El 14 de julio se presentó en la Casa de la Provincia de San Luis, el libro del Actor, Director de Teatro y Dramaturgo Hugo Álvarez, “Relatos de infancia del hijo de un suicida” Edición Prosa en un momento particular

Sobre todo, implica volver a la presencialidad y regresar a esto tan simple y valioso como es la comunicación, el saludo cordial con un apretón de manos, con un abrazo, con un beso y que desde la pandemia estaba vedado y privado ante el avance del Covid- 19 y los contagios. Pero en esta ocasión, no fue así.

Estaba todo listo en la Casa de San Luis, histórica, por su construcción, hermosa, refinada y que guarda recuerdos, momentos ubicada en nuestra mágica ciudad de Buenos Aires. Un lugar privilegiado que se conserva en toda su esencia a pesar del paso del tiempo y los años.

Es en este lugar, que se llevó a cabo la presentación del libro, fui convocada especialmente en nombre de TDP, para iniciar dicha presentación, debate, conversación sobre este libro en el cual se refleja, una historia, un relato de vida, un testimonio real, que conmueve.

Dado que a través, de lo que ocurre en la vida de este niño de 7 años que ve sacudida ante el abrupto suicidio de su padre, junto con su hermana de 11 años y su madre quedan solos en un momento que la sociedad era discriminatoria, cerrada, de elite, con marcada tendencia a censurar y señalar con el dedo acusador y hacer callar esa tragedia y el famoso “de eso no se habla”, “ no lo vaya hacer”

El libro no tiene golpes bajos, toda vez que el autor es resiliente, positivo porque incorpora el aporte de la psicoanalista polaca-suiza Alice Miller que se consideraba como una profesional que debía dedicarse a proteger la niñez, el maltrato infantil del mundo de los adultos.

Por otra parte, en dicha presentación se encontraba presente la periodista Laura Haimovichi , quien redactó el prólogo del libro.

Escribió para esta ocasión un texto especial, en el cual remarca todos los momentos del autor partiendo desde ese niño de 7 años, pasando por el hombre, el actor, el profesional, el dramaturgo, el padre, el cine, el teatro, su forzado exilio, el arte y esos vitales 88 años que lo encuentran dirigiendo, actuando, creando y viviendo con la sabiduría que dan los años, la experiencia y el camino recorrido.

El autor del libro también se expresó y toda su alocución emocionó, conmovió y movilizó profundamente

Expresó con sencillez y humildad, su encuentro con la gran Alice Miller a quien conoció y tuvo el honor de dialogar con ella durante dos horas en un Aeropuerto donde ella hacia escala y lo que esta mujer le transmitió.

Lo que implicó conocerla para él, que era una grande, sin estar excedida en importancia, que no buscaba la luces de fama, sino que ella se caracterizaba por su labor en silencio y quería que a través del teatro se pudieran realizar “obras “donde se recalcará la protección de los niños, visibilizar todo aquello que dañará a los niños, ella era muy combativa por sus pares colegas ante la defensa de los niños.

Destacaba que: “La brutalidad contra los niños es el mayor (si bien no el único) crimen no solo contra los niños, sino contra la humanidad toda”

Como broche final se le entregó a Hugo Álvarez una placa debido a su labor y aporte a la cultura con su arte como actor, director y dramaturgo, un reconocimiento en vida, por la Casa de la Provincia de San Luis, de donde es oriundo -Villa Mercedes – San Luis-el autor y su familia materna que eran del Potrero de los Funes y con una historia de vida que emociona y donde esas mujeres como su bisabuela, su abuela, su madre y hermana vivieron a su manera, con fuerza para salir adelante en el medio de una sociedad de provincia que hacia diferencias y se debía cumplir un mandato social profundo.

Fue un momento y jornada emotiva, con relatos, con experiencias maravillosas de una vida que ha hecho camino al andar, que tránsito por todos los estadios y no dejó nada librado al azar.

Tuvo que dejar y abandonar sus raíces, su país, su madre, con su familia salir de Argentina, simplemente por haber formado parte como actor de películas como Operación Masacre, El Familiar, Los Velázquez. Los Traidores con autores y directores como Jorge Walsh, Pablo Cedrón, Raimundo Gleizer, Julio Troxler, entre otros que formaron parte del “Cine de la Resistencia” de los años 70.

Fue amenazado él y toda su familia por la Triple A, y paso 22 años en Suecia trabajando y siguiendo en su camino el arte, teatro y cine.

Aquí dejó su madre, su hermana y sobrina que no llegaban a entender que había pasado con Hugo, el actor, el director, el apasionado por el arte y escena teatral.

Cabe reflexionar que cuando se realizan estos reconocimientos es importante destacar que se deben efectuar en vida de la personas, para hacerles saber cómo -en este caso-, que se los valoriza, reconoce y agradece por todo lo que han aportado con vocación, dignidad, honestidad, respeto y fortaleza.

Por cierto, encontrar el momento justo para que esa persona, famosa o no, reciba el agradecimiento simple y sencillo de saber que no paso en vano con su arte, con su trabajo, con su profesión, que vivió intensamente, dejando huellas, surcos, senderos y caminos que se trazan hasta el final y son guía para seguir adelante y transcender. La vida de presencias.

Seguramente para Hugo Álvarez, para su profesión, su vida, su arte, el teatro existe todavía eso que se llama el camino a la solidaridad, hacia la verdad, hacia la resiliencia y volver a empezar a pesar del paso del tiempo y la vida que transcurre vertiginosamente.

“El teatro es poesía que sale del libro para hacerse humana”. Federico García Lorca.