Comenzaron a arrasar las calles
y las rutas en los aciagos tiempos de la Alianza, no bien el presidente
Fernando De la Rúa demostró que su sempiterno estado de sopor era capaz de
superar al de un lagarto durmiendo al sol. A partir de allí, los piqueteros en
sus distintas versiones se hicieron dueños de todo, frente a la inoperancia
política y atropellando la paciencia de transeúntes y trabajadores.
Poco a poco fueron escalando
posiciones en cuanto al logro de beneficios arrancados a los gobiernos que
sucedieron al aliancista. Primero fueron los $ 150 otorgados bajo el disfraz del
“Plan Trabajar”, aunque sin trabajar, o el del “Plan Jefes y Jefas de Hogar”,
invento que a muchos de ellos les permitió redoblar la dádiva al hacer figurar a
otros miembros de la familia para recibir el mismo beneficio.
Con la llegada de Néstor
Kirchner al poder, los piqueteros llegaron a la cumbre. Tras aumentárseles
la suma de $ 150 –algo que le vino muy bien al gobierno para registrarlo como
“índice de empleo” en las inclementes estadísticas del sector-, el presidente
acudió a la táctica de ganarse a sus dirigentes haciéndolos ocupar cargos
políticos. Y ellos, en su mayor parte, respondieron.
Fue así como los piquetes
que habían asolado calles y rutas fueron desapareciendo en la medida en que
dirigentes piqueteros se convirtieron en funcionarios de los gobiernos nacional
y bonaerense. Sólo quedaron los más díscolos liderados por Néstor Pitrola,
del Partido Obrero –minúscula agrupación a la que se le puede reconocer
que jamás transó con ningún gobierno- y Juan Carlos Alderete,
líder de la Corriente Clasista y Combativa (CCC), además del pintoresco
Raúl Castells, que de todas maneras ha mermado en mucho sus
intervenciones callejeras. Fruto quizás de la ocupación que le demandan sus
aspiraciones políticas y las de su esposa, Nina Pelozo, tras el breve
paso de ésta por la farándula.
El caso más emblemático de
un piquetero devenido en funcionario es, sin duda, el de Jorge Cevallos.
Antiguo simpatizante de las organizaciones armadas de los años ’70, abogado y
militante de la Corriente Patria Libre, continúa al frente de la
agrupación piquetera Barrios de Pie.
Pero Cevallos pasó también a
ocupar un importante cargo en el gabinete de la ministra de Desarrollo Social y
hermana presidencial, Alicia Kirchner. Un valioso enlace, dicho sea de
paso, para la distribución de obsequios que ese ministerio hace, en tiempos
electorales, entre la población de menores recursos a cambio de votos para la
familia. Algo a lo que seguramente, y de nuevo, podremos asistir muy pronto.
Jorge “Huevo” Cevallos detrás de Alicia K
Ya acomodado el esquema
piquetero por el gobierno de Kirchner, habiéndoles otorgado además el
“aguinaldo” a los planes Trabajar y Jefes y Jefas de Hogar, y colocando a los
principales dirigentes en cargos oficiales, podía decirse que estos últimos se
quedarían tranquilos, habiendo accedido ya a logros antes impensados.
Sin embargo, iban por más.
Ahora, la política
Impelidos por esos logros conseguidos con el
kirchnerismo, los movimientos piqueteros se lanzaron a probar el incitante sabor
de la política, debutando en ese terreno en las elecciones legislativas del
2005. El resultado no fue para nada despreciable: lograron casi 30 cargos
electivos en territorio bonaerense, entre diputados, senadores y concejales.
Las agrupaciones que
llegaron a obtener esos cargos fueron Barrios de Pie –ahora insertado en
el movimiento Libres del Sur-, el Movimiento Evita y la
Federación de Tierra y Vivienda, está última liderada por el alicaído
piquetero oficialista Luis D’Elía. Los dos primeros grupos han llegado
ahora a entretejer un armado efectivo con vistas a octubre de este año.
Según explica Marcos Morales
en un análisis realizado para la publicación “Política del Sur”, en poco tiempo
Libres del Sur se convirtió en la agrupación con más movimientos sociales
aglutinados y la de mayor protagonismo en el conurbano, mostrando una
interesante plataforma de crecimiento. Integrada por Barrios de Pie,
Corriente Patria Libre, la agrupación Martín Fierro, el Frente
Barrial 19 de Diciembre, el Partido Comunista Congreso Extraordinario
y la agrupación Envar el Kadri, entre otros sectores, en estos momentos
tiene presencia en varios Concejos Deliberantes, por ejemplo los de Lanús, con
Paola Rezzano, y Lomas de Zamora, con Claudio Morell.
Son muy amplias las aspiraciones de Libres del Sur
para octubre, como señala Morales. Varios de sus dirigentes quieren ser
intendentes, como uno de sus líderes, el funcionario del área social del
gobierno Jorge Cevallos, quien competirá en un escenario difícil como es el de
La Matanza. En Lanús, Libres del Sur va contra el eterno jefe comunal Manuel
Quindimil apoyando a su oponente, el kirchnerista Darío Díaz Pérez, y
en el resto de los distritos donde no presenta candidatos propios, ya ha
concretado varias alianzas.
Por su parte, el Movimiento
Evita se ha concentrado en apuntar a la postulación, como intendente de Lomas de
Zamora, del presidente del bloque de diputados provinciales del Frente para la
Victoria (FPV), Fernando “Chino” Navarro. Este último admitió
recientemente que “el Evita no es más un movimiento social, es un
movimiento político”, dando la razón a lo que habíamos apuntado antes
sobre las apetencias políticas que ganaron a los grupos piqueteros. Otros de los
distritos donde esta agrupación intentará intervenir en el plano interno para
después ir por las urnas son San Martín y Morón.
Morales explica además en su
artículo que este movimiento, que está muy cercano a la candidata presidencial
Cristina Fernández de Kirchner, buscará ser parte también de las
cámaras nacionales como otro paso para la construcción de poder dentro de
este nuevo escenario político.
En resumen, los piqueteros han dejado de inundar las
calles para comenzar a inundar las bancadas de concejales, diputados y senadores
a nivel nacional y provincial. Habrá que aguardar si se detendrán allí o más
adelante apuntarán mucho más alto.
Para finalizar, cabe señalar
que donde hubo un verdadero terremoto político fue en Quilmes. Un lapidario 70%
de imagen negativa para el “villordismo” –el grupo de Sergio Villordo,
intendente y ex chofer del ministro Aníbal Fernández-, hizo que el
presidente Kirchner decidiera habilitar a Francisco Gutiérrez para
competir en la lista del Frente para la Victoria. En tanto, en los vecinos
Berazategui y Florencio Varela se mantuvieron los actuales intendentes como
únicos candidatos oficiales.
Eso sí, en su caída las
huestes de Villordo arrastraron a su mentor, el titular de la cartera de
Interior, ya que Aníbal Fernández quedó afuera de la lista de diputados.
Un síntoma, probablemente, de que nada podrá esperar ya en una posible nueva
gestión kirchnerista si llega a triunfar Cristina Fernández el 28 de octubre.
Sólo el ostracismo político,
y probablemente algunas conflictivas causas judiciales que hace un tiempo lo
están aguardando.
Carlos Machado