En Uruguay, la inseguridad por narcotráfico aumentó de forma considerable. La geografía de dicho país es estratégica y eso lo tienen en cuenta las organizaciones criminales de Argentina, Brasil y Paraguay. Estas últimas con necesidad de triangular.
El desplazamiento del delito de Argentina, y en menor medida de Brasil, fue la acción que Uruguay no tuvo en cuenta para evitar fusiones de la narcocriminalidad.
Es el segundo país de la región, después de Argentina, en donde el Narcotráfico se construye bajo fusión con el valor agregado de la violencia de las redes 2.0.
Se trata de las nuevas generaciones del narco que operan con mayor escrupulosidad. Los hijos de la droga que asumen el negocio. Es decir, el narco local hace fusión con redes 2.0 de Argentina y Brasil.
En los últimos 3 años el delito de Narcomenudeo creció más de un 100% en Uruguay y los barrios ya comienzan a mostrar su perforación social. Su degradación.
El robo rapiña tiene estelaridad a partir de la importación extorsiva de los métodos criminales del Tren de Aragua.
Se suman, a su vez, las golondrinas criminales del PCC y del Comando Vermelho.
La legalización de la marihuana en Uruguay no tuvo ningún impacto negativo en el tejido delictivo. Al contrario.
Uruguay aumentó sus niveles de violencia. Más bandas, más mercado de la cocaína y de síntesis. Hay una masa de consumidores de marihuana que no quiere ser registrada y un aumento del consumo de pasta base que les llega de Argentina.