Ya es un clásico en la política argentina que los presidentes en problemas aprovechen un hecho especial para relanzar su Gobierno.
Y esto es lo que ocurrirá a partir del principio de acuerdo con el FMI que permitió calmar la alocada economía argentina: bajar el dólar y el riesgo país y subir los bonos y acciones que cotizan en el exterior.
Alberto Fernández sabe de las limitaciones que enfrenta su administración y la importancia de cumplir lo acordado con el Fondo. Pero también sabe que el frente interno de la alianza que lo llevó al poder, sigue alterado.
No es lo que querían Cristina y Máximo Kirchner, pero es lo que se podía acordar para no sumergir al país en el infierno.
Quizás por esa razón solo se escucharon las voces de los ultras dentro del kirchnerismo y sus aliados. Leopoldo Moreau, Claudio Lozano y Fernanda Vallejos, que manifestaron con distintas palabras que no era tan malo no acordar ahora con el FMI y no pagar los próximos vencimientos, quedaron colgados del pincel.
El presidente Fernández parece estar seguro de que salió fortalecido después del acuerdo con el FMI y que tiene la oportunidad de relanzar su administración, rodeado de los más fieles y con el respaldo de algunos kirchneristas que forman parte de su gabinete.
Se aferra también al aire que le dio la oposición al considerar un hecho positivo ese acuerdo. Aunque esto no significa que en el Congreso la tenga sencilla el Frente de Todos.
Juntos por el Cambio dará quorum en la Cámara de Diputados para que se trate el entendimiento con el Fondo, pero eso no significa que lo vayan a aprobar. Las opciones pasan también por el rechazo o la abstención. Pero el Gobierno tendrá la habilitación necesaria para el debate.
En esa línea también estarán los diputados que responden al gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti. Quorum y abstención.
El período de sesiones ordinarias que se inaugurará el 1 de marzo parece ser el escenario para el debate y no las extraordinarias de febrero, donde ya hay polémica para todos los gustos por la temática que impuso el Poder Ejecutivo.
Por otra parte, la oposición tampoco se la hará fácil en el resto de la problemática que enfrenta Fernández. Lo veremos esta semana en el Palacio de Tribunales con las protestas en contra y a favor de la Corte Suprema de Justicia.
Los que están en lo más alto del kirchnerismo y sus medios afines le dieron oxígeno a los impulsores de la manifestación para que se vayan los miembros del máximo órgano de justicia de la Argentina, con Luis D’Elía a la cabeza.
El secretario de Justicia, Juan Martín Mena, y el ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat, Jorge Ferraresi, hicieron punta a la hora de apoyar la marcha.
Dos días después, la grieta se mostrará una vez más con la otra marcha, la que se hará a favor de la Corte y la Justicia.
En realidad, no solo Cristina, sino el propio Alberto hicieron lo suyo para alimentar la protesta contra la Corte con sus duras declaraciones sobre la Justicia.
Sería un error para el Presidente pensar que el acuerdo con el FMI le abrirá mágicamente la puerta a una Argentina distinta. Los problemas son los mismos de siempre. Inflación, precios, salarios, jubilaciones y el temor de que el arreglo del viernes termine como siempre, con un ajuste que terminen pagando los que menos tienen.
El empresariado argentino respaldó el acuerdo y también la cámara de comercio que agrupa a las compañías con capitales estadounidenses, AmCham. Consideran que esto puede cambiar el clima de negocios.
En las palabras de aliento se refugian también preocupaciones. AmCham, por ejemplo, sostuvo que espera que el arreglo con el Fondo “pueda mitigar la incertidumbre, favoreciendo así la reconstrucción de la confianza y la previsibilidad institucional de nuestro país”.
Precisamente la confianza parece ser uno de los principales problemas de la Casa Rosada. Los pensamientos encontrados de Alberto y Cristina abonan la incertidumbre por más que la expresidenta calle. A veces sus silencios suelen decir más que sus palabras.
Insistyo ALFANO, ustged trabaja con BOBELLI. No se les cree NADA, LA NADA MISMA.
Y éste quién es?
LO UNICO QUE PUEDE RELANZAR ES UN PEDO