“Doctor en Traidin” y “jefe de traidin” (por trading), “wolet” (por wallet), “Ave Felix” (por ave fénix), “excito” (por éxito), “paradaise” (por paradise), “airlane” (por airline) y “Appel” (por Apple), seguramente entre muchos otros ejemplos, son algunas de las palabras mal escritas en comunicados del equipo de difusión de Zoe o en publicaciones del propio Leonardo Cositorto en Twitter que han provocado las risas de muchos usuarios. Se podrían destacar, además, publicaciones donde el uso de los signos de ortografía es, por lo menos, arbitrario y confuso.
Son errores que destacan. Errores notables que fueron señalados incluso por medios de prensa. Sin embargo, las publicaciones son cuestionadas por muy pocos de los usuarios que todavía se aferran a la esperanza de recuperar su dinero (o que defienden al grupo Zoe de lo que llaman “un ataque de fake news”). Esto puso a debatir a los usuarios de Twitter sobre una posibilidad: errores hechos a propósito como filtros de entrada.
En una columna anterior analizamos algunas características propias de la redacción de las estafas. ¿Es verosímil que una organización que ha planificado un fraude millonario dejara pasar sin revisión errores tan evidentes para cualquier community manager? La teoría del filtro es muy plausible. El sociolecto, dentro de las variedades lingüísticas, es el que identifica los rasgos de los hablantes por su nivel de educación. Al introducir ciertos errores que resultan evidentes para muchos lectores (por ejemplo para los que tienen un dominio básico del inglés), se realiza un filtrado muy eficiente: los usuarios interesados en Zoe serán, por descarte, aquellos con una escolaridad lo suficientemente baja para no poder detectar tan sospechosa redacción o para no asociarla con un indicador de estafa.
La alternativa —siguiendo la lógica de Ockham de la explicación más simple— es también mucho más aterradora: que los recurrentes errores en la redacción de una de las estafas más impresionantes de la última década hayan sido hechos, realmente, por pura ignorancia.
© Tribuna de Periodistas, todos los derechos reservados
Pero la gente no lee y no tiene forma de darse cuenta. Ni hablar del ejercicio de sentido crítico. Un placer como siempre...
Hay cataratas de estafas piramidales y miles de ignorantes codiciosos que se anotan y caen.