira no hizo nada por el mundo y menos para argentina.Esta bien que el es ecumenico ya no solo argentino,pero es muy sagaz,no venia porque estaba macri,luego vendria cuando macri se fuera.No vino y sabve los lios de aqui y menos podria venir ni dar a poyo a este gobiernop.El que se reune o tranza con el poder mundial,sabe lo que piensan de nosotros.Iba a interceder por la deuda,ja ja mentira otra conjetura que se hizo.Que no nos interese el papa francisco ya se va,se debia ir el fin del año pasado,pero ahora se podria ir.No es por enfermedad,tampoco por la edad,miren este video:https://youtu.be/HwNPxDiUMfY

  3. A esta altura el apoyo o no apoyo del papa Francisco es relativo. Es mas el caso del aborto, fuè una pèsima lectura POLITICA, la que hizo Alberto Fernández, primero por ....¡LA OPORTUNIDAD! En medio de una pandemia y de una crisis economica social descomunal, "tirar" semejante tema, lo expuso claramente como un OPORTUNISTA para "ganarse" a un sector fanatico de la sociedad, cuando en realidad debería haber postergado el tema para otro momento e incluso anticipando que para su tratamiento, ANTES QUE TODO se haría uso del instrumento Constitucional de ....¡CONSULTA POPULAR! Ahora a llorar al campito por IMPRUDENTE E INEPTO.

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