¡Recién Publicado!
cerrar [X]

Hombres sin moral

8
"El interés aconseja, la moralidad ordena; nadie tiene la obligación de ser hábil, pero si ser honrado". Kant
“El interés aconseja, la moralidad ordena; nadie tiene la obligación de ser hábil, pero si ser honrado”. Kant

La moral es una de las más bellas cualidades que Dios ha puesto en el hombre. Es una fuerza misteriosa que actúa automáticamente, y a veces contra la propia reflexión. Representa un respeto instintivo hacia lo que está bien y mantiene el orden, empezando por guardar una perfecta relación con los otros.

 

Pero la moral no sólo se tiene para los demás, sino para uno mismo. Incluso no podríamos hacer algo que los demás aceptarían si va contra nuestras rectas convicciones. Cuando la moral es plena, no se actúa correctamente sólo porque el otro lo merece sino porque nuestro propio yo lo exige, como si dijéramos: “me comporto a la mayor altura más que por respeto a usted, por respeto a mí mismo”.

La moral de un pueblo es su reserva a básica. Cuando por cualquier razón, la moral pública se relaja, -la de un gobierno o de todo un pueblo- asistimos al desmoronamiento del orden y la justicia y, ante semejante situación puede sobrevivir el caos. La historia lo atestigua.

La moral de una población, lo mismo que sus otras virtudes, se conforma con la suma de las moralidades individuales. Ello motiva que la formación moral del niño, que se hará hombre, constituye una de las premisas de la educación, en el hogar y en la escuela.

La ética se diferencia de la moral en que a ésta la constituyen las costumbres y a aquella las leyes. Nos ajustamos a la moral obrando según lo que se acostumbra, pero nos ceñimos a la ética cumpliendo sus disposiciones, o directamente a las leyes vigentes. Hagamos la salvedad de que las leyes morales deben merecernos un respeto aún mayor que las escritas, que muchas vedes reflejan intereses de sectores.

La moral de cada uno lleva la impronta de su conformación espiritual; es la suma de sus convicciones, por herencia y por adopción, también reflejan el medio en que se crío o se desenvuelve. Por ello, es tan necesario actuar en un nivel acorde a nuestra moral, eludiendo lugares y personas que no guarden la debida armonía con nuestro propio nivel moral, pues la experiencia demuestra que las relaciones que se desarrollan en planos morales desacordes generan conflictos y llevan a situaciones lamentables.

Es evidente que la moral es el resultado de toda la vida ceñida a determinados principios. Alguien dijo que, así como hasta un minuto para hacer un héroe, se necesita toda la vida para hacer un hombre bueno. Por tanto, quien haya pulido su moral y la represente su mayor bien, debe celar con todo rigor la selección de sus relaciones a fin de preservar los valores morales que tan largamente fueron burilados.

La personalidad está sujeta a las leyes humanas; el alma a las divinas. Por eso nuestros actos los juzgan los jueces, y las motivaciones del alma, las juzga Dios.

La palabra alma encierra una connotación que se percibe más por instinto que por conocimiento semántico. Le asignamos el sentido de eje o columna vertebral del cuerpo espiritual. Asimismo en industria se llama alma a la estructura o conducto interno en que se recubre el material conformante de algún producto o aparato.

Nadie duda de que el alma es el repositorio de los sentimientos del corazón, el lecho de la sensibilidad, el diapasón en que vibran los acentos que expresan nuestras pasiones, nuestros afectos, nuestros pensamientos puros, no especulativos.

Realmente el alma es un tesoro escondido, que no por ello debemos dejar de cultivar. Por el contrario, debemos procurar ser mejores cada día, alimentando buenos pensamientos, canalizando buenas intenciones, enriqueciéndonos con enaltecedoras experiencias.

El alma es el libro de oro que consigna nuestras más elevadas vivencias; el testimonio fidedigno de nuestro pasado, la prolongación de una paternidad púnica: la de nuestro propio Yo, que nos acompaña a través de todas nuestras vidas, acumulando todas nuestras realizaciones, nuestro pensar, nuestras experiencias, nuestras capacidades potenciales que debemos desarrollar.

El alma es también nuestro subconsciente, que la integra. Es todo lo que parece dormido en nosotros pero que irrumpe cuando sus decisiones son más fuertes que las de nuestra razón.

El misterio más grande que existe para el ser humano es… el propio ser humano.

