El Gobierno gastará una suma millonaria en gaseosas, jugos y aguas para la Casa Rosada y las residencias presidenciales de Olivos y Chapadmalal.
Ya sea en reuniones o en los despachos, en las fotos oficiales no pueden faltar gaseosas o aguas sobre la mesa. Para poder cumplir con esos pedidos, así como también con las bebidas que se utilizan a diario en Olivos y eventualmente en la residencia en la Costa Atlántica, la Secretaría General de la Presidencia realizó una licitación para adquirir poco más de 70 mil productos.
El pliego, por un total de 9.767.842,40 pesos, fue adjudicado recientemente a dos empresas: La Florina SRL, que cotizó 7.811.241,70 pesos por una parte del lote de bebidas requerido, y GRUPOVALBER SRL, que cobrará 1.956.600,70 pesos por otro tramo del listado de productos a entregar.
La compra está integrada por gaseosas (sabor cola, lima-limón, pomelo y naranja), agua mineral con y sin gas, aguas saborizadas (de pomelo y naranja), jugo de naranja, amargos serranos, bebidas isotónicas (sabor frutas tropicales, manzana, Mountain Blast y pomelo) y agua tónica.
La licitación aclara en las especificaciones técnicas que todos los productos deben ser de "primera marca".
Las bebidas en cuestión se solicitan en distintos formatos: latas de aluminio de 354 centímetros cúbicos; botellas de plástico de 500 centímetros cúbicos y de 2,25 litros; y envases de Tetrapak de un litro.
Desde el comienzo de su gestión al frente de la Casa Rosada, el presidente Alberto Fernández no ha ocultado su fanatismo por una particular gaseosa de pomelo: en todo tipo de reuniones y actos no ha faltado su copa o botella con esa bebida, a punto tal que una cuenta de Instagram se dedicó a registrar esa predilección del jefe de Estado por el cítrico.