El Senado empieza a transitar esta semana una nueva etapa, con el Frente de Todos sin una mayoría asegurada y Juntos por el Cambio sumando aliados para arañar un empate que obliga al oficialismo a tejer acuerdos con el fin de conseguir el quórum.
Desde el último viernes, la bancada oficialista quedó con 35 senadores, dos menos de los necesarios para tener quórum, mientras que el principal espacio opositor escaló a 33 escaños, gracias al acuerdo que cerró con dos legisladores de fuerzas provinciales.
Se trata de la neuquina Lucila Crexell y el salteño Juan Carlos Romero, quienes integraban junto a la riojana Clara Vega el Interbloque Federal y, horas antes del cambio en la composición del Senado, cerraron un acuerdo con las autoridades de Juntos por el Cambio para sumarse a esa bancada.
Los bloques provinciales tienen la llave del nuevo Senado y por eso el Frente de Todos confía en mantener una alianza con el rionegrino Alberto Weretilneck y la misionera Magdalena Solari Quintana, cuyos votos permitirían al oficialismo alcanzar el quórum de 37 senadores.
Fuentes parlamentarias consultadas por la agencia NA coincidieron en señalar que en principio ese acuerdo está garantizado aunque ambos se mantendrán en sus respectivos monobloques, sin integrarse al Frente de Todos como hicieron Romero y Crexell en Juntos por el Cambio.
El ex gobernador de Río Negro y líder de la fuerza que gobierna la provincia con Arabela Carreras a la cabeza se movió hasta ahora como un aliado del Gobierno nacional aunque su acompañamiento fue negociado proyecto a proyecto.
Con las elecciones legislativas de noviembre pasado Weretilneck ganó además un rango más amplio de influencia al obtener una banca más en la Cámara de Diputados, donde el bloque Juntos Somos Río Negro cuenta ahora con dos lugares.
De esta manera, el rionegrino ganó algo más de margen para negociar con el oficialismo acciones y medidas en favor de su provincia ante cada iniciativa que requiera de su acompañamiento en medio de la pulseada entre el Frente de Todos y Juntos por el Cambio.
La misionera Solari Quintana responde al Frente Renovador de la Concordia que gobierna la provincia y lidera el presidente de la Legislatura local y ex gobernador, Carlos Rovira, y hasta el momento se movió como una aliada del bloque oficialista.
En el Frente de Todos confían en mantener el apoyo tanto de Solari como de Weretilneck, quienes ya se mostraron juntos y sonrientes en alguna foto como señal política, pero también esperan contar en algún momento con el apoyo de la cordobesa Alejandra Vigo.
La ex diputada nacional y esposa del gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, es una de las referentes del "cordobesismo" que se caracterizó en los últimos años por hacer valer su peso en la Cámara baja pero que recién ahora tendrá una presencia marcada en el Senado.
La relación oscilante entre Schiaretti y el presidente Alberto Fernández, sumada al anti kirchnerismo que expresa mayoritariamente el electorado cordobés en cada oportunidad de ir a votar pone en duda el voto de Vigo, que probablemente será un foco de atención constante tanto para el oficialismo como para la principal oposición.
Finalmente, la riojana Vega continuará integrando su monobloque pero ahora sin el acompañamiento de Romero y Crexell, aunque su posición en el recinto siempre fue más cercana a la de Juntos por el Cambio, espacio que integró junto a Inés Brizuela y Doria como candidata.
Sin embargo, en 2019, cuando entró al Senado para reemplazar a Brizuela y Doria tras su asunción como intendenta de La Rioja, Vega armó el monobloque Mediar, que se mostró primero más cerca de la oposición y luego empezó a marcar diferencias.
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