El cobarde muere moralmente mil veces, mientras que el que prostituye sus creencias, es indigno e infame porque ha traicionado la confianza que en él se ha depositado, mintiendo para ganarse el perdón de sus propios enemigos. La cobardía moral es tan infame que ninguna pena podría aumentar su vergüenza porque, la mayor de todas las cobardías es callar la verdad para recoger las ventajas que ofrece la complicidad con la mentira…

 

¿Qué futuro dejamos?

Vivimos en un futuro constante y todo lo que nos ligue al pasado es un obstáculo a la posibilidad de ser distintos. Cuanto más estemos atados al pasado menos podremos instalar en nuestras mentes la vitalidad creadora y fecunda para plasmar el porvenir.

Sólo podremos afirmar que hemos vivido cuando dejemos a las generaciones venideras más de lo que recibimos de la precedente. En el presente relato, nuestros gobernantes nos muestran futuro, sólo acciones que nos llevan al pasado y menoscaban la inteligencia de la gente.

Ha llegado el momento de vivir en tensión hacia el futuro, el porvenir, con más esperanzas que recuerdos, con más ensueños que leyendas. Nada hay más funesto que apuntalar el derrumbamiento de políticas que ya pasaron de moda y repensar creencias que han agonizado con el tiempo.

Los acontecimientos vividos en la actualidad, nos han demostrado que no existen ideales comunes para los opresores y los oprimidos, los parásitos y los explotados. La autoridad no basta para imponer sentimientos a millones de personas. Aunque invoquen a la patria para cubrir su bastardía moral, son enemigos de la nacionalidad los que no presienten el devenir de su pueblo, los que lo oprimen quitándoles libertades, los engañan, los señalan con el dedo acusador, les gritan y los explotan. También son enemigos los que sirven y adulan a los que tienen el poder. 

Nadie tiene derecho a invocar la patria, acercar su mano derecha al corazón o poner cara de compungido, mientras entona las estrofas del himno nacional, mientras no pueda probar que ha contribuido con obras y su accionar a honrarla y engrandecerla con honorabilidad… Hoy muchos políticos que transitan los pasillos del Congreso, las legislaturas, las gobernaciones, intendencias y hasta la misma casa Rosada, no son honorables.

El trabajo es la base de toda humana dignidad. Todo holgazán es un esclavo, parásito de algún inquilino temporario y sólo el trabajo le dará la libertad. Los valores morales representan el primer rango en la ética que el actual gobierno no puede mostrar…


© Tribuna de Periodistas, todos los derechos reservados

COMPARTIR
Artículo Previo La educación, el peronismo y Sarmiento
Artículo Siguiente Tantas palabras, tantas mentiras...
Armin Vans

También en
 
 

8 comentarios Dejá tu comentario

  1. La moral es algo qué la Argentina, qué lo tiene todo, casi no tiene y sus políticos no sólo qué no la tienen, sino qué hacen gala de ello: Forrest Gump Fernández, Macri y la Kirshner son ejemplos de libro de esa situación. La Morsa y ése Manzur, son ejemplo de qué, aquí y ahora, la falta absoluta de moral es la carta de triunfo de los pésimos para llegar al poder. Qué le queda a un país que ha caído en ese barro? Casi nada.

  2. Las heladeras y las piedras : Muchos de los que hoy se agolpan, y hacen filas para recibir de gratis heladeras, calefones, estufas garrafas, planes recientes, bolsos de comidas, lo que sea....que recuerden solo una cosa. Que si en estos terribles meses de encierros y perdidas de familiares, han recibido el sufrimiento de la falta de acercamiento con el enfermo que ni pudieron verle morir; que esas heladeras, garrafas o estufas que reciban, les pesarán mucho mas que cien mil piedras. Sentirán en lo mas profundo de sus almas que las han vendido al diablo, por una piedra que lleva su nombre que es el del familiar que no tuvo ni justicia ni humanidad, ni salud, para despedirse de sus familias. Hombres sin moral, serán todos aquellos que de regreso a sus casas carguen con esa conciencia, que sera el peso de cien mil heladeras. Tengan la decencia en memoria de sus muertos de devolverlas, y de esperar con seguridad un futuro mejor. QUE LES PERMITIRA CONSEGUIR TRABAJO Y DEJAR DE VIVIR EN ETERNA Y PENOSA DEPENDENCIA.

  3. Cosas que pasan, el bueno de pan de campo, se levanto temprano, fue al aljibe por agua clara, y bebio sin abrir los ojos y al abrirlos sorprendido noto que estaba en el excusado. Creo que ya estando en una embarcación segura y observando el naufragio, con muchas personas aún en el agua no se les puede sermonear con un discurso hipocrita, que se le devuelvan los salvavidas porque el que se los arrojo es una mala persona, y convertirse en otra victima mortal de los prejuicios y la ignorancia, para que luego en la investigación de la tragedia, cuando se pregunte por las causas de que hallan muerto tantos, el pan de campo diga ante todos los massmedia, que nadie le tiro un salvavidas, habiendo para todos, unos grandes y otros pequeños para conservar la vida, y ademas otros experimentales que al arrojarlos al agua se hundian, parecían de plomo y nadie los quería agarrar para que no los hundieran. Dilucidando, no se puede adquirir un merito solo por arrojar salvavidas que pagaron los contribuyentes del navío. Y se debe investigar porque no se usaron los salvavidas probados para conservar la vida, y si se arrojaron salvavidas experimentales que causaron mas muerte al caer hundiendo a los naufragios, de los cuales se ignora la causa de la muerte, que puede ser por ahogamiento o lo mas probable el impacto cinético del pesado salvavidas, pero como se prohibió la autopsia por la orden y el consentimiento de los tres poderes democráticos algunos representados por todas las inclinaciones politicas, que exageraron sus facultades restringiendo informacion rigurosa del naufragio, el reconocimiento de los muertos por sus familiares, y por las dudas confinando a todos, obligandolos a la distancia social contra el chusmerio y la utilización del barbijo para que no se note quienes faltan en el vecindario, y como si esto fuera poco, los massmedia en general sumandose a el refuerzo de la opinión supuestamente científica de los que ya gozaban con la financiación de los laboratorios para impulsar las inyecciones perpetuas e instalar mas fabricantes de inyecciones, se dedicaron a tergiversar la informacion, censurar a las opiniones contrarias e instigar el asesinato, la represión o la carcel, de todos aquellos que aseguran con pruebas que hay salvavidas naturales de bajo costo y gran eficacia para tratar la causa del síndrome, sin crear o empeorar con efectos secundarios a los naufragos. Que a diferencia de los salvavidas de plomo y el encubrimiento ademas de matar, instalan un pasaporte sanitario de restricciones progresivas sucesivas, montando una campaña falsa para incluir a los niños a su perversa codicia criminal.

  4. Daniel Gollán es una de las tantas REFERENCIAS de la AMORALIDAD que caracteriza a este "PROYECTO": "Con un poco más de platita en el bolsillo, la foto de Olivos no hubiese molestado tanto" https://www.perfil.com/noticias/actualidad/oposicion-salio-responderle-daniel-gollan-la-dignidad-no-se-compra-con-plata.phtml

  5. Comparto en gran medida ese esquema aun no esclarecido de salvavidas de plomo. Hay muchos fallecidos, tal cual dice Capadoccia, que no se sabe bien de qué fallecieron ( tratamientos médicos fallidos? Como bien dice, no hubo autopsias y todos con el mismo diagnóstico. " Insuficiencia respiratoria" o paro cardíaco. Sobre eso de que me chupé agua de la cloaca....bueno, es un decir. En todo caso es la que hay. No del todo estoy en desacuerdo con la visión de Capadoccia. Respeto su opinión sin necesidad de entrar en insultos. Lo único cierto es que un mar de gentes navegamos a la deriva sin saber muy bien el resultado final de toda esta "salvación" Que barbijos si, barbijos no, . Lo único que sé, es que mi opinión no es hipócrita. Es solo mi opinión . Con salvador de plomo o sin él, siento que las heladeras, los calefones, ni las garrafas, ni los bolsos de comida, nos podrán devolver a los familiares que se han muerto ya, y que nunca jamas volverán.....

Dejá tu comentario

El comentario no se pudo enviar:
Haga click aquí para intentar nuevamente
El comentario se ha enviado con éxito
Tu Comentario
(*) Nombre:

Seguinos también en

Facebook
Twitter
Youtube
Instagram
LinkedIn
Pinterest
Whatsapp
Telegram
Tik-Tok
Cómo funciona el servicio de RSS en Tribuna

Recibí diariamente un resumen de noticias en tu email. Lo más destacado de TDP, aquello que tenés que saber sí o sí

Suscribirme Desuscribirme